Capítulo 40

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Ése fin de semana lo pasaron en casa de Matthew, Sarah se había quedado a dormir en lo de una amiga el día de ayer y aún no regresaba, por lo que la pareja les permitió a las mellizas que jugaran en el cuarto de la niña. Hunter, por otra parte, jugaba con la consola de videojuegos en la sala, mientras los adultos charlaban en el gran comedor.

-¿No será alguna de las competencias? –Pregunta Kate.

-No... ¿Qué buscarían? Creo que es algo más... siniestro –Responde Lila.

-¿Y si... es... por antes? –Se pregunta Bubba a lo que Lila rechaza inmediatamente la idea, no porque sea incorrecta, sino porque se niega a revolver el pasado.

-No, no puede ser, ya hemos terminado con ése capítulo de nuestras vidas hace años ¿Qué más querrían de nosotros?

-No de ti..., de mí.

-Tu caso ya terminó, han asesinado a los culpables y estás libre de cargos... ¿No es así? –Le pregunta a su cuñada que seguía trabajando para la policía.

-Escuché a alguien mencionar algo al respecto..., pero no los mencionó ni a Bubba ni a ti... -Confiesa Kate.

-¿Quién? ¡¿Qué dijo?! –Se altera Lila.

-No lo sé, no los conozco, no hablan directamente conmigo, pero tengo entendido que han ocurridos nuevas desapariciones y las han comparado con la masacre de Texas, corre el rumor de que son los mismos que cometieron esos crímenes pero fingieron sus muertes, lo cual es estúpido de creer, lo sé, pero eso dicen.

-Lila... -Habla Matt -, de verdad te pido que tengas en cuenta lo que te propuse años atrás, más ahora que nunca..., quédate a vivir aquí, corren un gran peligro solos en el campo, piensa en los niños..., mira si notaban que Edith los estaba viendo... o peor aún, si Bianca regresaba ésa misma noche y se los cruzaba..., aquí por lo menos tendrán vecinos y esta cuadra está siempre vigilada. Acepta, por favor.

Su hermana intercambió miradas con Bubba, sabía que él amaba estar en la granja y que dejarla significaba dejar de hacer actividades compartidas con sus hijos, transmitirles el negocio familiar y dejar atrás ciertas comodidades.

-Bien... -Se limita a responder él.

-¿Bien? –Le pregunta Lila creyendo que estaba soñando.

-No me gusta pero... debemos vivir aquí –Sentencia e instintivamente ella lo toma de la mano.

-De modo que tendremos que venderla –Comenta deprimida.

-¿Venderla? No va a ser necesario, si es por el dinero nosotros podremos ayudarlos, tranquilos, podrán ir allí para ocuparse de ella cuando quieran –Les dice Matt.

Por otro lado, Edith jugaba en el cuarto de juegos que su prima tenía; la consentida tenía todo tipo de muñecas, dos mansiones para barbies y un gran escritorio para los juegos de mesa. Escuchó ruidos provenientes de la habitación de al lado, donde estaba el dormitorio, entró y allí estaba su hermana Bianca quitando las cosas de los estantes y arrojándolas al piso.

-¿Qué estás haciendo? ¿Quieres que Sarah nos mate?

-¡Shh! Sólo estoy acomodando todo, voy a ordenar, lo prometo.

-Bianca Sawyer –Le regaña como si fuera su madre pero la otra le hace caso omiso y sigue tirando cosas.

-Esto no me gusta, esto tampoco, ni esto, ni esto –Va diciendo a medida que saca libros y películas.

-¡Oye, mira! El mago de oz –Dice tomando aquel libro -, es mi favorito ¿Sabes de qué trata?

-No, ni me interesa.

Nunca Te Irás - Leatherface x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora