—... y luego escupió toda la leche en su cara—No podíamos parar de reír por las anécdotas que relataba Bob en la sala, esa tarde Sofía nos acompañaba.Era viernes y todos estábamos en la lujosa sala de la casa/mansión intentando pasar un tiempo juntos sin insultos, ni peleas. Teníamos copas llenas de frutas frescas como botanas, les dije que sería mejor pedir pizza o comer papas fritas, Tom me apoyó, pero los demás se negaron rotundamente a romper su dieta "solo-comida-saludable-y-sin-gluten".
Elena se levantó de la alfombra y nos miró.
—Estoy aburrida—se quejó—. ¿Y si jugamos un juego?
—Juguemos a callarnos, tú comienzas—respondió Tom llevando una fresa a su boca. Elena le sacó la lengua y pensó un minuto.
—¡Ya sé! Juguemos a las escondidas.
—Ridículo—Matt rodó los ojos.
—A mí me parece una buena idea—contradijo Sofía.
—No se diga más—Matt se paró y guiñó un ojo a su chica—. Yo cuento.
—Dominado—susurró Cat por lo bajo.
Y en menos de tres minutos espíritu infantil se adueñó de nuestras almas.
Corrimos alegremente por toda la casa mientras Matt se tapaba los ojos y contaba hasta 20, dando miradas furtivas atrás para ver dónde nos escondíamos.
Elena, Bob y Sofia se dispersaron en la planta baja, mientras que Cat, Tom y yo corrimos escaleras arriba para ocultarnos, había olvidado toda esa adrenalina que se siente por no ser atrapada.
Todos ya estaban ocultos y yo no sabía en donde carajos meterme.
—...18, 19 y... 20 ¡Listos o no, allá voy!
—Mierda, mierda, mierda—grité/susurré abriendo la puerta de un cuarto.
Miré desesperada toda la habitación en busca de algo para poder ocultarme, y solo había una opción.
Debajo la cama.
Corrí y me agaché para levantar el edredón, y meterme abajo cuando vi unos brillantes cabellos dorados.
—Ya está ocupado, vete—susurró Tom como un niño pequeño que no quiere prestar sus juguetes.
—Ambos podemos entrar, muévete.
—No, yo encontré este lugar.
Tenía ganas de besarlo en los cachetes y golpearlo por la actitud tan infantil que tenía.
Las pisadas de Matt se escuchaban cada vez más cerca y me exalté.
—A la mierda.
Me escabullí bajo la cama, y para sorpresa mía, era muy angosta, así que le di una mirada de lástima y puse mis piernas a los costados de Tom y me senté a horcajadas sobre él. Apoyé mi cabeza en su pecho y pude escuchar los latidos de su corazón acelerado, mis brazos estaban sobre sus hombros.
—Qué parte de no...
La puerta se abrió interrumpiendo el parloteo de Tom. Matt pareció no haber visto nada y cerró a puerta de nuevo.
Suspiré aliviada y vi como Tom me miraba con el ceño fruncido. Era demasiado adorable ver como arrugaba su entrecejo y sus hoyuelos se marcaban.
Sentí que mi zapatilla se atoró en la pata del catre, así que empecé a moverme para que se liberara.
—Anne... no hagas eso, por favor—rogó Tom cerrando los ojos fuertemente y sosteniendo mi cintura para cesar mis movimientos.
—¿Hacer qué? Mi zapato se atoró en algo—seguí moviéndome molesta encima de él hasta que sentí algo raro en mi abdomen.

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Del Amor a la Fama.
RomanceMe limpié las lágrimas y decidí enfrentarlo. -Soy yo o todo tu show, tú decides. Anne necesitaba urgentemente un nuevo empleo para terminar de pagar sus estudios, pero jamás pensó que cuidar a unos mocosos le llevaría a tener un...