Capítulo 5

3.3K 241 39
                                    

Lo que pasó con Stu, Gina y Donnie...

Stu fumaba recostado en la hierba del jardín del fondo, Gina, molesta, se le acercó y, aprovechando que él tenía los ojos cerrados, le quitó el cigarro de la boca.

-¡Oye!

-¿Qué crees que haces?

-¿Cómo que qué hago? Descanso.

-¿Y no te parece que... podríamos aprovechar la tarde? El molesto de Keith no está, Lila se fue, Luc y Donnie deben estar embriagándose en la sala –Se sienta sobre sus piernas -¿Qué dices?

-Pero... ¿En la cama del tío de Lila? Huele a viejo podrido.

-¿Entonces en dónde? –Él le responde mirando a su alrededor -¿Aquí? ¿De verdad?

-Estamos alejados de todos, los chicos no nos ven y los otros están a km de distancia... anda –Toma sus caderas -, cumple una de mis fantasías.

-No sabía que ésta era una de tus fantasías –Acaricia sus hombros -. Sin embargo –Se frena y aparta sus manos -, creo que no es el momento, quiero decir, por alguna razón éste lugar me da escalofríos.

-Sí, a mí también... ¡Busquemos otra parte! Más alejada de la casa.

-Ésa idea me gusta más.

Los dos caminaron hasta donde la casa de Lila no se veía más por los árboles. Llegaron a un terreno que les pareció cómodo, había un tronco enorme tirado que es donde Stu reposó su espalda para estar sentado allí, sacó un preservativo de su bolsillo y comenzó a desabrocharse el pantalón, Gina, rápidamente se deshizo de su ropa interior, dejándose la falda. Comenzó a montarse sobre su novio como si fuera la única oportunidad que tuvieran en el año para poder echarse un polvo, los dos gemían y entonces ella, en el momento en que abrió los ojos, divisó a lo lejos lo que parecía ser una chimenea.

-Espera... Ha-Hay un-una ca-casa... -Decía entre gemidos.

-Da igual, no hay nadie –Le respondió esforzándose por no perder el ritmo.

-Pe-Pero... -Siguieron hasta que ambos llegaron al orgasmo -¡OOOOhh! ¡Stu! ¡Te... yo te...!

-¿Sí...? –Le pregunta recuperando la respiración, esperando a que dijera "te amo".

-¡Te dije que esperaras! –Dijo furiosa, se volvió a colocar su ropa interior y se marchó hacia el terreno de la otra casa.

-¡Espera! ¡Vuelve aquí! –Se levanta de golpe abrochándose el cinturón -¡Gina! Oye, oye, espera –La toma del brazo -¿Por qué estás así?

-¡Porque te dije que esperaras, imbécil! ¡Te quise decir que te detengas! ¡Me violaste, enfermo! –Comienza a gritar.

-¡Shh! Yo no te hice eso, creí que querías por algo vinimos aquí.

-¡¿Pero no ves que hay una casa?! ¡¿Y si alguien de ahí nos vio?!

-Es imposible, está lleno de arbustos y árboles ¿No lo ves? –Le pregunta y, efectivamente, nadie que habitara el hogar podría verlos -.

-De cualquier manera, fuiste un grosero –Dice y se sienta en la hamaca que estaba a los pocos metros.

-Mira éste chiquero –Comenta viendo toda la estructura - ¿Quién podría vivir aquí?

-Parece que nadie, luce muy abandonado.

-¿Abandonado? –Se acerca y ve la puerta principal abierta -... sí..., está abandonado... ¿Interesante, no crees?

-¿En qué estás pensando?

-Estoy en pensando en que... si no te gustó afuera... puede gustarte aquí, aquí sí que nadie nos puede ver –Abre la puerta y no escucha ningún ruido, vuelve a salir para avisarle a Gina -, sí, no hay nadie. –Ella se le acerca para curiosear –Anda, te digo la verdad.

-Pero... de verdad luce horrible.

-Ve arriba a asegurarte de que no haya nadie, yo revisaré por aquí –Propone Stu y ella sube las escaleras dejándolo solo.

Stuart fue hacia la izquierda donde se encontraba la sala, pero no era como cualquier otra, tenía ciertas cosas extrañas, había huesos, esqueletos, gallinas enjauladas, la cabeza le daba vueltas, un fuerte hedor le impactó en la nariz, no pudo resistirse y vomitó allí mismo. Caminó otra vez hacia el hall esperando a que Gina bajara, pero le llamó la atención aquella puerta metálica, se acercó e intentó abrirla pero no parecía tener picaporte o alguna manija. La deslizó como pudo y tuvo éxito, apenas puso un pie en ella, un hombre alto salió e inmediatamente lo tomó del brazo y lo golpeó con un martillo para dejarlo inconsciente, lo metió e iba a cerrar la puerta pero escuchó pasos desde arriba...

-¡Stu, hay un viejo arriba! –Gritó Gina bajando los escalones -¿Stu?

El grandote la vio y ella gritó del horror y volvió a subir pero éste fue más rápido, la tomó del cuello y le impactó reiteradas veces la cabeza a la pared hasta que ella dejó de resistirse y la metió a su habitación cerrando la puerta metálica de un portazo.

Donnie salió de la casa a buscar a Stu y Gina para avisarles que ya almorzarían, pero no los veía por ninguna parte, caminó y encontró el cigarro de su amigo tirado en el césped, al parecer se habían marchado. Caminó continuamente mirando hacia atrás para no perder el rastro de la casa.

-¡Stuart! ¡Gina! –Los llamaba -¡Stuu! ¡Giinaa!

Le pareció escuchar un ruido, alguien al parecer había pisado una rama, entonces pensó que sus amigos le estaban jugando una broma e intentaban asustarlo.

-¡Ya chicos salgan! ¡Esto no es divertido! –Caminó desde donde había escuchado aquel crujido; algunos arbustos estaban bastante crecidos y debía apartarlos con su mano, sobre todo en los lugares donde el pasto ya estaba bien alto. La casa de Lila ya no se veía pero, por lo menos, él sabía qué camino tomar para regresar.

-¡Stuu! ¡Giinaa! –Seguía llamándolos y en eso divisa una casa, inmediatamente corre a golpear la puerta con la esperanza de que los propietarios los hayan visto; pero nadie le abre, se asoma por las ventanas y no hay nadie tampoco.

Degolpe el sonido de una motosierra le llama la atención, se gira y un hombrealtísimo cuyo rostro estaba cubierto por una máscara se dirige hacia élgritando cosas inentendibles. Donnie, espantado, entra a la casa y se le ocurreesconderse en aquella habitación que parecía cerrada, cierra la puerta metálicay mira por doquier para buscar otro lugar... pero lo que ve lo deja paralizado.El cuerpo de Gina estaba colgado y totalmente ensangrentado mientras que al deStuart ya le había cortado las piernas. No sabía qué hacer y tanto tiempo tardóen reaccionar que aquel sujeto entró de inmediato y procedió a asesinarlo sinpiedad. Acto seguido, el mismísimo Bubba, se quedó observando lo que habíahecho, dejó la motosierra en el suelo y se asomó por la ventana para verificarsi había alguien más que los haya visto, pero no había rastros de nadie más. Secubrió la cara con las manos, o mejor dicho, la máscara con las manos y negabacon la cabeza..., sólo esperaba que Drayton no se enfadara por el desastre queacababa de hacer.

Nunca Te Irás - Leatherface x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora