Capítulo 22

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-¿Sabes siquiera lo que podría hacer?

-...

-Dilo... dímelo, Lan Zhan.

-... Vas a tocarme.

-¿Cómo lo haría con un simple instrumento?

-Tú... sabes que no.

-Lan Zhan.

-Y también lo difícil que es para mí... poder decirtelo.

-Lo sé.

Estirando su mano, Wei Wu Xian encontró el hombro de su prometido, acariciandolo apenas con las puntas de sus dedos.

Sus ojos se concentraron siempre en los de Lan Wang Ji, aún cuando su hombre respondía a sus toques de una manera nerviosa.

-No voy a hacerte daño, no tienes porqué ser cauteloso conmigo.

-¿Por qué puedes decir eso sin sentir vergüenza alguna?

-... Porque sigues pensando que estoy haciendo algo malo contigo.

-...

-¿Sí estuviera vivo entonces... esto si sería aceptable?

-Wei Ying...

-Expresarte lo bien que me hace que estes aquí conmigo no es correcto para ti.

Sin dejarle otro segundo para escucharle decir su nombre una y otra vez, Wei Wu Xian volvió a colocarse encima de él. Con ambas manos en los costados de la cabeza de Lan Wang Ji, bajo la suya y empezó a dejar suaves besos por todo su rostro.

-No es que alguna vez haya hecho algo que estuviera bien.

-...

-Tienes un pesimo tiempo para decidir cuando apegarte a tus reglas.

Lan Wang Ji no se resistió, es más, llevo una de sus manos al rostro de Wei Wu Xian cuando éste dejo de besarlo. Con caricias, su rostro fue iluminandose hasta tener una sonrisa en el.

-¿Por qué una sonrisa cuesta tanto?

-... Porque eres mi primer y último amor.

-... No creas que voy a dejarte escapar de esto solo porque dijiste eso, Lan Wang Ji.

-Eso es algo que solo tú dirías.

-...

Esta vez, fue Lan Wang Ji quien se acercó a Wei Wu Xian para besarlo, sus labios experimentando el deseo del que su prometido estaba hablando. Separandose tan solo un momento, apreció la mirada de sospresa en él, antes de volver a besarlo, colocando su otra mano en ese rostro para mantenerlo unido a él.

Wei Wu Xian aceptó todo los besos que estaba recibiendo, mas no se atrevió a tocar más de lo que Lan Wang Ji estaba tocando, que no era más que su rostro. Sin embargo, una de esas manos sujetando su rostro lo dejo para agarrar una de sus manos, que no se habian despegado de la cama, y guiarla hacia ese torso que fue tan difícil de desnudar.

Como un pinchazo, ambos cuerpos reaccionaron a esa ligera caricia. Wei Wu Xian intento alejar su mano, mientras que Lan Wang Ji lo agarró firmemente e incluso empezó a moverla de un lado para otro.

Wei Wu Xian deshizo el beso de un golpe, viendo alarmado lo que había provocado en Lan Wang Ji. Sus ojos tan claros y pacificos ahora lo miraban con deseo; su respiración tranquila era erratica al sentir como su pecho bajaba y subia contra el suyo; y sus manos ahora estaban tocandolo descaradamente.

Sintió pánico, y pensó que si esto seguía, no iba a poder frenarlo de lo inevitable.

-¿Todavia sigues conmigo... cierto?

No hay un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora