Capítulo 33

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-Me haces enfadar terriblemente, Lan Zhan.

-Lo siento.

El viaje a Lanling es pesado, por no decir tan largo que nos llevará entre tres y cuatro días llegar allá.

Durante el primer día sufrí una recaida, y ahora Wei Ying estaba llevándome en su espalda.

-Me alegra recuperar mi otro brazo, de lo contrario esto no hubiera sido posible.

-...

-Sé que no me culpas, pero ahora realmente necesitariamos a Chen qinq, así que te culpo a ti por haberme hecho enfadar en primer lugar.

-...

-¿Te dormiste?

-No... gracias.

-... No eres pesado, así que está bien.

-No me refiero a eso.

-Sé a que te refieres, Lan Zhan, preferiría que solo me borraran la memoria para ahora no tener idea hacia donde vamos.

-...

-¿No hay un encantamiento para eso?

-... No.

-Lo dudaste.

-...

-Cielos te escuchen, Lan Zhan, ya estás empezando a mentir.

-... Realmente no lo recuerdo y tampoco es necesario recordar.

-Hmm...

-Si olvidaras, ¿Qué querrías recordar?

-A ti, por supuesto.

-...

-¿Estás sonriendo ahora, Lan Zhan?, es una pena que no pudiera verlo.

-Caminaré desde ahora.

Quise bajarme, pero eso hizo que el agarré que tenía de mis piernas fuera más fuerte.

-No, está bien, tenemos toda ésta vida para seguir viendo tu sonrisa.

-... Y la tuya.

-La mía no es tan impresionante, la viste casi siempre cuando todavía vivía.

-Para mi es importante, esa fue una de las razones por la cuál quiero que vivas.

-... Ah.

La conversación cesó, pero Wei Ying no se detuvo en ningún momento, sus pasos son más firmes y decididos, y yo tengo que ser igual.

No duró demasiado hasta que estuve de nuevo en el suelo, sintiéndome mejor luego de darle un descanso a mi cuerpo.

-Realmente no lo entiendo.

-... Hablas sobre el rechazo de la energía resentida, ¿Eh?

-Jamás te vi tener estos síntomas.

-... Los tuve.

-¿Qué?

-Para ti son recaidas, yo tenía suerte de poder despertar en una semana.

-Una... semana.

-Sí, pero nunca las tuve seguidas, de no ser por el amuleto que... ya no está.

-...

-Creo que todavía no aceptas esta nueva energía, tu cuerpo la recibió, pero tu mente aún la ve como un veneno.

-No puedo ver ese veneno como algo bueno cuando durante toda mi vida la traté como tal.

-Lo comprendo, no te estoy regañando.

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