Capítulo 17

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-Compromiso...

-Así es.

-Pero... el hermano Wei ya está...

-¿Qué?, ¿Muerto?, eso es solo una pequeña piedra en el camino.

-...

Tome la flauta con ambas manos y antes de que pudiera pasar cualquier otra cosa, la guarde en mi túnica. Después, con cuidado desate la cinta de mi frente y se la presente a Wei Ying.

-Ah...

-Es tuya.

-Ah, bueno... ahaha, la tomaré después.

Me sentí engañado por sus palabras, así que con las manos fui y até un extremo de la cinta a su muñeca.

-Oye.

Satisfecho, empece a jalar lentamente del otro extremo, viendo al mismo tiempo como lograba hacer que Wei Ying se moviera.

-No quiero romperla.

-No forcejees.

-Si te preocupa, ¿Por qué lo hiciste entonces?

-... Porque estoy ayudandote.

-No me digas...

-Hermanos, ya puedo entender por qué estaban escapando.

-...

-A pesar de estar del otro lado, me gustaria ayudarlos, pero no puedo refugiarlos, lo siento.

-No esperabamos que lo hicieras, no queremos problemas con ninguna otra secta.

-... Iré a Lanling en unos días, averiguare cosas por ustedes si quieren.

-No te arriesgues por nosotros, lo último que quiero es que tú... solo no te metas en esto, ¿Quieres?

-Dije que ayudaría y eso no ha cambiado, ¡Porque yo también esperaré tu regreso, hermano Wei!

-¡...!

-Gracias, Huai Sang.

Dijimos nuestras últimas palabras antes de ir por caminos separados.

-¡Ah, hermano Wei!

-¡¿Sí?!

-¡Yo, eh, traeré algo muy especial para ustedes!

-¿¡Qué será?!

-¡Es un secreto!, ¡Adiós!

-¡Bien!

Nos quedamos mirando como Huai Sang se alejaba por donde habiamos venido.

-Me alegra tener a Huai Sang de nuestro lado.

-Hm.

-... ¿Ya me puedes desatar?, él no nos está viendo.

-... No.

-¿Qué?, ¿Si te diste cuenta de que todo lo que dije era un truco, verdad?

-Hm.

-¿Entonces?

-...

-Tú... tú lo tomaste en serio, creiste que me había convertido en tu prometido...

Gire el rostro, avergonzado.

-Sí, lo creí.

-...

Jamás había querido a alguien de esta manera, nunca. Me costó mucho tiempo haberme dado cuenta de ello. También sabia que nada de lo que hubiera hecho en el pasado podría borrar todo lo que él pudo haber pensado de mí.

No hay un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora