Lila Roth había recibido hacía ya un año un telegrama en donde le comunicaban el reciente fallecimiento de su tío, Aaron Roth; éste tenía una bella casa en Texas, bastante lejos para Lila y su familia, después de todo su tío Aaron siempre fue un solitario. Debido a que no estaba casado ni tenía hijos, dejó su casa a su sobrina, ya que su sobrino Matthew heredaría la casa de sus padres. Sin embargo, Lila no se mostraba para nada satisfecha con su reciente adquisición, ella era una chica más de ciudad, le gustaba estar con sus amigos, y si bien solía visitar a su tío y tener cenas familiares, ya conocía la zona y no le parecía un bello lugar para vivir. Lo único que había cerca era una gasolinera y un restaurant en el que Aaron trabajaba y solía llevarla, aún recuerda como éste, durante la cena le hacía probar carne del lugar y le decía:
-No le digas a tus padres, se enfadarían.
-¿Por qué? –Le preguntó con la inocencia de una típica niña de siete años.
-Porque tus padres creen que no se debe comer –Se acerca y le susurra -, es conejo.
Al enterarse de que estaba comiendo un animal que a ella le gustaba, miró asqueada su plato mientras él reía ante su ingenuidad.
Son simples chistes del tío para asustarme, pensó en aquel entonces y de tanto repetírselo, lo terminó asimilando como si fuera una verdad.
Su padre, Richard, le había comentado de su estilo de vida en la vieja granja de Texas, como Aaron, él y sus amigos solían pasarse el tiempo criando animales, llevándolos al matadero y después vendiéndolos; había llegado un momento en el cual, Richard, ya no soportaba aquella rutina y quería vivir en la ciudad, terminó marchándose y hoy en día defenestraba el trabajo de Aaron, Lila sentía que se estaba perdiendo una parte de la historia, pero prefirió no hacer más preguntas.
No era de esperarse que, pese a las buenas intenciones que su tío tuviese, ella no estaba contenta con recibir aquella casa. En cuanto supo que quedaría a su nombre su reacción fue de frustración, esto significaba que tendría que mantenerla, o bien, venderla ¿Pero quién querría comprarla? Y menos ahora, que las ventas en Texas bajaron luego de los asesinatos de un grupo de adolescentes, nadie quiere mudarse a un lugar donde hay un asesino suelto.
-¡Son puras tonterías! –Exclamó Lucas, uno de sus amigos, en ocasiones resultaba ser "más que un amigo" -¿No escuchaste el testimonio de la chica? Dijo que había un loco con una sierra que comía gente con sus hermanos y... y cortaba a la gente en pedacitos, ahora dime ¿No te parece que sólo alguien chiflado creería en algo así?
-¿Y si no lo es? –Le retruca ella –Seguiré insistiendo, no pienso vivir ahí.
-Nadie dijo que debas vivir ahí.
-Pero tendré que ir una vez al mes para cuidarla, sé que no es un feo hogar pero... la zona es lo que me preocupa, no hay señal, no podré hablar con nadie... y tampoco hay gente.
-¿En serio? ¿No conoces a nadie?
-Mmm... compañeros de trabajo de mi tío, quizás.
-¡Ahí está! Por lo menos los tienes a ellos como vecinos.
-No..., no lo sé, yo no me divertía mucho.
Ambos estuvieron discutiendo un largo rato hasta que él, harto de hablar del tema, se propuso a distraerla, aún no podía comprender a qué le tenía miedo.
-Oye –Se acerca y se sienta junto a ella en su cama mientras la rodea con sus brazos -, sabes que puedes contar conmigo, y si en algún momento piensas ir, no dudes en que iré a acompañarte.
-¿De verdad? ¿Lo harías? –Le pregunta esperanzada.
-No lo dudes, claro que lo haré..., ahora... debo ir al trabajo, se molestarán de nuevo conmigo si llego tarde... por cuarta vez –Dice mientras se pone de pie y se acomoda la ropa.
-¿Cuarta vez y aún no te han despedido?
-No pero de seguro lo piensan.
Lila lo acompañó hacia la puerta para despedirlo, el hecho de que Lucas quisiera acompañarla la relajaba, por lo menos no estaría sola, y hacía mucho tiempo que su cabeza daba vueltas con el mismo tema "¿Qué podría suceder si se quedan solos realmente?", ha pasado de compartir un momento a solas, pero esto era diferente, estarían prácticamente viviendo juntos por un pequeño período de tiempo y eso la incomodaba pero al mismo tiempo le interesaba. Aún era virgen mientras que todos sus amigos ya lo habían hecho, ella quería encontrar al indicado y pensaba que era Luc, al menos era el único chico que se le había acercado de tal manera.
***
Luego de visitar a Lila, Lucas llegó a su departamento, el cual compartía con otro amigo, Stuart.
-¿Y cómo te fue con Lila? –Le pregunta en cuanto lo ve llegar, el muchacho de rizos rubios, y delgado, estaba fumando hierba, era una tarde común.
-Le dije que tenía que ir al trabajo, la idiota tiene una casa en Texas y no quiere visitarla, las mujeres son imbéciles.
-Toma uno de estos –Le dice acercándole un cigarro que había armado hacía minutos -, te ayudará.
-No, gracias, no por el momento... -Se tira en el sofá totalmente rendido -, es increíble, podría ser nuestra casa y se deja llevar por los cuentos de una loca.
-¿Una loca?
-Sí, por los asesinatos en la carretera ¿Recuerdas?
-¡Ah, sí! –Se ríe eufórico –Y se queja de que vivimos drogados.
-Se queja de que tú vas drogado.
-Tú también... ¿Cuándo le dirás? Da pena verla tan ilusionada.
-Cuando viva con ella en un lugar bien alejado y pueda hacer lo que me plazca ¿Entiendes?
-Pero ella no irá... ¿Cómo piensas hacerle cambiar de opinión?
-Mmm... -Piensa -, podríamos ir en grupo, y en cuanto lleguemos allí ustedes se van y Lila y yo nos quedamos, pan comido.
-¿Ustedes?
-Gina y tú, con alguien más..., amigos que conozcan.
-Buscaré a alguien que sepa conducir ¡Ya sé, Keith!
-¿Keith? ¿El idiota que se cree famoso?
-¡Vamos! Es el único que conozco que no fuma ni toma, sólo nos tendrá que llevar mientras nosotros no podamos –Se encoge de hombros -, me parece buena idea.
-Bien, habla con él –Dijo y se levantó para ir hacia uno de los armarios que había allí cerca, de un cajón sacó lo que parecía un álbum de fotos, dentro de éste sólo se encontraban fotos y objetos que le pertenecían a Lila. Había mechones de su cabello, que se los había sacado una vez que le pegó "accidentalmente" goma de mascar y tuvo que cortárselo; una foto de ella saliendo del cine con sus amigas, además de una publicidad de una modelo a la cual le había pegado el rostro de la chica.
-¿Agregaste algo a tu colección? –Le pregunta Stu al verlo.
-Algo así –Pegó con cinta un pequeño ramo de jazmines que decoraban el hogar de Lila y los había sacado cuando salía de su casa.
----
Bien, aclaración, éste fanfic sólo va a tener en cuenta la 1º película de la masacre de texas, osea la original en donde Gunnar Hansen interpretaba a Leatherface.
Ya tengo todos los capítulos hechos, al menos los de la Primera Parte, que van a ser alrededor de 16 por ahí.
Que lo disfruten :) ♥
ESTÁS LEYENDO
Nunca Te Irás - Leatherface x OC
FanficLuego del escape de Sally, los periódicos y noticias han difamado ése pequeño sector de Texas. Un año después, la joven Lila Roth de 21 años, se entera que su tío la ha declarado única heredera de todo su terreno, acompañada de sus amigos, irá a con...