Ocaso ፝֯֟ Kookmin

✨Capítulo 23

Jungkook

—Necesito verlo, y si esta despierto hablare con él— dijo la rectora al llegar después de terminar de llamar—¿quieres verlo?— asentí —entraré primero y después tú luego te vas a casa.

—¿No podría quedarme?

—Tienes clases Jeon— me miro muy sería —no creo que sea lo más adecuado.

—Esta bien — Jungkook sabía que era algo prudencial, y él se conformaba con verlo.

El doctor volvió y llevó a la rectora Somi a la habitación de Jimin, decidí ir por alguna bebida, iba a dejarme que lo viera.

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ㅡGracias doctor— exclamó Somi para entrar a la habitación de Jimin, su pequeño hermano a penas estaba recuperando el conocimiento.

—So..mi— dijo con dificultad.

—Tranquilo pequeño, te daré un poco de agua— agarrando una botella con agua para echarla en un vaso, y ayudarle a Jimin a tomarla —¿como te encuentras?

Jimin tomó agua, cerró los ojos —tranquilo.

—Sabes que si estas aquí, es por algo ¿no?

—Si, quisiera que me mintieras y me dijeras que estoy bien y que puedo seguir bailando, mejor dime ¿cuanto tiempo debo descansar según el médico?

Somi miraba preocupada a su hermano, desde que Jimin era un bebé le habían diagnosticado Fatiga Crónica, era algo muy poco común más que todo para una etapa infantil como para que se de en el género masculino, era algo que el sabía que debía vivir con ello pero debía cuidarse si no quería pasar su vida confinado en una cama.

—2 meses de descanso.

—Sabés que no tomaré más de un mes de descanso—dijo más tranquilo viendo el techo.

—Jimin debes cuidarte y lo sabes.

—Sí paso un mes sin hacer nada me voy a deprimir y lo sabes, no quiero tener antidepresivos, se que puedo caer en eso, ¿crees que no lo se? ¿Crees que no sabes que no puedo cumplir mis propios sueños?— su voz se empezó a quebrar —yo ni siquiera debería ser bailarín— sus ojitos se empezaban de acumular algunas lágrimas —solo quiero....—se mordió el labio inferior —solo quiero ayudarle.

—Te gusta ¿verdad?

—Más que a mi mismo, pero...

—Jimin

—Esta bien— esta vez sus lágrimas salieron —él tiene miedo, tiene tantas cosas que pensar, lo único que quiero es que él baile con pasión y no se arrepienta— decía con una sonrisa, con lágrimas en sus ojitos.

—5 en días es la primera ronda, no voy a poder detenerte, ¿verdad?

—3 días Somi— la miro con sus mejillas sonrojadas, su pequeña nariz roja.

El corazón se contrajo a su hermana —ni quiero ver como te lastimas, pero si no te permito practicar en la Academia siempre lo harás, espero descanses en esos 3 días— esta vez Somi lo abrazo —deberías decirle.