Atenas, tenía un solo propósito y era atracar la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y desaparecer con sus millones, pero no todo sale como espera cuando se enamora y rompe la primera regla del profesor.
❛Al fin y al cabo el amor es una buena razón...
He pasado toda la tarde con Andrés y Sergio, hemos jugado, bailado, cantado... Menos este último que es muy soso. Ahora nos encontramos cenando.
- Coco, mira es importante que ellos no sepan que nos conocemos, no pueden saber que Andrés es mi hermano, lo que podéis hacer vosotros es decir que sois hermanastros y que vuestro sueño es atracar la fábrica de moneda, no se algo así. - Dijo Sergio nervioso, acerqué mi mano a la suya y la agarre con un poco de fuerza.
- Vale tu eres el profesor, tú mandas hermanito.
- Mañana vendrá el resto de la banda, a las 9 a.m te quiero allí ¿vale? - Asentí con la cabeza y sonreí, no creo poder levantarme a esa hora pero bueno...
- Piccola, come, no has comido nada por eso estás tan delgada pareces un espagueti. - Solté una carcajada y me levanté de la mesa, al llegar a las escaleras me di la vuelta y le respondí.
- Esto. - Dije mostrando mi cuerpo con mis manos. - Se le llama cuerpazo hermano, no soy un espagueti ¿Queda claro? Bueno me voy a dormir que mañana hay que madrugar. - Mañana va a ser un largo día de eso no hay duda, subí las escaleras y me dirigí a mí habitación. Al llegar me tiré a mi cama e intente conciliar el sueño.
- Alegría, fiesta e ilusión, mañana será un gran día. Y con estos pensamientos me dormí.
***
Cada día le estoy cogiendo más cariño a mi cama. ¿Que hora será ahora? Mi móvil joder ¿donde está? A ver que hora es las 9:45 a.m dios llegó 45 minutos tarde, me va matar, esta vez no salgo viva de esta. Ufff tengo que darme una ducha y cambiarme ¿Que me pongo? Ya se. Después de 15 min tiempo record voy hacia clase.
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Sin duda el mejor outfit bajo presión del mundo cogí mi pistola por si acaso y me la metí en un bolso. Sergio me va a matar. Al llegar al "aula" suspiré y entré.
- Hola, buenos días. - Dije entrando a clase y llendo directa a donde mi hermano, al estar enfrente suyo me senté encima de las piernas de Andrés, este me sujeto de la cintura y apretó un poco en señal de que estaba muerta y tenía razón Sergio me asesinaba con la mirada.
- Llegas. - Dijo mirando su reloj. - 1 hora tarde ¿Ha pasado algo?
- Que sí ha pasado... Pues sí que la cama no me soltaba, no es mi problema que sea tan cómoda. - Todos los presentes rieron.
- Que no se vuelva a repetir. - Dijo Sergio suspirando.
- Bueno me voy a presentar. - Me levanté de las piernas de Andrés y me acerqué al profesor. - ¿Números, planetas o ciudades?
- Ciudades. - Respondió Sergio.
- Bien perfecto, me llamo Atenas y soy la siguiente al mando.
