Capítulo 26

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-¡Ahh!

Una fuerza que no conocía me hizo gritar, aunque realmente hubo una especie de dolor que era dificil de explicar.

Con las manos en la tierra, levante la mirada y por un momento, quise esconderme nuevamente.

-Ah... en verdad era solo una ilusión.

A unos cuantos pasos lejos de mi, Jiang Cheng tenía una mirada diferente a la de la ilusión, pero demasiado tipica de él.

-No me dejarás explicar nada, ¿O sí?

Me levanté del suelo de un salto mientras le hacia frente.

-... Huh, entonces tampoco tengo que hacerlo.

Zidian volvió a brillar, pero no como antes. Éste brillo no era salvaje, tampoco podía sentir ese odio que emana cuando ataca a enemigos, ¿Por qué?

Un segundo, ¿Fue él quién me liberó de esa ilusión?

-Todavía me odias, ¿Cierto?

-¿Todavía puedes decir estupideces en esta situación?, no me hagas perder la paciencia.

-Pero, no quieres atacarme, Zidian nunca me atacó antes, lo que significa que...

-¡Cierra la boca!

-...

Jiang Cheng no dijo nada más, simplemente se dio la vuelta mientras empezaba a irse por el otro lado.

-¡Espera!

Intente ir tras él, mas al hacerlo, él se dio la vuelta mientras dirigía su espada hacia mí.

-No te me acerques.

-...

Realmente no tenía el tiempo para dudar. Alguien me había encerrado en una ilusión, esa persona me quería ahí por alguna razón.

Si soy incapaz de deshacerlas, y Jiang Cheng si, entonces no soy apto para ir a proteger a Jin Ling.

-¡Ve a la torre Koi, busca a Jin Ling y vuelve con él a tu clan!

-¿Qué has dicho?

-¡Jin Ling corre peligro con el clan Jin!, ¡No me creas si no quieres, puedes hablar con el lider del clan Nie, él me ha dicho lo que Jin Guang Yao ha hecho!

-¡Silencio!, ¿Qué tonterias estás diciendo?

-¡Es la verdad, tienes que cuidar al hijo de nuestra hermana!, ¡Se lo debemos!

-¡...!

La misma espada que me estaba apuntando, él la alzó y antes de caer sobre mi, la frené con un brazo, empujandola hacía arriba.

-¡No gastes tus energías en mí y piensa en Jin Ling!, ¡Él no puede crecer con una persona como Jin Guang Yao, te necesita a ti!

-... ¡¿Y qué harás tú?!, ¡¿Huirás cuando tienes todas las de perder?!

-¡No, pero...!

Lan Zhan...

... ¿Por qué?... ¡¿Por qué es él quién aparece en mi mente justo ahora?!

Empuje la espada con todas mis fuerzas, haciendo que Jiang Cheng retrocediera un poco.

Bajo la mirada, esperando otro asalto, pero no llegó, ni siquiera podía escuchar mi alrededor.

-...

Si estuvieras aquí, ya hubieras encarado a Jiang Cheng, diciendole que se marche para que me deje en paz, todo porque yo no podría hacerlo.

No hay un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora