Capitulo 30| Adam

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En multimedia: Ed Sheeran - Best part of me

Personalmente siento que esta canción les pertenece a ellos.♡

Dejo la caja con sus pinturas y pinceles en la sala y una sonrisa enorme se extiende en mis labios. Casi todas sus cosas están aquí y digo casi porque su piano no lo hemos podido traer ni tampoco todos sus retratos. Quizá los traeremos luego. Nuestros antiguos apartamentos eran enormes, pero Elle se empeñó en decorarlo todo hasta que no quedara ni un sólo espacio vacío. Así que la carga más complicada de traer es la suya.

Por lo que sé, sus padres no lo han tomado bien al inicio. Se han puesto eufóricos y preocupados por las decisiones de su hija y lo entiendo. Su madre le ha exigido que me lleve a casa para comer algún día, pero la conversación no la hemos avanzado más que hasta ahí. No sé qué se sentirá conocer a los padres de Elle, pero de sólo imaginarlo quiero morir. Jamás he estado en esa situación.

Hoy será nuestra tercera noche viviendo juntos, en nuestro hogar. Pasamos dos días enteros mudando sus cosas y sólo una seis horas mudando las mías. He dormido en su apartamento para no despegarme de su lado en lo que lo hacíamos. Se ha tomado un día entero para darle la noticia a sus padres. Les llamó frente a mí y escuché toda la conversación. Creo que sería más difícil, pero todo salió bien, sorprendentemente.

Hay dos habitaciones en el apartamento. No es tan grande como los del edificio, pero si para nosotros dos. Sólo usamos una, la otra Elle la usará como estudio para sus pinturas. Nuestra ropa está junta en el mismo armario. Hemos comprado una grande. Ahora nuestros cepillos también están junto al otro y prácticamente el apartamento sí parece un hogar hecho por los dos.

Camino hacia la habitación y frunzo el ceño al no encontrar a Elle ahí. Miro la puerta del baño abierta y me asomo. Está sosteniéndose del lavabo con la mirada perdida. Esta es la segunda vez que la encuentro así hoy.

Me coloco detrás de ella y pega un respingo al sentir mi mentón en su hombro y mis manos en su cintura. Me mira a través del espejo y sonríe nerviosa y forzada, como si intentara disimular que la he encontrado pensando demasiado.

-¿Estás bien?

Asiente, todavía con la sonrisa en su rostro. -Lo estoy.

-¿En qué piensas tanto?

Se gira para quedar frente a frente. Miro de más esa arruga característica en la comisura de su boca.

-En una tontería.

-¿Una tontería? Quiero saber.

Su risa es fresca.

-En serio es una tontería, Adam -mis cejas se fruncen y suspira-. Bien. Le he dicho a mis padres que me mudaría con mi novio -guarda silencio, esperando que yo diga algo, pero no lo entiendo-. Adam, tú nunca me pediste que fuésemos novios -se ríe, realmente se ríe-. ¿Lo ves? Era una tontería.

-No creí que debería pedirlo -reconozco, pasándome la mano por la nuca.

Me mira todavía sonriendo y se encoge de hombros, evidentemente restándole importancia. La cuestión es que ahora me ha hecho detenerme a pensar en ello.

-Lo sé. Olvídalo.

Intenta darme la espalda, como antes, pero no se lo permito. Me siento en la tapa del váter y tomo su mano.

-¿Qué haces? -escucho la risa nerviosa en su voz.

-En realidad, no soy un experto en estas cosas -digo-, ni siquiera sé que se dice exactamente, pero, ¿Quieres ser mi novia? No acepto un no como respuesta y después de esto tendrás que soportar mis celos, hacer el amor todas las noches y amanecer junto a mí todas las mañanas.

Bajo el cielo de VancouverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora