Capítulo 21

1.3K 212 29
                                    

Una brisa helada entró por la ventana que había dejado cerrada cuando fui por algo de beber abajo. Antes de volver a cerrarla, Wei Ying asomó su rostro a través de ésta.

-¿Me dejas entrar?

Sin responderle, solo le di espacio para que entrara. Cuando lo hizo, cerré la ventana y me voltee a verlo.

-¿A donde fuiste?

-Fui a recolectar más energía para los dos.

-Debiste decirmelo.

-Realmente no era la gran cosa...

-... ¿Y el libro?

-Ah, te dije que no nos serviría para nada, lo tire.

-...

Lo vi moverse hasta llegar a la cama, ahí se sentó dejando un espacio.

-Ven, descansa un poco.

Hice lo que me pidió y me senté a su lado.

Sus ojos no me dicen lo que está pensando, tampoco tiene esa sonrisa que vi antes.

-Te ves cansado, Lan Zhan.

-... No me arrepiento de esto.

-¿Qué?, solo lo decía por tu aspecto, sé que no me dejarías por algo tan simple.

-Bien.

-...

-...

-¿Quieres darte un baño?

-Fui hace una hora.

-Ah... ¿En serio?

-... Wei Ying, ¿Pasó alg...?

-¡Debiste decirmelo!

-Lo haré la próxima vez.

-...

Está molesto, ¿Esa es la única razón?, ¿Acaso él quería verme des...?

Mire hacía otro lado inmediatamente después de haber pensando eso.

¿Qué era esta sensación que estaba pasando entre los dos?, se siente diferente.

-Lan Zhan.

-¿Hm?

-Tú... ¿Me has deseado alguna vez?

-¡...!

Me giré a verlo a la cara, sorprendido y avergonzado a la vez.

-...

-Puedes decirme, no tienes que ponerte así.

-...

-Estamos comprometidos, es justo que lo sepa.

-... Wei Ying.

-Vamos, ¿Al menos soy apuesto?

-Deja de preguntarme esas cosas.

-... Hehe, no es que no lo supiera, sólo quería escucharte decirmelo.

-Lo... lo eres.

-¿Lo soy?, ¿Cómo sabes que lo soy?, ahora soy de todo menos apuesto.

-¡Eso...! no es cierto...

-Claro que sí, mi cabello ya casi no tiene brillo y mi rostro está seco.

-...

-Además, no me has visto debajo de esta túnica, y la verdad no se si querrías.

-Yo...

¿Por qué está preguntandome estas cosas?, él debería saber lo difícil que es para mi responderlas.

No hay un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora