Capítulo 31

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Me levanto del suelo y corro hacia Minho abrazándole.

-¿Eres idiota?¿Por qué lo has hecho eh?¿Por qué?- grita abrazándome fuerte.

-No podía dejarte aquí dentro Minho- digo con lágrimas en los ojos, me separa de él y me mira, después me abraza de nuevo.

-Buen trabajo, acabais de suicidaros- dice el asiático una vez me suelta.

-Espera, ¿qué?- pregunta Thomas-¿Qué ha pasado?- ambos nos agachamos junto a Alby.

-¿A ti qué te parece? Le han picado- mi mirada pasa de estar en Alby a estar en Minho, con los ojos abiertos como platos.

-¿Qué?- pregunto alarmada.

-¿Qué le ha pasado en la cabeza?- pregunta Thomas, tiene una herida ensangrentada.

-Hice lo que se tiene que hacer- responde Minho, de repente escuchamos el sonido de un Lacerador.

-Venga, ayudarme a levantarle- dice Thomas.

-Tenemos que irnos, el Laberinto ya está cambiando- dice Minho levantándose del suelo asustado.

-Oye, Minho- le llamo, él me mira- No podemos dejarle aquí

Entre Thomas y yo llevamos a Alby, mientras Minho nos lleva a través del Laberinto.

-¿Ahora hacia dónde?- pregunta Thomas.

-Sentarle, vamos a sentarle- digo, Thomas y yo con ayuda de Minho le sentamos en el suelo, apoyándolo en la pared. Volvemos a escuchar a un Lacerador.

-Esto no funcionará, tenemos que irnos- dice Minho levantándose- ¡Tenemos que irnos!

-Espera, ¿qué dices?- pregunta Thomas.

-Tenemos que hacer algo, tenemos que esconderle- aporto.

-¿Dónde?- pregunta el asiático.

-Yo qué sé Minho, pero tranquilízate- le digo.

-¿Estás diciendo que no hay ni un solo sitio donde llevarle?- pregunta Thomas.

Minho coge a Thomas de la camiseta y le estampa contra el muro del Laberinto.

-Escúchame cara fuco, ¿vale? Mira a tu alrededor, no hay adónde ir

-Minho, Minho tranquilo- cojo la muñeca del asiático intentando calmarle, funciona y suelta a Thomas.

-No lo pilláis, ya estamos muertos- dice Minho.

-No tiene por qué, yo sobreviví aquí dentro una noche. ¿Por qué no...?

-¡Me importa una mierda lo que tú hayas hecho! ¿Me entiendes?- su grito me sobresalta y por inercia, me echo para atrás.

Thomas mira detrás de nosotros y se levanta, mira al muro que tenemos detrás llenos de hiedra y enredaderas, el verducho nos mira a ambos, pero yo no le presto atención, me ha dolido que Minho me haya tratado así.

Me siento en el suelo, con la espalda apoyada en el duro muro de piedra, Minho y Thomas cogen a Alby y le atan varias enredaderas, le suben más y más en lo alto del muro.

-Tenemos que irnos- dice Minho cuando escuchamos el sonido de otro Lacerador, me levanto del suelo- Vámonos de una vez, tenemos que irnos

-Solo un poco más- dice Thomas, ambos sujetan la cuerda que les ayuda a subir a Alby.

-No, no, no- dice Minho.

-Minho quédate conmigo- suplica Thomas, mi mente da un vuelco y tengo que apoyarme de nuevo en el muro para no caerme.

-CRUEL es buena- dice la voz de una mujer en mi mente, la de la mujer rubia.

-Vas a volver a ser nuestra, cueste lo que cueste...- miro al cielo, que apenas se ve con los grandes muros. Me resbalo hacia el suelo mareada, no siento mi cuerpo.

-No te haremos daño Blue, eres nuestra favorita- dice de nuevo la mujer, el eco en mi cabeza es tan fuerte que por un momento pienso que me voy a desmayar.

-¡Minho!- grita Thomas devolviéndome a la realidad. Miro a mi alrededor aturdida, Minho se ha ido corriendo. A lo lejos, en el pasillo de al lado, veo a un Lacerador.

-Thomas tenemos que irnos, se acerca un Lacerador- me levanto intentando no perder la calma.

-Corre, corre y sálvate, te encontraré- me dice.

-No te voy a dejar solo

-¡Corre! Por favor corre, estaré bien y tú también- me suplica, asiento y empiezo a correr a algún lado. Corro entre pasillos y pasillos, hasta que de repente mis piernas me fallan y caigo al suelo de boca. Mi cabeza comienza a dar vueltas de nuevo.

-Ahora estás sola, no tienes a nadie... Tus amigos no están contigo, Newt no te quiere ni lo va a hacer...

-Te equivocas- les respondo con seguridad.

-No, con ellos eres mucho más fuerte, pero sin ellos no eres nada...

Un dolor en el cuerpo me inunda y no puedo evitar gritar, el dolor para de repente y a lo lejos, veo a un Lacerador. Me levanto del suelo lo más rápido que puedo y corro, intentando que el bicho me pierda de vista.

Mi barbilla y mis manos arden, estoy segura de que tengo una herida porque la boca me sabe a sangre. Por suerte mis manos no están heridas.

En pocos segundos, el Lacerador me pierde de vista. Al querer mirar para atrás y afirmar que el Lacerador no me sigue, me choco con un muro que tengo delante haciéndome daño. Me quejo en el suelo, pero entonces veo que ese muro también tiene enredaderas y hiedra. Me subo a ellas y consigo llegar arriba del todo, me tumbo en el suelo respirando deprisa por todo lo que he corrido.

-¡Blue! ¡Corre!- grita Thomas a lo lejos, salta de muro en muro en lo alto de ellos, está siendo perseguido por un Lacerador. Me levanto corriendo y ambos corremos y corremos, hasta que casi caemos al vacío. Eso me recuerda a lo que me contó Newt sobre su pierna.

-Tenemos que saltar- le digo, por suerte el muro que tenemos delante tiene enredaderas y hiedra.

-¡Ya!- saltamos y nos cogemos en las plantas, el Lacerador salta también y está justo encima de nosotros. Con una de sus patas metálicas, intenta picarnos, pero no lo logra ya que impacta contra el muro entre ambos.

Nos caemos con un fuerte golpe al suelo, enredados en aquellas plantas, conseguimos deshacernos de ellas y corremos mientras el Lacerador se queda atrapado.

De repente, chocamos con Minho, me alegro de haberlo visto pero eso no quita lo que me ha hecho.

-Estáis como una puta cabra. Seguirme, vamos- dice el asiático, corremos detrás suya, queriendo que sea ya de día para poder salir de ese infierno.

The Maze Runner (Newt y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora