Temporada 3 capítulo 15

767 57 18
                                    

NAIROBI POV.

Me encontraba derritiendo el oro y de repente sentí una presión en mi pecho.

- ¿Nairobi, que te pasa? - Preguntó Bogotá acercándose a mí.

- No lo sé, una presión en mi pecho y joder duele... - Me senté el suelo y me dieron una botella de agua.

- Gracias... vuelve al trabajo Bogotá. - La puerta del ascensor se abrió y de allí salió Río.

- ¡¡NAIROBI!! ¡¡Ven aquí!! Chanel... - Rápidamente me levanté del suelo y me dirigí al ascensor.

- ¿Que le ha pasado Río? ¿Esta bien verdad? ¿Le ha pasado algo al bebé? - Este negó con la cabeza y yo suspiré. - ¿Está bien?

- El bebé está bien, solo que se ha desmayado y no para de decir tu nombre.

- Río... Le han hecho otra cosa a Atenas aparte de lo que contó. - Este bajo la cabeza y hecho su rifle para atrás.

- Nairobi no lo sé, estuvo tres años con esas personas, no se qué le han hecho... Ella no me ha contado nada, aparte de lo que ya sabéis... Alicia le ha arruinado la vida a su propia hija.

- Alicia es la culpable de cada cosa que le está pasando a Atenas. - La puerta del ascensor se abrió y yo salí.

- Esta en el despacho de antes. - Empezé a correr y al llegar Palermo se encontraba allí.

- ¿Puedes salir? - Asintió con la cabeza y se marchó. Me acerqué a Chanel y le tome la mano.

- Aquí estoy amor, no te preocupes. - Miré su pancita y sonreí. - Sabés estás muy guapa con tu pancita abultada... Espero y me dejes estar contigo hasta que tengas el bebé, hasta que la muerte nos separe, toda la vida como me prometiste tantas noches cuando estábamos juntas. - Empezó a abrir sus ojos y yo le acaricié el rostro.

- ¿Estás bien? - Asintió con la cabeza y se levantó.

- Descansa, por favor. - Yo me levanté y me acerqué a una libreta, cogí un bolígrafo y escribí lo siguiente.

Atenas, no digas nada... Solamente lee, pensamos que Alicia Sierra os han introducido a ti y a Río un micrófono, ¿Y te preguntas como lo han conseguido? Pues porque lo tienes en tu cuerpo cariño, vamos a extraertelo y por eso tienes que colaborar amor.

- Si, descansaré. - Me acerqué a ella y le di un beso en la frente.

- Me tenías muy preocupada Atenas. - Ella me sonrió y me senté alado de ella.

- No te preocupes, son síntomas del embarazo... Esto Nairobi, conocí a Gandía. -Dijo incomoda. - Y... No he podido hacerle nada. - Solté una carcajada y la abrace.

- Amor, no mi interesa lo que él diga, déjalo solo es un enfermo... Cuando pase esto no lo volveremos a ver en la vida. - Ella me sonrió y tomo mi mano.

- Intento alejarme de ti para no hacerte sufrir, pero eres como un imán que me atrae a ti Nairobi.

- Amor... Si te alejas de mi es cuando me haces daño, cuando estás conmigo ya no me importa nada. - Ella me abrazó y escuché su llanto.

- ¿Porque lloras? - Pregunté preocupada.

- Porque necesito ayuda... ¿Estarías dispuesta tu y nana a ayudarme? - ¿Nana?

- Amor claro que estoy dispuesta ¿Pero amor quién es nana? - Ella sonrió y apoyo su cabeza en mi brazo.

- Nana es la mujer que conocí antes... Me ha caído bien. - Sonreí al recordarla.

- La mujer que dijo que éramos novias. - Ella asintió con la cabeza y sonreí.

- Es una buena mujer.

- Nairobi, tienes trabajo. - Solté un bufido y la miré con un puchero.

- Quiero quedarme contigo, hace tiempo que no te veo y ahora que estamos... Bien no me quiero alejar.

- Pues me vengo contigo... - Se levantó de su sitio y me tendió la mano.

- Hace mucho calor allí. - Se encogió de hombros y sonreí.

- Tu tan terca como siempre. - Me levanté del sofá y nos dirigimos a la puerta.

- Nairobi, me siento incomoda con este vestido... Tenéis algún mono de sobra. - Al escucharle decir eso asentí feliz.

- Claro, ven conmigo. - Nos dirigimos a la sala de descanso y al llegar le di un mono. - Toma cariño.

- Nairobi, podemos ir al baño para yo cambiarme.

- Si claro. - Nos fuimos al baño y en el camino le tome la mano. Al llegar Atenas entro a un cubículo.

- Atenas, ¿Nuestro bebé está bien? -Pregunte mirándome en el espejo. Pasaron los minutos y abrió la puerta.

- Nairobi... - Dijo Atenas llorando, se sorbo la nariz y yo me acerqué a ella.

- Porque lloras. - Me abrazó con fuerza y yo sonreí. - P-porque t-tu aceptas al bebé y...

- Amor.... Pues claro que sí, en nuestro pequeño. - Puse mi mano en su vientre y sonreí.

- Te amo Atenas.

- Y gracias por eso Nairobi.

- Atenas, Atenas de mi corazón ven aquí anda. - Le di un abrazo y bese su frente.

- Como piensas llamarlo o llamarla. - Dije rompiendo el abrazo y acariciándole el pelo.

- Si es niña se llamará Alexia como su hermanito Axel y si es niño se llamará Alex. - Al escuchar los nombres que ha elegido para nuestro pequeño yo la abrace con fuerza.

- Gracias... Sabes Atenas siento que estoy en un sueño.

- Nairobi no hay de que todo por tu felicidad. - Me acerqué a sus labios para besarla pero ella se alejó.

- Vamos a trabajar ¿No? 

- Claro que si, me sorprende que te guste ahora el mono. - Puso mala cara y yo sonreí.

- Aún no me gusta... - Dijo susurrando como si fuera un gran secreto lo que me acaba de decir.

- Te amo Milán, Atenas o Chanel... Gracias por volver a mi vida.



Corto lo sé, pero he tenido que salir y no me ha dado tiempo a hacerlo largo.

Gracias por leer os amo a todos/as ❤️.

¿Queréis cap hoy? (Es broma os prometo que mañana subiré cap)

Mi Plan No Era Enamorarme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora