Capítulo 32

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Solo estoy mezclando la realidad con una visión. Esto ha sucedido antes, debo aprender de mis errores, dejar de fantasear con lo imposible.

-... No lo dejaré de intentar.

-Ah... sí, sé que no lo harás, y yo tampoco lo haré.

-...

Me siento asustado... estoy dudando, ¿Por qué?, ¿Por qué esa visión se sintió diferente?, no puedo quitarmela de la cabeza.

-¡Lan Zhan!

Abrí los ojos, sin siquiera haber notado que los había cerrado. Wei Ying me estaba mirando alarmado, sus ojos temblaban.

-...

-Sé... que fue una visión, pero... si todavia hay algo que tengas en tu mente, puedes decirmelo y luego solo lo olvidaremos, ¿Está bien?

-... Se sintió real.

-...

-Te sentí real.

-...

Mire lejos de su rostro, lejos de lo que veia en él, sus emociones, su voz, su toque, sus...

-Uñas.

-¿Qué...?

-Me marcaste la espalda con tus uñas.

-... Eso... eso hice en tu visión, ¿Eh?

Asenti, mientras me daba la vuelta sin pensarlo dos veces.

-Lan Zhan, no tienes que...

Le di la espalda en ese momento, pero me pareció extraño que él hubiera dejado de hablar.

-¿Wei Ying?

Mire por sobre mi hombro, esperando su respuesta al ver su expresión, estaba tenso por alguna razón.

-...

Iba a darme la vuelta, pero Wei Ying se acerco rápidamente, pegándose a mi espalda.

-...

Sus brazos me rodearon la cintura, su rostro se movía de un lado a otro, pero lo que más me preocupó fue un silencioso jadeo, como si estuviera conteniendo algo.

-... Déjame verte.

-No... no, Lan Zhan, no pasa nada.

-...

-No tienes marcas, tu espalda está bien, todo está bien contigo.

-¿Y contigo?

-Estoy... estoy bien.

-...

Volvió a hacer el mismo jadeo, ahora realmente quería darme la vuelta.

-No te preocupes, no pasa nada.

-¡Wei Ying!

-¡No, no te des la vuelta!

-... ¿Por qué?

-...

Demasiado preocupado como para querer escuchar sus razones, intenté girarme, y aunque casi lo logro, sentí sus labios en mi espalda.

-¡...!

-Listo, ahora mis besos están en tu espalda, éstos jamás se iran, ¿No te gustan más?

Sus labios se posaron varias veces alrededor de mi espalda. Confundido, pero un poco feliz, terminé girandome para tenerlo cara a cara, y él me lo permitió.

-... No me hagas pasar por eso de nuevo.

-Estás siendo muy ambicioso, Lan Zhan.

-Se me permite serlo si no me dejas otra opción.

No hay un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora