Capítulo 30

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A veces realmente podía sentir mi corazón latir de nuevo, fuera algo absurdo o no. Me pregunto cómo es eso posible, si fue algo que yo hice o que Lan Zhan hizo.

Si fue él, entonces debería sentirse más que orgulloso, porque ahora puedo ver, sí... puedo ver la felicidad de la que él hablaba, en su rostro, en sus acciones, en todo.

¿Por qué jamás lo noté?, ¿Por qué solo vi lo que nos faltaba en lugar de lo que ya tenemos?

-... Lan Zhan.

-¿Hm?

-Haré más cosas por ti, quiero que sepas eso.

-... No veo cómo puedo detenerte.

Eso dice, pero se ve un poco sonrojado, aunque es diferente de la última vez. Antes apenas si me veía a los ojos, y ahora no puede dejar de mirar los míos.

Estoy aterrado por hacer un mal movimiento, y aunque se que él nunca me odiaria, solo de pensar en lo qué vamos a hacer... me tiene como un loco.

-No te contengas.

-... Alguien se siente valiente ahora.

-... Quiero besarte.

Debía sorprenderme bastante la audacia que ha estado ocultando debajo de esa rectitud que siempre ha demostrado, pero ahora solo deseo complacerlo.

Baje mi rostro hacia el suyo y, una vez unidos, sus manos me apresaron con fuerza.

No me extraño para nada, Lan Zhan estaba siendo atrevido y algo brusco siendo la persona que es, aunque me imagino que esto no es nada comparado con lo que pasará después. Sus ansias pueden consumirlo, pero me gustaria que, al menos por esta vez, pueda compartir esas llamas de pasión conmigo.

Los besos que me está dando no le están dando un segundo para respirar, él siempre va por más. Cuando me percaté de eso, quise alejarme, pero sus manos no me lo permitían.

-Lan...

Abrí los ojos una vez y casi no podía creer lo que estaba sucediendo.

-Estás...

Él no me dejo terminar, no sin antes habernos rodado con gran facilidad, dejándome debajo, y con sus labios aún envueltos en los míos.

Lan Zhan está emanando energía resentida, está ocupandola ahora mismo.

Con la desventaja de un solo brazo, intente separarlo de mí, lo que solo provocó que una de sus manos lo agarrara, inmovilizandolo de nuevo sobre la cama.

Diablos, ¿En qué está pensando?, pensé que este momento sería uno especial, donde ni siquiera tuvieramos que recordar en lo qué los dos nos habiamos convertidos.

¿Por qué?, ¿Por qué tienes que ser así justo ahora?, no te estoy obligando a nada, estoy seguro que eres tú quien hace esto por tu cuenta, asi qué, ¡¿Por qué?!

Enojado por su conducta, hice el rostro a un lado y, antes siquiera de ver su rostro, lo empuje fuertemente con...

-... ¿Ah?

No me di cuenta hasta que ya lo hacia hecho.

Lan Zhan se sentó con el empujón que le había dado, pero...

Observe mi mano izquierda, la movía con facilidad, podía apretar todos mis dedos. Con la otra, lo toqué y sentí la fuerza que ambos hacian al apretarlas juntas.

-...Lan Zhan, tú...

Sin salir de mi asombro, Lan Zhan me miro con esos ojos color rubíes y asintió una sola vez.

No hay un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora