Habían pasado 6 días de los 7 que a Jesús le quedaba en el puerto. Habían pasado muy rápido, se la había pasado empacando y con Graciela, en la escuela todos lo extrañarían. La maestra de artes le regaló un abrigo porque sabía que en Europa hace mucho frío, cuando le dijo la razón, se puso a llorar, la abrazo. Llegó la hora de la fiesta de despedida, todos llevaron regalos, comidas, bebidas y estaban realmente entusiasmados por su amigo.
Richard: Opino que digamos cosas lindas para Jesús.
Amelia: Todos te vamos a extrañar, Jesús. Eres un gran chico y te deseo mucho éxito en tu nueva universidad.
Jesús: También te extrañaré, Amy.
Joel: Yo voy. Hermano, espero que te vaya muy bien en tu nueva vida, no te olvides de nosotros y te extrañaremos demasiado.
Jesús: Bro, te extrañaré.
Daniel: Siempre serás uno de mis mejores amigos, te deseo la mejor de las suertes.
Jesús: Te extrañaré demasiado.
Damiana: Eres un gran amigo y espero que te vaya de lo mejor.
Yahaira: Deberás traerme un recuerdo cuando regreses, pareja de baile.
Richard: Gracias por aceptarme en tu casa y dejarme dormir en tu cama. Te extrañaré.
José: Bro, de verdad te agradezco por todo lo que has hecho por mí, los recuerdos siempre estarán ahí.
Galilea: Cuñado, te extrañaremos mucho.
Nancy: Amigo, cuando seas famoso, quiero un autógrafo, te extrañaré.
Karen: Recuerdo cuando bailabamos en la primaria, te extrañaré siempre.
Graciela: Bueno, ahora daré un pequeño discurso. Desde la primaria estoy enamorada de este hombre, pero apenas confesamos nuestro amor, se nos fue de las manos en unos segundos. Nos prometimos esperar, yo estaré aquí para él siempre y espero que el cumpla lo mismo. Lo amo tanto.
Todos aplaudieron y Jesús abrazó a su novia.
Jesús: Gracias a todos por sus palabras, realmente me harán mucha falta. Me encantaría meterlos a todos a mi maleta y llevarmelos conmigo.
Lloraron un poco, después se metieron a la piscina, comieron pizza y bebieron refrescos. Bailaron, cantaron, una fiesta digna de una despedida. Al terminar, Jesús y Graciela fueron al mar por última vez a observar el atardecer mientras todos limpiaban, ya que después irían a acompañarlo a la ciudad para llevarlo al aeropuerto. Jesús y Graciela estaban sentados a la orilla del mar.
Jesús: Te extrañaré como no tienes idea.
Graciela: Y yo a ti. El tiempo pasará muy rápido, ya lo verás.
Jesús: Te amo.
Graciela: Yo a ti más.
Jesús: Pensaré mucho en ti. Te llamaré diario.
Graciela: Podremos llevar esto a la distancia, okay? Vamos a ser una gran pareja.
Jesús: Cuando vuelva, nos casaremos.
Graciela: ¿QUÉ?
Jesús: Lo que escuchaste, nos casaremos. Formaremos una familia, viviremos viajando, cuando mis sueños estén listos, cumpliremos los tuyos.
Graciela: No sabes lo feliz que me haces diciendo eso. Te esperaré aunque sea lo último que haga.
Se besaron al atardecer. En la noche, emprendieron el viaje a la ciudad, llegaron al aeropuerto a las 3 de la mañana, porque el vuelo de Jesús salía a las 7 AM. Jesús pasó por las bandas, el chequeo, había pasado toda la madrugada y ya era hora de que se vaya. Abrazó a cada uno, pero más a su novia, la besó y se despidió. Todos observaron como Jesús se iba a la sala donde ya abordaría su avión. Graciela se puso a llorar, pero por dentro sabía que cuando él regresara, ellos podrían estar juntos. Todos se fueron de nuevo al puerto, llegaron la mañana del día siguiente y todos se fueron a sus respectivas casas, los últimos días de clase empezarían y tendrían que planear la graduación.
Continuará...
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A falta de amor: La última llave.
RandomEsta historia se basa en hechos reales. Estará llena de amor, mentiras, drama, hipocresía, incertidumbre, entre otras emociones que no te dejarán de perseguir. "Nunca te rindas, a veces la puerta del corazón se abre con la última llave entre miles...