ATENAS POV.
Habíamos trasladado a Moscú a la sala de descanso, yo estaba sentada alado de el mientras le acariciaba la frente, se ha vuelto una persona muy importante para mí y no soportaría perderlo.
- Vamos dejarlo descansar. - Dijo Berlín a todos. - Denver tu termina de limpiar el baño, Helsinki ve a vigilar a los rehenes y Atenas conmigo. - Me levanté y seguí a Berlín a su despacho.
- Y bien ya me tienes aquí, me puedes explicar que coño te pasa, por qué ya no te conozco Andrés. -Este se sentó en la silla giratoria y yo me quedé parada delante de el. - Piccola Estoy muy estresado, el plan de Sergio no puede salir mal, porque a la mínima que haya un fallo nos vamos a la mierda, he mandado a ejecutar a esa rehén por qué tenía en móvil, y tú piensas como yo y estoy seguro que si estuvieras al mando y la hubieras pillado, harías lo mismo que hice, porque pequeña has crecido conmigo y la sangre fría te corre en las ventas igual que a mi, sabés al fin y al cabo no hay tanta diferencia entre tú y yo querida. - Me quede mirandolo y pensando es sus palabras, ¿Haría lo mismo que Berlín? Sería capaz.
- Y si eres capaz, a cuánta gente has matado en tu corta vida, yo creo que más de cien, recuerda somos así tú y yo somos así dos monstruos encontrados en este mundo. - Salí de allí dando un portazo a la puerta y baje las escaleras enfadada Berlín tiene razón soy una asesina, pero no haría los mismo con Mónica ella estaba embarazada. Al llegar a la galería me acerqué a Helsinki y Nairobi.
- ¿Que pasa? ¿Berlín dicho algo malo? - Me pregunto Helsinki preocupado, negué con la cabeza y esta vez esta pregunto Nairobi.
- Atenas, cariño pasa algo, has ido a hablar con él y has vuelto blanca. - La mire y pude ver sus preciosos ojos llenos de preocupación, y en aquel momento olvide el porque estaba mal y solo me quedé embobada mirándola.
- ¡No abrás las puertas Moscú! ¡Moscú! -Grito Helsinki me di la vuelta y vi a Moscú dirigiéndose a la puerta le tiré mi máscara a Nairobi ya que la suya no la tenía en mano y fui a por otra agarre mi M-16 y me puse al chaleco anti-balas me acerqué a la puerta, estábamos, yo, Helsinki y Oslo apuntando fuera.
-¡Joder papá! - Me acerqué al botón para cerrar la puerta, pero sentí un fuerte dolor en el bazo que hizo que callera al suelo, consiguieron cerrar las puertas y dirigí mi mirada hacia Moscú y Denver estaban tirados en el suelo y cuchicheando cosas que no llegue a escuchar.
- ¡Atenas! ¡Atenas joder! - Nairobi vino corriendo y puso mi cabeza encima de sus piernas.
- Que llevo el chaleco antibalas. - Asintío con la cabeza y tomo mi cara entre sus manos.
- Hija, hija estás bien, yo lo siento, todo a sido mi culpa yo no debí abrir la puerta. -Dijo con lágrimas en sus ojitos.
- Que no pasa nada joder estoy bien. -Dije intentando quitar todo rastro de dolor de mi cara.
- Hermanita ¿Estas bien?. - Asentí con la cabeza y oí los gritos de una rehén y después pasos acelerados.
- Señorita Atenas se encuentra bien. - Dijo Agnés llorando.
- El chaleco ha parado la bala no hay de que preocuparse, bien ahora vuelve con los rehenes, Denver levantame, Nairobi no te preocupes estoy bien y Moscú no ha sido tú culpa. - Este asintió con lágrimas en los ojos y mire a Nairobi y estaba llorando y sujetando su collar.
- Tía para de llorar que no me muerto.
- Calla no digas eso, Vamos a la sala de descanso. - Me levanté con dificultad y me quite el chaleco. Al llegar me senté en el sofá y suspiré, quién lo diría podría haber muerto dos veces en esta semana, me puse a reír y suspiré, la muerte no me da miedo simplemente me jode no vivir como yo sé vivir.
- Voy a ir a por agua ahora vuelvo. - Asentí con la cabeza y me puse a mirar mi rifle, pensaba en todo lo ocurrido estos días en la fábrica, muchas cosas en tan poco tiempo.
- Atenas... - Levanté mi cabeza y era Nairobi, le hice una seña para que se sentará alado de mi, esta se acercó y me quito el rifle de las manos y me pasó la botella.
- Dime Nairobi. - Suspiré y me tape la cara con las manos, todo se está yendo a la mierda.
- Escuhame, entiendo cómo te sientes ahora, pero todo saldrá bien vale. - Mire hacia la cámara de seguridad que había y suspiré con lágrimas en los ojos.
- Nairobi, han mandado a ejecutar a una puta rehén y encima creo que estaba embarazada, ya no reconozco a mi hermano. - Me acerqué e a ella y le di un abrazo mientras lloraba. - Y encima... T-tu m-me has d-dejado. - Susurré en su oído para que solo ella me escuchará. Ella me abrazo con más fuerza mientras me susurraba cosas para tranquilizarme.
- Hablaremos de eso más tarde, ahora tranquila y intenta dormir. - Asentí con la cabeza y me acosté en el sofá poniendo mi cabeza en sus rodillas, ella me acariciaba el pelo y yo esboce una sonrisa.
- Te amo Nairobi. - Susurré inaudiblemente, a los pocos minutos mis ojos empezaron a pesar.
- Te amo Atenas. - Susurro Nairobi y se levantó, me tapo con la manta y escuché sus pasos alejarse.
¿Sugerencias?
¿Que os parece la reacción de Agnés?
¿Nairobi llegará a sentir celos?
Gracias por leer mi historia 💜💜💜
Os quiero.
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Mi Plan No Era Enamorarme
FanficAtenas, tenía un solo propósito y era atracar la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y desaparecer con sus millones, pero no todo sale como espera cuando se enamora y rompe la primera regla del profesor. ❛Al fin y al cabo el amor es una buena razón...