ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ 20

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POV ATENAS

Me encontraba en la oficina de mi padre esperando a que entraran los rehenes y así hablar con ellos para que eligieran entre la libertar o un millón, pero, obvio que si llegaran a elegir la libertad no saldrían de aquí.

- Fligia, lo que le has hecho antes a la rehén, estuvo mal... desde el punto de vista de la banda, pero desde el mío has actuado como una verdadera Follonosa. - Le sonreí y me saque un cigarro.

- Desde aquí en adelante los hijos de puta esos no se van a salir con la suya y si antes no nos tenían respeto pues ahora sí que lo van a tener. -Mi padre me sonrió y asintío con la cabeza.

- Estoy muy orgulloso de ti, sabes cuando te vi hablando con la rehén y la forma en la que la tratabas me recordaste a tu madre... hace muchos años estábamos los dos en un atraco y un rehén hizo lo mismo que la profesora, ella le llamó y le dijo las mismas palabras que tú a la profesora, claro cambiando el nombre de la pistola, su pistola se llamaba Chanel.

- En algo me he tenido que parecer. -Me crucé de brazos y me acerqué a mi padre.

- Levántate.

- ¿Para?

- Joder papá levántate. -Mi padre se levantó y yo le empuje para sentarme en su sillón.

- Habérmelo pedido. -Le miré mal y le saque la lengua.

- Quiero hablar con los rehenes. -Mi padre negó con la cabeza y se acercó a una ventana, de verdad me preocupa mucho cuando se asoma por estás.

- Vamos a ver primero quitate de allí y segundo ¿Porqué no puedo hablar con los rehenes?

- Vale, vale me quito, hija entiende que después del show que me has hecho antes te van a tener miedo y lo mejor es que te vallas a la sala de descanso y te relajes hasta que llegue la hora de encerarles . -Asentí con la cabeza y me acerqué a mi padre le di un beso y al querer abrir la puerta para irme me encontré a Nairobi, nuestro corderito y la profesora.

- Hombre profesora ¿Que tal? ¿Se encuentra mejor?

-S-si m-mejor e-encuentro. - Sonreí y mire a Nairobi esta solo apartó su mirada y se concentró en la profesora desde luego la he cagado con ella, pero yo no podía quedarme callada sabiendo que los cabrones esos se reían en nuestra cara, así soy yo y no puedo cambiarlo.

- Me alegro... -Quería seguir hablando pero nuestra corderito me interrumpió.

- Vamos a ver, puta loca apártate que quiero terminar con esto rápido. -Sonreí y entré a la oficina de nuevo.

- Adelante, señorita Alison. -Sonrió con arrogancia y entro.

- ¿Que queréis? -Me acerqué a ella y le hice una llave que la dejo tirada en el suelo.

- ¿Tu padre el embajador no te ha enseñado lo que es la educación? Déjame averiguar pues claro que no y los colegios británicos esos de mierda tampoco creo que te lo hayan enseñado, lo de tu padre lo entiendo de verdad me ha llegado a la patata, un padre que no está pendiente de su hija, que solo le importa cómo va el puto país y un colegio donde te hacen bullying, quién lo diría una vida de princesa en tu casa y una mierda en el colegio. -Esta empezó a sollozar y yo la solté, se levantó con dificultad y yo me senté en las piernas de mi padre.

- ¿Que profesora a que no lo sabías? -Negó con la cabeza y yo suspiré.

- Después decís que lo sabéis todos de vuestros alumnos, y to' esas mierdas de que no queréis el acoso escolar en los institutos y no sabéis nada, pero bueno así es la vida, siempre presentí que los profesores os importaban una mierda vuestros alumnos y se ve que tengo razón.

Mi Plan No Era Enamorarme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora