Capítulo 40

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"No huiré más"

Me sentía decepcionado de mi mismo, de no haber sabido cuán grande es su pena, como si ésta fuera la primera vez que la ocultase detrás de su sonrisa.

Ruegas por tu vida y con tus lágrimas contenidas me dan a entender que has hecho todo esto por mi y yo no he sabido verlo.

No importa lo que duela, tengo que regresarte a la vida, sin importar lo imposible que esto sea.

Tus manos dejaron de tocarme, cayendo a mis costados. Extrañado, busqué tu rostro que seguía escondido en mi hombro, mas no me dejas.

-Estoy muy avergonzado, Lan Zhan.

-... También yo.

-...

-Nos iremos en la mañana, y no volveremos hasta que recuperemos a tu familia.

-... Está bien.

-Wei Ying.

-¿Qué?

-Haré todo lo que esté en mis manos para que tu corazón vuelva a latir.

-... No ha pasado mucho desde que escuché eso.

-¿Confías en mis palabras?

-Sí.

-¿Sabes por qué me he quedado aquí?

-... No quiero hablar de eso.

-Necesitas saberlo.

-No...

Sus brazos me rodearon el cuello, murmurando cosas que no podía entender.

-¿Qué estás diciendo?

-... Querías que Mo Xuan Yu confiase en mi, en un zombie.

-Salvaste su vida.

-Y aún así tú eres lo único que él ve.

-...

-Él siente algo por ti.

-¡...!

-Eres la persona que confió en él, y que aún sigue en su casa a pesar de las cosas que hizo... por supuesto que puede sentir algo por ti... en especial si sabe que no puedo estar presente todo el tiempo.

Wei Ying...

-¿Temes ser abandonado por mí?

-Sé que nunca lo harías.

-...

-Él no es un niño, Lan Zhan, él podría perfectamente...

-¿Reemplazarte?, ¿Darme aquello que tú no puedes?

-...

Comprendiendo al fin lo que nos llevó a esta situación, me separé de él, esperando que él luchase contra mi para evitar verlo a la cara. Sin embargo, eso no pasó, y solo me dejó ver el estado en que se encontraba.

-Soy un desastre, lo sé.

-Wei Ying, mi corazón no es comprado por lo que mis ojos ven.

-Ya lo...

-No, no lo sabes, y es por tal razón que estamos así.

-Tú no has hecho nada malo, Lan Zhan, soy yo quién... no quiere verte con otros hombres.

-... Haha.

-¡...!

Por primera vez en mucho tiempo que no escuchaba mi propia risa salir de mis labios. Sin mencionar que, viniendo de un hombre como Wei Ying, aquella razón bien podría definirme a mí también.

No hay un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora