Capítulo 20

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Natasha era su nombre, había tenido una feroz discusión con su novio, éste, armado, la obligó a subirse al auto y no intentar huir por nada en el mundo. Ella siempre se culpó por haber tomado malas decisiones durante toda su vida, sus padres los habían presentado y, en cierta forma, persuadido para que lo aceptara, y lo hizo, como una buena hija..., ahora éste la maltrataba y manipulaba a su antojo.

Durante el trayecto se la pasó amenazándola, la señalaba de vez en cuando con el revolver para asustarla y sonreía al verla llorar. Entonces sintieron una especie de explosión bajo ellos, se les había pinchado una llanta.

-¡Te me quedas aquí y no sales para nada! ¡¿Quedó claro?! –Ella asintió y se quedó firme en su asiento. Fue entonces cuando lo vio aparecer, venía con una sierra en mano decidido a terminar con su secuestrador. Sin embargo, éste se dio cuenta y se defendió como pudo, tomó el traba volante y lo golpeó en una mejilla, Bubba trastabilló y quedó un poco mareado. Nat, creyendo que sería su única salvación, tomó la sierra y acabó con él con sus propias manos, Leatherface lo vio todo.

Ya habían pasado dos meses de aquel episodio, Nat se sentía más fuerte que nunca, el gigantón lo llevó a su "matadero" donde lo preparó para comérselo, ella sólo se alimentó de verduras aquella noche aunque pidió pellizcar un poco. Le contó acerca de su vida junto a él, de cómo pasó de ser un noviazgo como cualquier otro a ser un auténtico calvario, incluso le enseñó las marcas en los brazos que éste le había hecho y la vez en que perdió un embarazo a causa de los golpes que recibió por su parte. Bubba, que estaba un poco desacostumbrado a la charla, le explicó cómo pudo que su bella Lila también fue golpeada por su entonces novio y él la defendió.

Cada uno se tomó su tiempo para ir revelando cosas, llegaron a dividirse las tareas, ella se encargaba de atraer presas y él las cocinaba, después de todo, los hombres no podían resistirse a Nat, ella se calzaba su falda corta de cuero, su top desgarrado y sus botas texanas para llamar aún más la atención. Bubba la felicitaba por su labor y por momentos agradecía que Lila no viviera con él, no podría verla hacer ése trabajo con todos esos babosos escaneándola.

-Deberíamos plantar bananas y peras, nos hacen falta frutas –Propone ella -, voy a ir a la ciudad mañana ¿Ya hiciste la lista?

-Sí –Le responde asintiendo y se la alcanza, su escritura aún no era perfecta, tenía muchas faltas de ortografía y no respetaba los renglones.

-¿Es todo? Agregaré las semillas para plantar las frutas... -Piensa en voz alta -, y quizás alguna que otra galleta..., también convendría conseguirnos animales como vacas y gallinas, nos hacen falta huevos y siempre es importante que haya leche en la casa ¿Te parece?

Bubba se encoge de hombros, no sabía de dónde podrían sacar alguno de esos animales.

-Las gallinas son fáciles pero las vacas..., es complicado. En fin ¿Cómo va eso? –Le pregunta refiriéndose a la carne que éste cocinaba, el levanta su dedo pulgar dándole la señal de que todo está en orden –Muy bien, sigue así gigantón, alguno de estos días vamos a tener un negocio y tendremos dinero.

Ella está a punto de irse pero escucha al hombre suspirar con cierto aire melancólico, pese a tener compañía, aún la echaba de menos...

-¿Es por ella, verdad? –Le pregunta la chica y él asiente sin siquiera mirarla, le avergonzaba que lo descubrieran tan débil..., se suponía que él era Leatherface, el hombre más temible en Texas... pero el recuerdo de Lila se lo hacía tan difícil, hacía dos noches, Nat lo descubrió llorando junto a una hoja maltratada... era la canción Love Me Tender.

-¡Ya supérala de una vez! Ha pasado casi un año y sigues sin quitártela de la cabeza, si ella de verdad te amara habría vuelto hace tiempo –Resopla -, lo siento, Bubba, a veces me pones de los nervios, ya regreso.

Nunca Te Irás - Leatherface x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora