Hoy veré a mis padres.
Había ansiado que pasara la semana para viajar a casa. Es fin de semana, sábado para ser exacta. Y estoy terminando de prepararme. Es un poco más de las ocho de la mañana, tengo planeado volver por la noche. Quisiera quedarme hasta mañana, pero me han dejado un examen para la semana entrante, así que más me vale estudiar a partir de mañana.
Espero que ir temprano compensa todos los meses que no fui a casa.
Le he pedido a Amanda que vaya conmigo. Mamá la adora y ciertamente se lo he pedido principalmente para subirle el ánimo. Jack se irá en pocos días, así que Amanda es otra persona. Espero que ver a mis padres la anime al menos por hoy.
Casi una hora después llegamos a mi antigua casa. Suspiro antes de tocar a la puerta, porque é lo que me espera.
—¡Hijita!
Mi madre es quien abre la puerta. En cuanto me enfoca, se abalanza contra mí y me apretuja contra su cuerpo. Me quejo, pero de todos modos le correspondo.
—¡Elena, sueltala ya! Se ha puesto morada —bromea mi padre. Esperando paciente a que mi madre le haga caso para poder saludarme—. ¡Cómo te extrañé! —me abraza.
—También yo —besa mi frente—. He traído a Amanda conmigo, creí que sería buena idea.
—Hola señor y señora Hyland.
Mamá sonríe emocionada. Luego nos pide pasar con ánimo.
—¡Pero qué grande estás, Mandy! —le dice mamá— Dime, cariño, ¿Has hablado con tus padres?
—Aún no, pero en cuanto pueda iré a visitarlos. Me hacen falta.
Mi madre mira a Amanda con dulzura, casi como si lo que acabara de decir fuese lo mismo a hacer una obra caritativa. Pero no.
—Desearía que Danielle fuera así —dice—. Estar en la universidad la ha hecho olvidarse de nosotros.
—Elena... —le regaña mi padre.
—¡Bien! ¡De acuerdo! —se defiende— Mejor vamos al comedor, he preparado un postre.
—Mamá, ¿Quieres que te ayude con eso?
—No, cariño. Yo puedo.
—¡Ay, descuide señora Hyland! —interviene Amanda, recogiendo el plato de papá— Elle y yo lavamos esto.
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Bajo el cielo de Vancouver
RomanceElle es sinónimo de monotonía; lucha constantemente contra su piano, asiste a clases de pintura cada miércoles, intenta dividirse entre leer las aburridas lecturas de la universidad o leer una de esas novelas románticas mientras sueña con algún día...