Un mes después del casamiento se enteraron que serían padres pronto ¿Y cómo no iban a serlo? Conviviendo y gracias al hecho de tener un hijo tan tranquilo, lo hacían cada vez que podían. A Bubba se le hacía algo difícil recordar usar condones y Lila se veía venir que pronto empezaría con los vómitos y mareos. Por lo que para cuando el test dio positivo no se sorprendieron.
Nueve meses después, en un hospital como debía ser, ya que a ella le daba pánico parir en casa luego de lo que pasó con su madre biológica, estaban listos para recibir a su anisada hija, Lila había elegido el nombre...
-Edith –La nombró en cuanto el médico la colocó a su lado -... Edith –Decía un tanto embobada por la anestesia.
Sin embargo, la operación no terminó...
-Ahora falta el otro –Le dijo el mismo doctor.
-¿Otro? –Susurró.
-Sí, son mellizas.
Las dos niñas resultaron ser fuertes y sanas, inclusive Lila se había recuperado demasiado pronto, ella sólo pensaba en regresar a casa para estar con su familia. De hecho, durante el embarazo, Bubba, con un poco de ayuda de Richard, comenzaron a agrandar la casa, total había terreno de sobra, podían hacer una mansión si se lo proponían.
Para cuando tuvieron que volver a casa, el dormitorio de las bebés ya estaba listo, era lo primordial, después de todo, como también estaba hecho el nuevo comedor familiar.
El pequeño Hunter que ya tenía un año, observaba con curiosidad a sus nuevas hermanitas..., Lila estaba recostada en el sofá con ambas, Bubba cargaba a su hijo acercándolo a las pequeñas.
-¿Serás un buen hermano mayor? –Le pregunta la madre.
El niño que tenía un abultado cabello negro asiente.
-Beso... a hermanas –Le dice Bubba y Hunter procede a depositar un besito en la frente de las dos.
***
1981
Cerró el álbum de bodas, cada vez que lo veía sentía que le alegraba el día. Y le urgía verlo justo en ése preciso momento, su niño Hunter comenzaba el jardín de niños; habían tenido la suerte de encontrarse con una escuelita rural, donde tres mujeres se encargaban de enseñarles y de alimentarlos. Era un lugar bastante precario, no tenían pizarras pero, por lo menos, los útiles no faltaban. Lo que importaba era que su hijo recibiera una buena educación.
-Desearía que no crecieran –Comenta Lila mientras observaba como Bubba jugaba con las mellizas y éstas reían sin parar. Él les había preparado una mesa con sillitas para que jugaran a la "fiesta de té", obviamente la que más se divertía era Edith, a Bianca le parecía algo aburrido.
-Mira má, juegan juntos –Le dice Edith a Lila enseñándole como sus peluches, hechos a mano, tenía cada uno su taza.
-Sí, cielo, es hermoso.
-Como mamá –Comenta Bubba haciendo que su esposa se sonroje, pese a tener años de casados a ella le encantaba sentirse aún atractiva para su marido, cada vez que éste le hacía un cumplido sonreía como una adolescente.
-Juega mamá, juega –Le suplica sabiendo que su hermana no tiene sus mismos gustos.
-¿Qué quieres que haga?
-Tú eres... eres la señora Doris que es la invitada especial de la merienda –Le explica la niña haciéndola tomar asiento junto a ella.
-Muy bien.
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Nunca Te Irás - Leatherface x OC
FanfictionLuego del escape de Sally, los periódicos y noticias han difamado ése pequeño sector de Texas. Un año después, la joven Lila Roth de 21 años, se entera que su tío la ha declarado única heredera de todo su terreno, acompañada de sus amigos, irá a con...