No hay un final

Capítulo 8

No hay otra manera, ¿Por qué nunca la hay?

Use mi espada para defender la mano que se dirigía hacia mi rostro, la desvie, tratando de no cortarla en el proceso.

Me rehuso a lastimarlo, pero no podía ir a la defensiva por siempre.

Los movimientos de Wei Ying eran menos agresivos que la ultima vez, lo que me hace creer que parte de él sabe contra quién está luchando. No podía bajar la guardia o de verdad iba a matarme.

Razonar con él no iba a servir, lo único que podía esperar era defenderme de todos sus ataques. Tengo que hacer que despierte, y está vez espero ser yo quien lo haga. Debo salvarlo aunque sea una vez.

-¿Pretende esquivar siempre?, ¿Por qué no lo controla, no fue para eso que lo quiere de vuelta?

-...

No vale la pena hablar con él tampoco, todo fue una trampa al final, ellos vinieron de frente a nosotros, ¿Por qué traer una armada contra tres personas?, Jiang Cheng ha de creerme muerto, ¿No se ha comunicado con los lideres de los otros clanes?

Deje de usar mi guqin hace ya unos días, si lo fuese a ocupar, lo más probable es que lo altere más de lo que ya está.

En algún punto de la pelea, Wei Ying se detuvo mientras que yo retrocedi un par de pasos lejos.

-Oh, tendremos compañía.

-¿Es de los nuestros?

-... Sí.

-...

-Acaba ya con Wen Ning.

-Es un tipo duro para ser solo un perro.

Wen Ning volvió a atacarle, pero ese sujeto tenía sus trucos y lograba hacerle daño en varios puntos vitales. De haber estado vivo, Wen Ning ya hubiera muerto.

-Maestro Lan, ¿Quiere al maestro Wei de vuelta?

-No le incumbe.

-Por supuesto que sí, Wen Ning, él y ahora usted, son amenazas.

-...

-Acabamos con Wen Ruo Han, ustedes son los siguientes.

-No, no lo tocarás.

Algo en mi dio un completo giro, me sentí diferente y en los ojos de Jin Guang Yao pude comprobarlo debido a su rostro de satisfacción.

-No es más que un miserable principiante.

Tomé la espada con firmeza y avance hacia él con lentitud. Veo como retrocede, pero no con temor en sus ojos.

Por el rabillo de mi ojo veo a Wei Ying venir hacía mí, pero ya estaba harto de esta pelea ridicula.

-Primero, te quedas en el suelo.

Giré rapido, deje la espada clavada en la tierra y con mi mano derecha la entendí hacia él, entregandole la fuerza que podía para retenerlo.

Gggggggggggeehhhh

Se detuvo varios pasos al frente de mi mano, pero dio un gruñido final antes de ignorarla e ir con todo hacía mi.

No funcionó, no puedo tomar su energía de ese modo ya, no cuando nunca tuve el control total de él.

Esto es todo, si muero, siempre serás un prisionero, tengo... tengo que hacerte daño.

-Lo siento.

Tome la espada nuevamente y me preparé para cortarle una extremidad, pero algo inesperado sucedió.