ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ 24

1K 73 10
                                    

NAIROBI POV.

Salí de la sala de descanso decidida a buscar a Chanel, me tiene muy preocupada, y la verdad ya no entiendo porque está así, me dirigí al baño y no había nadie, fui a donde estaban los rehenes y tampoco estaba. Joder donde coño estará, fui hacia el despacho donde me preparo la sorpresa y la encontré allí, me acerqué rápidamente ya que se veía pálida.

- Chanel... -Me miro y en su mirada veía terror como si le hubiera pasado algo fuera de lo normal, a los segundos de desmayó y yo me acerqué corriendo, intenté abrir la puerta pero estaba cerrada con pestillo.

- ¡¡Joderrr!! ¡¡Berlín!! ¡¡Berlín!! - A los segundos escuché fuertes pasos venir hacia mi.

- ¿Que quieres? No os he dicho que estaré ocupado, ¿Qué coño pasa ahora? - Lo miré mal y suspiré

- Pues mira siento cortarte el polvo, pero tú Hija está detrás de esa puerta, desmayada y encima está la puerta cerrada con pestillo y no puedo entrar, o sino ni me molestaría en llamarte. - A Berlín rápidamente se le cambió la cara a una de preocupación y se acercó a la puerta.

- Piccola, despierta vamos. - Al no escuchar nada por parte de Atenas empezó a forcejear con la puerta. - Hija vamos despierta.

- Rompe el pomo, vamos es la única solución para poder entrar. - Berlín sacó su pistola y con la parte trasera de esta rompió el pomo, entre rápidamente y me arrodille alado de Atenas.

- Hee vamos despierta. - Dije con lágrimas en los ojos.

- ¿Porque está en esta situación? - Me pregunto Berlín cogiéndola en brazos, me levanté y fui detrás de él.

- No lo se, yo solamente pasaba y vi como se desmayó.

- Joder. - Berlín aceleró su paso y fue hacia la sala de descanso, al llegar estaba toda la banda.

- Mueve el culo vamos. - Le dije a Denver que estaba sentado en el sofá.

- ¿Pero que le ha pasado? - Dijo Moscú acercándose a ella.

- No lo se, no lo se joder.

- No se como la ha podido poner el profesor en el atraco. - Dijo Tokyo bufando. - Si a la mínima se desmaya o le entra un yuyu de esos.

- Pues, porque ella es inteligente y sabe cómo sacar a la banda de los problemas, no se precipita a hacer lo que le sale del coño como tú, ella piensa en todo antes de dar un paso. - Le dije enfadada.

- Nairobi, no me jodas, ¿Te has enamorado de la niñita? - Yo suspiré y me acerqué a ella.

- Ya, ya joder ahora no estamos pa' tonterías. - Dijo Denver alejándome de Tokyo.

- De verdad flipo con vosotros. - Tokyo salió dando un portazo y Río fue detrás de ella, yo me acerqué a Atenas y puse mi mano en su frente por si tenía fiebre.

- Vamos, levántate por favor. - A los segundos la sala de descanso se quedó vacía y Chanel empezó a abrir los ojos.

- Chanel ¿Estás bien? Le acaricié la mejilla y ella asintío. - Me tenías muy preocupada, dios no me vulvas a hacer eso cariño. Ella sonrió y se levantó, yo me acerqué a ella y la abrace puse mi cabeza en el hueco de su cuello y inhale su colonia Dolce & Gabbana.

- Me haces cosquillas. - Dijo riendo yo sonreí y le di un besito.

- Me has preocupado muchísimo. - Nos separamos y ella sonrió.

- No te preocupes, lo que pasa es que llevo dos días sin dormir y bueno será el cansancio.

- Pues hoy haré tu guardia y dormirás. -Negó con la cabeza y yo hice un berrinche.

- No, porque tú también tienes que descansar, y no acepto un no por respuesta. - Asentí con la cabeza y sonreí.

- ¿Que pasa? ¿Tengo algo en la cara?

- Que te he echado de menos y que no puedo estar más de un día alejada de ti Atenas.

- Yo también Nairobi. - Escuchamos como se habría la puerta y nos separamos.

- Tenéis que ver esto. - Dijo Denver cabreado, yo y Chanel nos levantamos y fuimos detrás de él, llagamos a un despacho y había una tele.

- Han detenido al profesor. - Yo miré la tele y allí estaba el profesor delante de la casa de Toledo.

- No imposible. - Susurré en voz baja y se me vino a la mente Axel, mi hijo. - No, no, no. - Sentí una mano en mi hombro y no hizo falta darme la vuelta para saber que era Chanel, seguí mirando la tele y de repente la señal se cortó.

- Joder, no quieren que sepamos lo que está pasando. - Dijo Río.

- Exacto y eso significa que van a entrar, podemos estar aquí sentados cinco horas o poner en marcha el plan Chernóbil que para mí cabeza cada vez suena mejor.

POV ATENAS

Al escuchar a Tokyo decir eso mire a mi padre sería y este negó con la cabeza, no podemos poner el plan Chernóbil en marcha, ya que solo es para situaciones extremas y la verdad está no es una.

- El plan Chernóbil es para situaciones desesperadas y francamente no sé si esta es la situación más desesperada que podemos afrontar ¿Lo es? - Dije mirando a Tokyo. - Aviso, es un plan en el que perderemos todo el botín.

- Yo personalmente no tengo ninguna gana de renunciar, ¿Y tú? ¿Renunciara ahora a todo lo que has luchado durante meses Tokyo?

- Chicos tienen al profesor. - Dijo ignorándome por completo, me saque un cigarro y cuando quise encenderlo Nairobi me lo quito, yo arquee una ceja.

- Antes dijo Berlín, que era malo para ti. - Yo sonreí y negué con la cabeza.

- No, ya sabes que es un exagerado. - No tengo porqué decirle que tuve leucemia hace unos años por fumar, no quiero preocuparla.

- No va a ver ningún túnel en el hangar, porque van a estar los putos geos esperándonos ¡Estamos en una puta ratonera!

- Dentro de cinco horas el profesor va a llamar yo sigo confiando en el. - Dijo mi padre con seriedad. - Es más, no me apasiona la democracia, pero me están entrando unas ganas locas de votar ¿Quién sigue creyendo en el profesor?

- ¿Helsinki? - Preguntó mi padre serio.

- Yo creyendo en profesor.

- Río. - Me miró y yo aparte mi mirada, se que va a estar con Tokyo.

- Yo creo en lo que veo y lo que veo es que ya no podemos contar con el profesor, estoy con Tokyo. - Respondió Río.

- A tumba abierta. Me burle yo, - Tokyo me miró sería y yo le sonreí.

- ¿Moscú?

- Yo entre aceptando unas reglas y las reglas no se han quebrantado, sigo confiando en el profesor.

- ¿Denver? - Dirigí mi mirada a él y este solamente la aparto.

- Yo voto a salir, pero ya, que eso de ser millonario como que se me queda un poco grande.

- ¿Atenas? - Dijo mirándome mi padre.

- Yo... Lo siento. - Miré a mi padre y este me miró incrédulo. - De verás pero yo estoy con... - Mire ahora a Tokyo y esta sonrió con arrogancia. - Estoy con el profesor. -Rápidamente se le borro la sonrisa.

- Me lo imaginaba, pero no estamos para bromas Fligia.

- Bien Nairobi tu decides. - Yo miré a Nairobi y esta me miró.

- Yo tengo una muy buena razón para estar con el profesor y si no salta en pedazos voy a estar con él hasta el final, estoy con Berlín. - ¿Cual es la razón para que Nairobi confíe tanto en Sergio?



Gracias por leer ♥️♥️♥️
Os quiero mucho, hasta mañana.

Mi Plan No Era Enamorarme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora