Capítulo 3

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La casa era mediana, estaba hecha de piedra y la habían erigido sus abuelos antes de que su tío y su padre nacieran. El garaje estaba al descubierto, sólo tenía el tejado y una valla de madera delimitaba el terreno, ahora tenía un enrejado bastante oxidado. En la entrada estaban las famosas "cubetas de basura", las cuales Lila no comprendía como eran recogidas ya que nunca había visto a nadie pasar por ahí. También había una marca en la puerta de madera, decía "Roth 15", ella las había tallado con un destornillador a pedido de su tío, quería que la casa tuviera un número y la niña eligió el 15 porque era el que más le agradaba.

Posó sus dedos sobre el detalle como queriendo revivir el momento en que lo hizo, nada del otro mundo, una simple niña aburrida en una granja a la cual su tío quiso entretener diciéndole que la puerta necesitaba una "presentación". Siguió recorriéndola hasta que notó que no estaba cerrada con llave ni tenía candado, se podía entrar tranquilamente, esto la puso en alerta, cualquiera podría haberla ocupado.

-¿Todo bien? –Le pregunta Gina.

-Estaba abierta.

-¿No era que tu tío se suicidó? Quizás la policía la destrabó y la dejó así, vamos de una vez.

Sin siquiera poder detenerla, la pelirroja entró con su bolso de mano, sacó del mismo su gas pimienta, el tener un padre policía le facilitaba a veces las cosas. Llamó la atención como pudo y se relajó al no escuchar nada.

-¿Lo ves? No hay nadie, vaya, te ves muy tensa... ¿No era que venías aquí de vacaciones?

-No, venía  cerca de mi cumpleaños o de castigo, mis padres creían que aquí podría tener cierta disciplina.

-Y veo que funcionó –Le contestó y es que Lila era la típica chica estudiosa que se sacaba excelentes notas, nadie podía creer que ella rompiera las reglas en el pasado. Ahora que recién comenzaba la universidad se apresuró a leer los libros para estar preparada, casi nadie hacía eso.

-Es una locura pero mi tío nunca fue estricto conmigo, me dejaba hacer lo que quisiera y se hacía el militar delante de mis padres –Ríe -, debo admitir que había momentos divertidos.

Lo primero que hizo Stuart al llegar fue abrir el refrigerador, se echó hacia atrás tapándose la nariz.

-¡Oh, cielos, que asco! –Exclamó y las chicas se acercaron.

-¿Qué tienes? –Le pregunta Gina y él señaló lo que había dentro.

-¡Hay cerveza de hace años! ¡¿Quién no se la tomaría?! Tienes razón, tu tío estaba bien chiflado.

-Haz algo productivo entonces ¡Y sácalas de aquí! –Le decía Gina, molesta por la inmadurez de su pareja.

-Sí, sí –Le contestó haciéndole burla y fue vaciándolas por el césped.

***


Mientras Donnie y Lucas se encargaban de bajar los bolsos, Keith, tomó su cámara y comenzó a filmar su alrededor.

-Buenas tardes, nos encontramos en Texas para ingresar a la residencia de Aaron Roth, el hombre que se suicidó hace un año en su hogar ahorcándose en su sala; ahora éste humilde hogar quedó en manos de su sobrina Lila Roth, que está en estos momentos –Hace zoom hacia la entrada en donde se la puede divisar hablando con Gina –inspeccionando el área. Aquí los muchachos –Enfoca a Donnie y Luc -, hacen el trabajo pesado.

-Sí y tú podrías ayudar –Se queja Don.

-Me contrataron para ser el conductor.

-¡Exacto, no camarógrafo!

Nunca Te Irás - Leatherface x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora