The Maze Runner (Newt y tú)

Capítulo 10

Ya ha pasado un mes, todo sigue igual, seguimos haciendo nuestro trabajo, cada día me sigue tocando uno diferente para poder adaptarme al que mejor se me dé. Los Clarianos siguen huyendo de mí cada vez que me ven, nunca se acercan a mí y evitan hablar conmigo, por suerte han dejado de mirarme mal. Los únicos que me hacen sentir integrada son Minho, Alby, Ben y Jack, pero sobre todo Chuck, él es el único que nunca suele separarse de mí si no es por el trabajo.

Mi estado mental está bien, pero mi salud no. No como, no duermo, lo primero porque nunca tengo apetito y lo segundo porque así evito tener los sueños dolorosos que la gente de CRUEL me hace tener.

He conseguido dormir media hora, pero no me sirve de nada, ya que tenemos que despertarnos todos para ponernos a trabajar. Me levanto de la hamaca frotándome los ojos por el sueño, no desayuno nada porque no tengo hambre, así que voy directa al grupo con el que está hablando Newt.

-Buenos días Newt, ¿puedes decirme qué tengo que hacer hoy por favor?- los Clarianos se dispersan yéndose a otro lado.

-Alguien ha despertado con el pie izquierdo hoy- dice dándose la vuelta, ya que he sido algo brusca.

-Lo siento, creo que ni siquiera me he despertado

-Tienes mala cara, ¿estás bien?

-Todos los días tengo mala cara, así que lo veo normal

-Hoy es tu día de suerte, te toca conmigo de nuevo- sin decir nada más, le sigo.

-Ya no es nueva, ha pasado aquí bastante tiempo como para que siga estando sola- dos chicos hablan apartados de nosotros, pero yo les escucho perfectamente, aunque intento ignorarles y pasar de largo, duele.

-Toma, tienes que plantar esto- me da una bolsa muy pequeña con semillas de tomates, me pongo a trabajar en el barro, que está un poco mojado porque ha vuelto a llover. Intento no agacharme para no mancharme de barro, aunque mis manos sí se manchan. Alguien me empuja por el culo aprovechando que estoy agachada y caigo de boca en el barro, llamando la atención de todos.

-¿Estás nerviosa verducha? Hoy viene un verducho nuevo que ocupará tu lugar- dice uno, haciendo reír a todos los demás.

-Rob, déjalo anda- dice Chuck al lado del huerto, me doy la vuelta asombrada por lo que acaba de pasar. Me siento fatal, siempre son así conmigo por más que yo intento integrarme.

-¿Qué pasa Chuckie? ¿Te gusta la verducha?- pregunta el tal Rob burlándose, sus amigos se ríen.

-Déjalo Chuck- le paro antes de que haga cualquier tontería, me levanto del barro mientras los demás ríen. Con las lágrimas a punto de caer, me quito algo de barro de mi ropa y salgo corriendo de allí. Acabo detrás de todas las cabañas, oculta ente ellas, llorando como nunca antes lo he hecho. Me duele todo, estoy harta de que me traten así cuando yo no les he hecho nada. Durante un mes entero he intentado ser yo misma, he intentado integrarme y ser una más, pero está claro que nunca seré una más para ellos.

Mi llanto se podría escuchar hasta más allá del Laberinto, pero me da igual, las lágrimas salen y salen y no hay quién las pare, al menos logro desahogarme del todo.

-Hey, ¿estás bien?- pregunta Newt apareciendo de la nada. Paro mi llanto de inmediato y le doy la espalda quitándome las lágrimas de la cara, todos los Clarianos ya me han visto demasiadas veces llorar y no quiero humillarme más.

-Sí, estoy muy bien- miento.

-No sé qué te pasa, pero sé que estás mintiendo- se sienta a mi lado y poco a poco me doy la vuelta para mirarle.

-¿Desde cuándo te preocupas por mí?- intento no ser borde, pero la pregunta me sale sola- Perdón

-No pasa nada- me dice- Soy bueno escuchando, cuéntame qué te pasa. Me preocupo porque hace días que estás mal, lo he visto

-No les gusto, me odian, huyen de mí y me tienen miedo, yo lo sé. ¿No has visto cómo tan solo con acercarme un poco se van corriendo? Estoy harta de que haya pasado tanto tiempo y ellos sigan sin quererme aquí. A ti también te incluyo en esto, todos dicen que el primer día eres brusco y agresivo con los verduchos, pero a ti no se te ha pasado conmigo todavía. Además tengo el miedo de cerrar los ojos y volver a ver esas imágenes tan espantosas que me han hecho ver los que nos han traído aquí- se queda callado, nos miramos directamente a los ojos.

-Lo siento, no tenía ni idea de que te sentías así- alarga su brazo, primero me aparto y él se para. Me paro y él sigue con su trayecto, su mano toca mi mejilla y me quita algo de barro que tengo en ella.

-No hace falta que te disculpes o que sientas lástima por mí

-No lo hago, solamente hubiera actuado de otra forma si hubiera sabido cómo te sentías- nos quedamos en silencio, nos miramos y él me quita las lágrimas de la cara, luego me aparta un mechón de mi pelo azul que se ha salido de mi coleta. Se acerca a mí, es un momento de tensión en el que ninguno dice nada pero ambos sentimos lo mismo en nuestro interior. No sé qué hacer, ni qué decir, por lo que me quedo quieta. Cuando nuestras respiraciones se mezclan, suena una alarma por todo el Claro.

-¿Qué es eso?- pregunto asustada, esa alarma la escuché cuando llegué.

-Ha llegado un nuevo verducho, vamos- me tiende la mano y juntos vamos hacia la Caja, ignorando lo que acaba de pasar.

Todos los Clarianos están ahí reunidos, por primera vez ninguno se aparta o huye cuando me ve, por suerte tienen toda su atención a la Caja. Gally y Newt la abren, y de repente se escucha el llanto de alguien. Cuando vemos de quién se trata, nos quedamos sin palabras.