Al pasar la semana, Jesús tendría su sesión de fotos, Damiana lo acompañó.
Damiana: Me gustaron todas las fotos, Jesús. ¡Deberías ser modelo!
Jesús: ¿Qué cosas dices? Claro que no jajaja, nunca he ido a una agencia de modelaje.
Damiana: Me has demostrado que puedes hacer lo que quieras si te esfuerzas tú solo.
Jesús: Wow, eso me alegra mucho. Algún día, cuando sea artista, te juro que estarás en primera fila de todas mis presentaciones.
Damiana: Graciaaaaaas, de verdad eso me hace muy feliz.
Jesús: Jajaja, creo que ya es hora de irnos. Le daré mi correo al fotógrafo para que me envíe las fotos.
Damiana: Claro, te espero.
Después, ambos se fueron a sus casas juntos. Era viernes, había mucho calor en el puerto, así que los Pirse y los Jones decidieron ir a la playa con sus amigos, Amelia invitó a Esthela a pasar la tarde con ellos, ella pensaba que realmente la estaba ayudando y que podría ser su amiga.
Amelia: Hola, Esthela. Chicos, invité a Esthela a que se divierta con nosotros, ¿no hay problema, cierto?
Todos excepto ellas dos: No hay problema.
Esthela se sentó apartada de ellos, sólo viéndolos divertirse. En eso, Joel lo nota y se acerca a ella con una bebida.
Joel: Hola, Esthela. Te traje una bebida.
Esthela: Muchas gracias. ¿Por qué viniste?
Joel: Sólo quería que no estuvieras sola.
Esthela: Sé que no te agrado, desde la última vez.
Joel: Sí me agradas, no digas esas cosas.
Esthela: Es que... No lo sé. Me siento distinta, Román era mi mejor amigo y... -se fijo que podría decirle algo comprometedor.
Joel: ¿Y?
Esthela: No, nada. Olvídalo, sí?
Joel: Si tú lo dices. Y, bueno, yo opino que si Román hizo todo eso, se merecía las consecuencias.
Esthela: En eso... Tienes razón. Quiero alejarme.
Joel: ¿En qué sentido?
Esthela: No lo sé. Creo que es mejor que me vaya, para que puedas estar con tus verdaderos amigos. -se levanta.
Joel: Espera, no te vayas. -se levanta y la toma de la muñeca.
Esthela: Tengo que ir a visitar a Silvana, debe estar triste, sí? Nos vemos luego, supongo.
Joel: Bueno, está bien. Tampoco te obligaré a quedarte.
Esthela: Adiós. -se va.
Joel regreso con sus amigos, desde lejos veía como Esthela se alejaba, sentía una mala vibra en su pecho, pero no le dió mucha importancia al asunto. Aún no era muy tarde cuando todos ya estaban en sus casas de nuevo, Joel se quedó dormido en el sofá de la entrada de su casa, Amelia estaba en el patio plantando unas cuantas flores y Nancy estaba haciendo yoga en la parte de enfrente. En eso, José llega corriendo a casa de los Pirse y Nancy se asusta.
Nancy: José, ¿qué sucede? ¿estás bien? ¿pasa algo?
José: Es... -jadeando.
Nancy: Tranquilo, respira. Ven, siéntate en la banca conmigo.
José: -se acerca y se sienta. Perdón, es que vine corriendo desde mi casa... Acabo de enterarme de una noticia que los dejará en shock.
Nancy: Dime.
En eso, Joel sale rápidamente de la casa y va hacia ellos.
Joel: ¿Qué pasa? ¿por qué tanto alboroto? No me dejaron terminar mi siesta.
Nancy: No lo sé, deja que José hable.
José: Bueno, esto es delicado chicos. Aún no se sabe bien que pasó pero...
Joel: Ve al grano, haces que me preocupe.
José: Esta situación es digna de tu preocupación, es Esthela, Silvana me dijo que... Ella, pues, simplemente se quitó la vida. La policía está en su casa y parece ser que es verdad. Yo no lo podía creer.
Joel: Apenas logre cruzar unas palabras con ella el día de hoy... Estoy muy... Raro.
Nancy: Ouh... No sé qué decir.
Amelia: -sale. Hey, ¿qué pasa?
Todos: -la miran.
Le explicaron a Amelia lo que había pasado, ella no se contuvo y lloró un poco, es muy sensible. Daniel fue a casa de los Pirse, quería ver cómo estaba Amelia.
Daniel: Hola, preciosa.
Amelia: -lo abraza. No entiendo, esto es mucho para mí.
Daniel: Tranquila, te entiendo. Sé que estás triste, tal vez no éramos muy cercanos a ella, pero es lo que queríamos, tal vez tenía problemas de los cuales no podíamos ayudarle.
Amelia: Yo sé que nunca les habían pasado cosas así, nosotros llegamos aquí y... Todo sucedió.
Daniel: Hey, un momento. No busques culpables, nadie se tiene la culpa y si esto tenía que pasar, tarde o temprano tenía que.
Amelia: Gracias por tus palabras, por permanecer conmigo.
Daniel: Creo que por eso somos pareja, no?
Amelia: Así es. Te quiero mucho.
Daniel: Y yo a ti.
Joel se encerró en su habitación, pensando. No podía creerlo, así que decidió ir a su casa, a casa de Esthela. La policía rodeaba la casa.
Policía: Hey, chico. No puedes pasar.
Joel: Era mi amiga, quiero verla.
Policía: Hace un rato se la llevaron a la funeraria. A todos los chicos que han venido les pregunto, ¿Eres Joel?
Joel: Sí, ¿por qué?
Policía: Es que... A un lado de ella, encontramos una carta que tenía de destinatario a un tal Joel. Así que decidí preguntarle a todos pero no había llegado, hasta ahora. Toma... -le entrega la carta.
Joel: Gracias.
Policía: Deberías preguntarle a sus familiares sobre el funeral.
Joel: Claro, gracias. -se va.
En el camino, Joel abrió la carta y empezó a leerla.
Querido Joel:
Esto es raro, tal vez ni siquiera leas está carta o tal vez nunca la encuentren, pero te escribiré. Desde que te ví, me pareciste alguien hermoso, por dentro y fuera, en el poco tiempo que platicamos, cuando nos sentamos juntos durante varias clases, supe que eras un joven excelente. Sólo quiero despedirme, sé que no vas a creer lo que estoy haciendo pero, tengo mis razones. Quiero confesarte que, tal vez sólo tal vez, estaba enamorada de ti. No tuve el valor de decirlo, porque después de lo que pasó, decidí alejarme, por mi bien, sabía que no tenía oportunidad contigo. Tengo muchos secretos, espero que todos se revelen. Espero que nos encontremos en la otra vida y ahí poder estar juntos. No me extrañes, lo digo pero, sé que nadie me extrañará.
Continuará...
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A falta de amor: La última llave.
De TodoEsta historia se basa en hechos reales. Estará llena de amor, mentiras, drama, hipocresía, incertidumbre, entre otras emociones que no te dejarán de perseguir. "Nunca te rindas, a veces la puerta del corazón se abre con la última llave entre miles...