Estaba llorando, nuevamente lo estaba haciendo. Pero no podía parar, no podía al ver como segundo a segundo la vida de Jack se acortaba. No se lo merecía.
Apoyó su rostro en la mano fría de Jack y cerró sus ojos.
No podía creer que bastaba que mirara todo esos tubos, esa habitación fría e impersonal para que su corazón no lo soportara.
Pero no lloraba solo por Jack, lloraba por ella, por Phoe, y por Ashton. Por las vidas que les habían tocado y de las cuales no podían escapar. Y lloraba porque tendría que huir y volver a su país, dejar al amor de su vida, y aprender a vivir con ello.
No quería irse, no ahora, pero pensar en Frank le hacía cuestionarse todo, cuestionárselo todo de tal modo que ahora tenía que volver a casa y buscarlo, y si estaba a tiempo aún, de salvarlo.
Su teléfono comenzó a vibrar en su bolso, y lo sacó rápido. Era Ashton, de seguro había llegado.
― Voy y vuelvo Jack, espérame un par de segundos, ¿vale?
Salió atravesando un par de puertas de vidrio, pero no encontró a Ashton en la sala de espera. Le marcó al teléfono.
― ¿Dónde estás?
― Morena, estoy esperando en el estacionamiento.
― ¿Por qué no entras?
― No puedo.
― ¿No puedes?
― Baja, y ven.
Maia lo hizo sin despegar el teléfono de su oído, oyendo como Ashton le daba indicaciones del lugar exacto en el que se encontraba, para cuando lo vio, sus mejillas estaban secas pero sus ojos seguían hinchados y rojos.
Corrió hasta él y se refugió en sus brazos, cerró los ojos con fuerza y apego su cuerpo a él lo más posible.
― Te extrañe hermosa ― murmuró en su pelo, sin señas de estar molesto o enojado, sonaba completamente honesto, y sus brazos le estaban proporcionando todo el calor que a su cuerpo le faltaba. Y por esto era que lo amaba tanto.
― Yo más mi amor, yo más ― alzó su mirada y lo besó en la quijada, y luego fundió sus labios en un beso lento y lleno de emociones, el tipo de beso que necesitaba y le curaba el alma.
Ashton pasó sus manos por su espalda, y luego se separó un poco para mirarla a los ojos.
― ¿Cómo esta él?
― No lo sé, los doctores dicen que esta mal, esta grave, y que quizás no pase la noche, no pase de mañana, o no pase de la semana, pero nadie le da esperanzas.
― ¿Qué le hicieron?
― La policía dice que lo atacaron, y le dispararon. Así
de simple, se niegan a investigar.― ¿No tiene a nadie?
― No, está completamente solo.
― ¿Estás bien tú?
― No, no lo estoy, y para serte honesta, no me gusta este lugar, no me gusta esto.
― ¿Quieres que te lleve a casa?
― No puedo hacerlo Ashton.
― ¿Y te vas a quedar acá?
― ¿Qué otra cosa podría hacer?
― No me gusta la idea, pero entiendo, ¿quieres que te traiga ropa, comida o algo?
― No tengo hambre, ¿pero podrías traerme ropa limpia?
― ¿Algo más?
― ¿Me das un beso?
― Todos los que quieras ― murmuró sonriendo, mientras tomaba su cintura y la abrazaba. Maia, se puso de puntillas para besarlo mejor y enredo sus manos en su pelo castaño. Estuvieron así por minutos, hasta que Maia susurró algo acerca de Jack, Ashton asintió y se fue hasta el departamento de Maia.
•••
Luke observó su teléfono y trato de ocultar su teléfono para que nadie más leyera el mensaje. Phoe llevaba días enviándole mensajes, pero él seguía sin figurarse que podía contestarle.― ¿Estás bien? ― preguntó Calum.
― Si, si estoy.
Desplegó el teclado en su teléfono táctil, pero no supo que contestar. Phoe sonaba un poco desesperada, pero no sabía qué hacer ni donde estaba ella. Se había ido a casa de sus padres, sin embargo se había marchado nuevamente tras una pelea con ellos, por lo que Mike había contado.
''Luke, ayúdame. Sácame de aquí, ya no aguanto más ni tengo a nadie. Por favor, ayúdame''
Fue ese mensaje el que encendió la alarma. Ningún otro mensaje había sonado tan desesperado como ese.
''¿Qué puedo hacer por ti?''
Fue lo único que se le ocurrió escribir.
'' Al norte del depósito, hay una casa, ven y sácame de aquí. Te lo ruego''
En menos de dos segundos, Luke se había puesto una chaqueta y salió sin avisar donde iba, por mucho que Calum gritara a su espalda. Tomó su auto y condujo rápido hasta la dirección vagamente indicada. Pero no fue difícil reconocer la casa, para nada. Era la única que había.
Caminó hasta ella, y golpeó varias veces la puerta.
Nadie le abrió, hasta que se fijo que en una habitación había una luz encendida, y camino hasta la ventana, Agradeció su estatura, y observó por ella.
Vio a Phoe en una cama, con un teléfono en la mano y temblando de pies a cabeza. Dios, ¿Qué le había pasado? Golpeo con los nudillos el vidrio y ella alzó los ojos asustada, le hizo gestos de que me alejara y lo entendió cuando un tipo entro a la habitación.
Tiró una bolsa en la cama, y le sonreía. No se apartó porque estaba hipnotizado, viendo como el tipo lo obligaba a besarlo y como esta se resistía, la golpeó en la cara.Quiso romper el vidrio y entrar, pero eso de seguro empeoraba las cosas, así que se apartó y esperó hasta que oyó un auto alejarse, luego, nada le importó e hizo añicos la ventana.
Que pasara lo que tuviera que pasar.