ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ 31

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ATENAS POV.

- Chanel.... - Me di la vuelta y me encontré a Nairobi.

- Nairobi, sé que lo que he hecho ha estado mal, pero no había otra solución.

- Atenas, no había necesidad de dispararle a la rehén. - Dijo cabreada.

- ¿Que hubieras hecho tu? Venga dime, Nairobi podían haber matado a Denver y no voy a permitir más muertes en la banda. - Nairobi se acercó a mí y me abrazó.

- Relájate, yo lo siento. - Suspiré y le dovolví el abrazo.

- Al menos pídele disculpas. - Dijo una vez que nos habíamos separado.

- ¿Hablas enserio? - Asintió con la cabeza y yo negué. - No, no le voy a pedir disculpas.

- O le pidés disculpas o te olvidas de mí y hablo muy enserio Chanel. - Yo suspiré y asentí.

- ¿A quien he disparado?

- A Agnés. - Yo la mire con la boca abierta y salí del despacho a paso acelerado.

- En la sala de descanso. - Me di la vuelta me encontré a Nairobi con los brazos cruzados.

- Vamos las dos. - Ella se acercó a mí y yo pase mi brazo por sus hombros.

- Nairobi ¿Te has puesto celosa? - Pregunté sonriendo.

- ¿Porque debería? - Yo sonreí y pare de andar.

- La verdad me arrepiento de haberle disparado, estoy pensando en ser su enfermera hasta que se recupere. - Nairobi me miró sería y se alejó de mi. - ¡Solo si tu quieres!

- Pues no quiero y tienes prohibido acercarte a ella, vas, digo vamos las dos le pides disculpas y salimos. - Dijo dandose la vuelta, yo sonreí y me acerqué a ella.

- Estás celosa, pero tranqui que yo no me voy a encargar de ella. - Le di un beso en el moflete y ella me miró sonriente. - Prefiero pasar tiempo contigo. - Al llegar a la sala de descanso me senté alado de Agnés.

- Hola, señorita Atenas. - Dijo con dificultad. - ¿Cómo estás?

- Bien y la que te debería de preguntar soy yo.

- Estoy bien, no se preocupe. - Yo suspiré y cogí su mano.

- Agnés, lo siento de verdad yo no quería que la bala te diese a ti, es más ni siquiera sabía a quien había disparado. - Ella me sonrió y me acarició la mejilla.

- Al menos me has disparado tú y no otra persona. - Yo sonreí y quite su mano.

- Lo siento, descansa. - Le di un beso en la frente y salí de la sala.

- Es buena chica. - Dijo Nairobi.

- Si, si fuera otra persona ni me miraría. - Yo Suspiré y me senté en el suelo.

- Levanta, tenemos guardia cariño. - Miré a Nairobi e hize un berrinche. - Te comería esa cara si el profesor no nos estuviera mirando. - Dijo en un susurro. - Vamos. - Yo me levanté y nos dirigimos a donde los rehenes, al llegar Arturito estaba rodeado de explosivos y sentado en un silla, yo me acerqué por detrás y al llegar a donde el.

- ¡¡¡BOMBA!!! - Arturo se puso a gritar y yo solté una carcajada. - ¿Quieres explotar? - Pregunté entre risas.

- No, no, no por favor. - Yo me senté enfrente de el y lo miré sería.

- Pues no te muevas tanto. - Me levanté y me acerqué a Denver.

- ¿Como estás? - Me miró sonriente y me abrazó.

Mi Plan No Era Enamorarme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora