ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ 16

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ATENAS POV

- Atenas ven aquí - Me llamo Berlín, me acerque a él y me guió a su oficina.

- Andrés tengo que hablar contigo.

- Yo también tengo que hablar contigo. - Al llegar a su despacho se sentó en una silla y yo repetí su acción.

- Bien, conociéndote te estarás preguntado, que si conozco a la inspectora Murillo. -Asentí con la cabeza y saque un cigarrillo.

- Primero de todo, no me detengas, cuando termine de hablar me dirás lo que quieras. - Asentí otra vez con la cabeza y Andrés suspiró.

- Bien, yo no he tenido 5 divorcios sino que 6, la sexta es Tatiana y la quinta es Alicia Sierra, la conocí en una fiesta, estaba preciosa, sus ojos verdes, su pelo anaranjado una diosa, la invite a una copa, esa noche una cosa llevo a la otra y tuvimos sexo, después de eso nos volvimos a ver y así hasta que pasó un año, nos casamos y se quedó embarazada, ella no quiso tener un bebé, pero yo insistí en que no abortara, aceptó pero me dijo que cuando nazca nuestra hija la daríamos en adopción yo acepté, claro era mejor que estuviera viva a muerta, tenía pensado buscar a mi Piccola cuando pasase el tiempo a los dos años de relación me dejó, en aquel momento vi una oportunidad para buscar a mi hija y eso hice, yo y Alicia la llamamos Chanel, no podíamos ponerle nuestros apellidos por seguridad ya que éramos dos delincuentes muy buscados y le pusimos Lassare, y mi hija eres tú Chanel de Follonosa Sierra. - Me quede perpleja como es posible que la persona que siempre pensé que era mi hermano sea mi padre. - Y déjame decirte hija que eres clabadita a mí porque a Alicia no te pareces nada, bueno si en tu carácter y tu mirada fría, Raquel Murillo es la mejor amiga de tu madre y también es una razón para que Alicia no te abortara, estuvo con nosotros los nueve meses y te preguntarás porque te suena su cara, pues cuando tenías 5 años ella vino a vernos y se quedó toda la tarde contigo. -Cómo es posible que mi vida de 180 grados en x tiempo, Andrés es mi padre, mi madre nunca me quiso y Raquel Murillo es la razón para que yo viva.

- Hija, yo no podía decirte que eras mi hija porque en aquel momento toda la mafia China estaba pisandome los talones y no podía ponerte en peligro, espero y me perdones algún día. - Yo miré a Andrés y pequeñas lágrimas salian de sus ojos yo estoy igual o peor que el.

- En todo este tiempo he intentado protegerte, de todo mal. - Asentí con la cabeza y me levanté, Andrés repitió mi acción y me acerqué a él, le di un abrazo y empecé a llorar en el hombro de mi padre.

- Sabés, de pequeña siempre quise decirte papá.

- Y yo siempre quise decirte hija, mi pequeña princesa. - Rompió el abrazo y me beso la frente.

- Andr... Papá ¿Alicia donde está ahora? ¿La has vuelto a ver? - Mi padre suspiró y asintío con la cabeza.

- Me volví a encontrar con ella hace unos meses, resulta ser que se ha casado, pero como siempre nuestra tensión sexual nunca murió y tuvimos una noche inolvidable. - Asentí con la cabeza y me senté de nuevo en la silla.

- ¿Porqué?

- El que. - Me pregunto Andrés.

- ¿Porque me lo dices ahora? Cuando te faltan pacos meses de vida, cuando estamos en medio de un atraco y justo cuando aparece la inspectora. -:Mi padre se arrodilló delante de mi, cogió mis manos les dio un beso y suspiró.

- Pequeña, eres igual de curiosa que tú madre, no estába listo y cuando vi a Raquel tuve miedo de que ella te lo contará.

- ¿Como es ella?

- Preciosa, ojos verdes como dos esmeraldas, parecidos a los tuyos, su pelo anaranjado que le llega hasta la cintura, 1,70 m de alta, labios finos, preciosa sin duda y aún con los años sigue conservándose a la perfección. - Asentí con la cabeza mientras me imaginaba a la mujer que me dio la vida.

Mi Plan No Era Enamorarme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora