Capítulo 43

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Bubba tomó un mazo que tenía siempre a mano y abrió la puerta con cuidado, se paró en seco al encontrarse a un policía.

-Hola, señor Sawyer, lamentamos el retraso..., venimos a custodiar –Le informa y, en seguida, Lila se mete en el medio para darle tiempo a Bubba de guardar su herramienta.

-Sí, descuide, no ha pasado nada raro hasta ahora... ¿Pasarán o...?

-No, no, un patrullero se quedará aquí haciendo guardia, el otro irá alrededor de la zona, pueden dormir tranquilos, mañana por la mañana vendrá nuestro reemplazo.

-Bien..., muchas gracias –Dijo y cerró la puerta -. Bueno, un problema menos –Vio a Bubba no muy satisfecho -¿Qué ocurre?

-¿Podrán solos?

-Sí..., supongo ¿No oíste? Hay una patrulla aquí y otra vigilando alrededor.

-Sí pero...

-Ya sé –Le interrumpe - ¿Querías encargarte de todo tú solo? –Él, algo avergonzado, asiente –Lo supuse, pero para estos casos es mejor llamarlos a ellos..., además –Le acaricia la mejilla -, no quiero que te metas en problemas... si te descubren podrían meterte preso... o peor... y te apartarán de mí y de los niños.

Fue esto último que dijo lo que más le afecto, negó rotundamente con la cabeza y la abrazó fuertemente como si tuviera miedo de que los policías en algún momento entraran y se lo llevaran.

-¿Y ellos...?

-Podemos ir a verlos mañana –Le da un beso corto -, mejor vamos a dormir así salimos temprano.

-Lo siento, Lila –Susurra, se sentía culpable por todo lo que estaba pasando, después de todo, su familia había comenzado ése "negocio", y éste supuesto acechador quizás estaba al tanto y venía a amenazarlos.

-No es tu culpa, ya basta..., vamos a la cama.

Las niñas Sawyer se encontraban en lo que era ahora su dormitorio, al menos por ahora, Didi se sentía tan sola pese a contar con sus hermanos. Daba vueltas en la cama, la cual rechinaba con cada giro, y no dejaba en paz a Bianca, la otra, desde la cama de arriba, intentaba cubrirse sin éxito las orejas.

-¡Oye! Ya deja de moverte –Se quejaba.

-Lo siento... es que... no puedo dormir.

-No es mi culpa.

-¿Recuerdas cuando cantabas con mamá? Sonaban bien –Comenta intentando mantener una conversación, quizás así entre charla y charla el sueño regresaba.

-No voy a cantarte si es lo que estás pensando.

-No, tonta, sólo piénsalo, podrías ser cantante..., siempre quisiste ser artista.

-Cuando dije que quería ser artista me refería a la pintura, no al canto, y ya duérmete.

-¿Podrías..., podrías dormir conmigo? –Le pregunta haciéndose la bebé, Bianca la mira seria.

-Ya estamos un poco grandes para eso.

-Vamos, podemos jugar a adivinar el personaje, yo pienso uno y tú adivinas.

-Pero... ¿Vas a dormirte rápido? –Al ver que su hermana asiente, ésta resopla y baja para recostarse junto a ella sólo que le da la espalda –Más te vale que dejes de moverte o dormirás sola el resto de tu vida.

-Sí, sí –Le dice y la abraza, Bianca hace un revoleo de ojos, sabía que debía soportarla, por su parte, Didi, entendía a su hermana, se hacía la ruda pero por dentro la quería, los quería a todos.

Nunca Te Irás - Leatherface x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora