Capitolo 12

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—¿Eh? ¿Por qué dices eso?— pregunté nervioso. ¿Tan obvio era?

—No sé, quizás porque te les quedaste mirando con profundidad— se encogió de hombros.

Reí, aun más nervioso.

—La verdad, sí— admití—. Pienso que de verdad están hechos el uno para el otro— parecía que la fierecilla no estuvo para nada de acuerdo conmigo pues me rasguñó allí dentro.

El ceño de Jisung se frunció y su mirada se posó en el suelo, mirando sus pies al caminar.

—Sí— farfulló.

—No sueñas muy convencido— acusé repentinamente curioso.

—No no, sí lo estoy— balbuceó, pero se notaba en su voz cierto matiz de resignación—. Jaemin es muy bueno— lo miró y sonrió—. Tiene una sonrisa muy bonita, como muy sincera; sus ojos grandes y cafés son como si de verdad fueran la ventana de su alma; su nariz es no es ni muy grande ni muy pequeña y redondita; sus lindos gestos cuando te habla te hacen reír... ¿has notado que cuando se encuentra con alguien se emociona muchísimo? Y luego ese abrazo que te da emocionado— musitó, completamente perdido.

—Espera, espera... ¿tú...?— no pude terminar la pregunta, me llevé las manos a la boca cuando Jisung me miró con sus ojos cafés como platos, como si hubiese soltado un secreto que no quería decir.

—¿Qué?— preguntó con la voz temblorosa.

—¡Tú estás enamorado de Jaemin!— medio grité.

Ahora comprendía lo que Jeno me había dicho el otro día, lo de que su hermano estaba enamorado de un chico misterioso. Por supuesto que no le quería decir, porque el «chico misterioso» era su mismísimo novio.

—¡¿Qué?!— bramó. Pude jurar que vi el sudor perlar su frente.

—Por favor, ¡soy muy deductivo, a mi no me engañas!— no sabía por qué pero una sonrisa empezó a expandirse por mi rostro.

—¡Ssshh!— gesticuló nervioso a más no poder.

—¡Entonces es cierto!— la sonrisa se expandió hasta convertirse en un agujero extenso en mi rostro.

—No digas nada, por favor— me suplicó. Me llevé ambas manos a la boca tratando de aplacar mi emoción—. Huang Renjun, nadie lo sabe— dijo angustiado.

—Tranquilo... descuida, yo no... se lo contaré a nadie— prometí aún medio emocionado.

—¡Soy un pésimo hermano!— exclamó gesticulando desesperado— ¿Quién se enamora del novio de su propio hermano?

—Oye, tranquilo— a juzgar por su expresión, parecía como si estuviera a punto de llorar. La fierecilla cantaba de placer y esta vez yo desconocía el por qué—. No eres el único, he oído bastantes casos— enrosqué mi brazo al suyo como si ya le tuviera la suficiente confianza para hacerlo, él no se quejó.

—Sí, pero no es bueno que me pase precisamente a mí. ¿Sabes lo que es tener que soportar cada beso, cada caricia entre ellos; cuando por dentro duele?

—Sí— dije inmediatamente sin saber por qué, era como si otra parte de mí fuera la que hubiera hablado.

—¿Ah sí? ¿Te has enamorado del novio de tu hermana?

—Pues no, soy hijo único— reí, pero volví a la seriedad de nuevo—. Pero te entiendo, extrañamente sé cómo se siente. Es como si quisieras escapar de la escena cuando ellos se besan, salir corriendo y borrar el recuerdo en tu mente; pero mientras más lo intentas, más nítido se vuelve.

—¡Exacto! Vaya, nunca pensé que hubiera una persona que me entendiera en ese aspecto.

—¿En qué aspecto?

De pronto la voz de Jeno apareció en la conversación, materializándose con Jaemin junto a nosotros. Ambos los miramos con los ojos abiertos de par en par.

—Jeno, ¿recuerdas lo que te dije acerca de la privacidad de las personas?

—¿Es el primer día que se conocen y ya tienen secretos entre ambos?— Jeno intentó sonar divertido pero pude identificar en su voz tono amargo muy bien escondido.

—¡¡Uuuyy!!— bromeó Jaemin abrazado a la cintura de Jeno.

La fierecilla refunfuñó palabras ininteligibles.

Miré a Jisung. Él mantenía su mirada fugaz, primero mirando el piso, luego a mí, después a Jaemin y por último a Jeno para después volver al piso. Imaginé que estaba ideando alguna forma de salir del embrollo.

—¿Sabes, Jaemin?— dije como si nada—. Creo que invitaré a salir a Mark— solté. No estaba muy seguro de lo que estaba haciendo pero, si algo había que distrajera a Jaemin de emparejarme con Jisung, era emparejarme con alguien más.

Funcionó, la mirada de todos se posó sobre mí. La de Jisung agradeciéndome por haber cambiado de tema, la de Jaemin resplandeciendo de emoción y la de Jeno seria, rara.

—¿En serio?— gritó de emoción.

—Sí, la verdad es que es un chico muy agradable y muy lindo además— dije, al fin y al cabo eso sí era verdad.

—¿Y cuándo?— se soltó de la cintura de Jeno y ató su brazo al mío, haciéndome caminar y separándome de Jisung. Los hermanos nos siguieron muy de cerca.

—No lo sé, mañana quizás— me encogí de hombros indiferente.

—¿Entonces te gusta Mark?— miré de reojo a Jeno, quien iba un paso atrás de nosotras junto con Jisung pero repentinamente estaba muy atento.

¿Qué iba a decir? Si decía que sí, Jaemin especularía bastante hasta llegar a los planes de boda, era capaz. Pero si decía que no, entonces no concordaría en nada con lo que yo había dicho antes y quedaría como... un tonto.

—Pues... emm...— tartamudeé.

—¡Chicos, miren eso!— interrumpió Jisung señalando hacía una góndola—.  ¡Quiero subir!

—¡Yo también!— dijo Jaemin.

—¿Qué dicen, chicos?— nos preguntó a Jeno y a mí.

—Emm... bueno, yo... paso— no tenía muchos ánimos de subir y andar sobre las aguas.

—Yo también— dijo Jeno con las manos en los bolsillos—. Vayan ustedes, nosotros los esperamos.

Entonces capté la situación, Jeno y yo, solos de nuevo. La fierecilla brincó de alegría, y su grito era completamente entendible: ¡Sí, sí, sí, sí!

—¿Quieres ir, Jaemin?— preguntó Jisung.

—Sí, hace mucho que no me subo a una, pero quiero que Jeno y Renjun vengan también.

—Perdóname, Jaemin, pero de verdad yo paso. Puedes ir tú, Jeno. No se preocupen por mí, yo los espero aquí.

—No, vayan ustedes— dijo él—. Esperaremos aquí— sonrió y besó la frente de Jaemin.

—Aguafiestas— se quejó Jaemin, pero igual se alejó junto con Jisung hacia la góndola.

Antes de alejarse del todo, Jisung me miró y me guiñó un ojo disimuladamente, entonces caí en la cuenta de que había hecho lo mismo que yo había hecho antes con él; sacarme de una situación incómoda.

Cuando se perdieron entre la multitud, me giré a mirar a Jeno.

—¿Por qué no fuiste?— pregunté.








¡Que tengáis un buen día/tarde/noche!Espero que disfrutéis del capítulo💖💖

Manual de lo prohibido   {Norenmin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora