A falta de amor: La última llave.

C-48 Rompimiento.

CAPÍTULO CORTO.

¿Saben? Nadie sabía nada de Silvana y Alejandro... ¿Por qué? No lo sé. Habían estado encerrados en su casa varios días, no habían salido. Sobrevivían de comida a domicilio y lo que tenían en su casa, pero, eso sí... Sin hablarse. Justamente este día, Alejandro había llegado al límite y tenía que confesar, así que se llenó de valor y fue a hablar con Silvana a su habitación.

Alejandro: ESTOY HARTO DE ESTA SITUACIÓN.

Silvana: ¿Qué te pasa? ¿Cómo se te ocurre entrar así y gritándome?

Alejandro: Voy a confesar todo lo que hiciste, me estoy volviendo loco aquí.

Silvana: No te atreverías...

Alejandro: CLARO QUE SÍ.

Silvana: TÚ ME AMAS.

Alejandro: Estás completamente loca.

Silvana: Si me delatas, te hundiras conmigo.

Alejandro: A estás alturas, ya nada me importa. TE ODIO.

Silvana: Bien, haz lo que quieras. -cierra la puerta en la cara de Alejandro.

Alejandro: NO SE VA A QUEDAR ASÍ.

Él fue a su cuarto rápidamente a juntar todas las pruebas que tenía, pasó una hora y estaba listo para ir a la fiscalía. Cuando estaba pasando por el cuarto de Silvana, decidió entrar... No estaban sus cosas, se había ido. Había escapado, Alejandro no lo creía. Había quedado como un estúpido, ahora sí hablaba, sólo él se perjudicaría. Empezó a romper cosas, prácticamente era su casa ahora, seguramente Silvana se había ido a vivir con sus padres a la ciudad. Estaba solo, tenía dinero, mucho, pero él sólo quería poder dormir tranquilo y eso sólo pasaría cuando ella estuviera tras las rejas, estaba completamente loca. Alejandro se estaba hundiendo en un vaso de agua, no podía creerlo aún...

Alejandro: ¿Qué haré? MALDITA SEA.

Rápidamente pensó en ir a la cárcel a hablar con Román, para decirle lo que había pasado. Sabía que Silvana no volvería, así que lo hizo, se puso en marcha, ella no se había llevado el auto, tomó las llaves y comenzó a irse.

Continuará...