ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ 27

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Atenas POV

Estaba yo y Nairobi en nuestro despacho hablando de cosas tribales hasta que alguien tocó la puerta.

- ¿Se puede? -escuche la voz de Denver desde la otra parte, mire a Nairobi y suspiré.

- Mi amor, no le tengas rencor, estaba cegado por el momento. -Asentí con la cabeza y suspiré.

- ¡Entra! -Dije casi gritando, Denver abrió la puerta y asomó la cabeza, si no estuviéramos peleados me reíria, pero no, Denver a perdido toda la confianza que le tenía, ahora no creo volver a comportarme con el como antes.

- Berlín, os llama vamos. -Me levanté y le tendí la mano a Nairobi para que se levantará.

- Gracias.- le sonreí y me dirigí a la puerta.

- Atenas yo... - Denver intento disculparse pero pase de el, al llegar al despacho estaba toda la banda menos Tokyo, mire a mi padre y suspiré.

- Ti avevo detto di non sfuggire di mano (Te dije que no se te saliera de las manos)

- Oh andiamo ad Atene, faresti lo stesso di me (Oh vamos Atenas harías lo mismo que yo) - Suspiré y me senté alado de Nairobi que ya había entrado.

- Ripeto, non sono come te, ma l'idea è allettante... (Te lo repito no soy como tu, pero la idea es tentadora...) - Mi padre soltó una carcajada y yo sonreí.

- Berlín ¿Para que nos has llamado? - Pregunto Moscú impaciente.

- Tokyo perdió la cabeza, no aguantó y no es fácil, pero no he tenido más remedio que entregarla, daos las manos porfavor. - Le tendí mi mano a Nairobi y ella la acepto encantada, miré quién tenía alado y era Helsi, le sonreí y le sujete la mano.

- Estamos aquí jugándonos la vida no hace falta tanto valor para tomarse las manos. - Dijo mirando a Río, al no recibir respuesta alguna, mi padre suspiró y siguió hablando.- Cuándo se produce una herida, las plaquetas se unen para cerrarla, si no lo hacen el cuerpo finalmente muere, se ha producido una herida y tenemos que unirnos. - Nairobi apretó mi mano y yo la mire.

- Berlín esta loco, como puede entregarla, nos puede delatar. - Dijo casi gritando.

- Mi amor eso no pasará, tranquilízate. -le acaricie la mano con mi pulgar y asintió.

- ¿Pero que coño estás hablando de plaquetas? -pregunto río enfadado.

- Río... -dije yo y mi padre en un susurro.

- ¿Que os creéis? ¿Los líderes de un secta? ¿Que vais a viajar todos de la manita al espacio con estos dos Monstruos? -Dijo con sarcasmo.

- Río es preciso que te tranquilizes, ahora mismo. - Habló mi padre empezandose a cabrear.

- No, no me tranquilizo, has mandado o Tokyo a la cárcel , no tengas los Santos cojones para pedirme que me tranquilice. Ella es MI Novia... Y tu vas con tu hija y le jodeis la vida. - Suspiré y me levanté es hora de hacerle abrir los ojos al pequeño.

- ¿Novia? ¿Sabés lo que es? - Asintió con la cabeza y yo sonreí. - Yo también se lo que es, escucha: Persona que mantiene una relación de amor con otra, especialmente cuando tiene intención de casarse o de vivir en pareja con ella, la pregunta es ¿Tokyo tiene esas intenciones aparte de follar contigo? - Río apretó los puños y se acercó a mí, levantó su puño y cuando esté se acercó a mi rostro yo le hice una llave que lo dejo tirado en el suelo. - No juegues con fuego que te puedes quemar pequeñín. - Le susurré en el oído y le di un besito en la frente.

- ¡¡Enfermaaa!! ¡¡Suéltame!! - Solté una suave carcajada que hizo que se le erizarán los pelos de su brazo.

- Que no se vuelva a repetir ¿Queda claro? -volví a susurrar en su oído.

- ¡¡Suéltame!! - Me levante y me senté en mi sitio.

- Ohh por favor sigamos con la reunión ¿Señor Berlín al final que vamos a hacer con mi hijo Aníbal? La verdad estoy muy preocupada por su salud.

- Fligia, déjate las bromas anda, que me toca a mí. - Sonreí y asentí, me saque un cigarro pero Nairobi me lo quito.

- Nairobi jod....

- Shhhh, es por tu salud más adelante me lo agradecerás.

- Es el primer amor, estás a final de verano y te despieces de Susan en la Costa Azul, parece el fin del mundo pero no lo es. - Dijo mi padre refiriéndose a Susan mi ex novia que conocí en Costa Azul.

- Que te calles la puta boca psicópata de mierda. - Grito Río con enojo. - No tienes ni puta idea de lo que estás diciendo.

- Ohhh déjame decirte que si que tengo idea, ¿O si no pregúntale a Atenas? - Miré a mí padre con seriedad y se rió.

- ¿Vale? ¿Hay alguien aquí que no esté loco? ¿Moscú? -Grito Río.

- ¿A ti te parece bien lo de Tokyo? - Pregunto Moscú con algo de incómodidad. - Hijo perdió los papeles, lo vimos todos.

- ¿Nairobi? - Esta lo miro incrédula y bufo.

- Aquí hay unas reglas, votamos, ella no acepto y se le fue la pinza, también puso en peligro dos vidas por un puto plan y la verdad ahora que lo pienso su comportamiento a sido muy infantil. - Dijo Nairobi, Río solamente asentía.

- Vamos a ver Río que todos estamos en contra de la loca de tu novia, joder que si está loca, está loquísima. - Dijé yo con sorna y harta de la situación.

- ¡¡No me lo puedo creer!! ¡¡Estáis todos con Berlín y su hija!! ¡¡Estáis con unos putos psicópatas!!

- Eyy pues recuerda que está psicópata fue tu saco de lágrimas cuando Tokyo te dejaba por no querer follar contigo. - Dije cabreada. - O cuando se iba a hablar con Denver y te dejaba solo.

- ¡¡Basta!! - Grito llorando.

- La verdad duele cuando la tienes de frente querido amigo, que mal que no la quieras aceptar, pero bueno engañate a ti mismo pensado que te quiere, pero si te quisiera no te metería en toda la mierda de la ruleta rusa y no haría algo que ponga en peligro el plan para que a la mínima pueda entrar la policía y que nos vuelen la cabeza a todos. ¡¡A ver si lo entiendes ya!! ¡¡Que no te quiere!! Abre los ojos Río, estás cegado por tu amor por ella, cuando menos te lo esperes te dejará solo y se irá a vivir la vida loca que le gusta a ella y no podrás hacer nada para impedirlo.

- ¡¡Cállate por favor!! - Suspiré y asentí, me senté en mi silla y Río repitió mi acción, pasamos unos minutos en silencio hasta que Río dejo su arma fuertemente en la mesa, aquel acto hizo que todos nos sobresaltaramos, pues la verdad no sabemos que sería capaz de hacer.

- Se han ido los rehenes, se ha ido Tokyo. - Dijo Río mirándome a mí y después a Berlín. - Supongo que no creo que os importe que me valla yo también ¿No?

- Ya sabes que no nos da igual Río. - Dije yo levantándome. - Es tu decisión y nosotros la respetamos, la verdad me dolerá mucho verte desde la ventana, salir, ver como te meten un tiro entre ceja y ceja, pero... adelante.

- Ahí os quedáis, bueno que venga alguien a cerrar la puerta principal ¿No? - Dijo Río mirando a mí padre.

- Espera... Cuando salgas coge este pañuelo blanco y álzalo, que vean que sales en son de paz y no te pegan un tiro como ha dicho antes Atenas, no quiero que te pase nada cogelo, ven dame un abrazo. - Dijo mi padre acercándose a Río.

- Quiero que te valla bien, que nunca dejes de creer en el amor, es precioso. - Yo cogí una jeringuilla que había detrás de Río y con cautela se la inyecte.

- Confía, confía, vacía tu mente y piensa con claridad, dulces sueños Río. - Le di un beso en la nuca y calló inconsciente.

- Muy bien hija.

Gracias por leer ♥️♥️♥️

¿Sugerencias?

Os quiero ♥️♥️♥️😚

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