Capítulo 12

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Acababa de actuar completamente por un impulso, pero uno de esos de los que sabía que no iba a arrepentirse. Juan Pedro le había sugerido a Lali de ir a tomar algo y aunque aquella invitación podía quedar en la nada, algo dentro de él se movía sin parar.

Cuando los dos tics azules aparecieron en el mensaje, bloqueó el celular y lo apoyó sobre su estomago. Mientras continuaba tamborileando con los dedos, giró sobre si mismo y trató de mirar el programa que estaba puesto en la televisión para que el tiempo pasara más rápido.

Había quedado puesta una película que miles de veces había visto e incluso le parecía excelente. Anne Hathaway y Meryl Streep en una misma película no podían fallar. Sin embargo, su atención duró menos de un minuto, aunque para él fueron aproximadamente diez.

Tomó su celular y abrió Whatsapp sin mirar las notificaciones. En el chat con Lali el último mensaje aún era suyo. Se dio cuenta de que tal vez había sido una pésima idea y la había lastimado. 

Mientras contorneaba con sus ojos aquel "en linea", escribió rápidamente otro texto donde le decía que lo disculpe y que podía ignorar la invitación; que había sido sin intenciones de incomodarla.

La tímida sonrisa que brotaba de sus labios se transformó en una linea recta y sus cejas se fruncieron. Estaba preocupado por la posible reacción de Lali y a la vez le preocupaba el desorden que tenía en la cabeza. 

Aún no lograba comprenderse a sí mismo. De un pensamiento remoto durante el fin de semana había pasado a invitarla a tomar algo y hasta le había hecho una propuesta laboral. Estaba hecho un completo desastre y todavía no había hablado con Julieta respecto a su necesidad de estar solo otra vez. ¿Qué iba a hacer?

Entre tantos pensamientos, llegó a la conclusión de que su ex novia era magnética: una vez que estaba cerca, no podía despegarse más. Ni si quiera necesitaba escuchar su voz o verla personalmente porque con un pensamiento y una foto había logrado un caos en él.

Solo habían pasado cinco minutos desde que había mandado ese mensaje y en ese tiempo tan corto había creado mil y un respuestas. Cuando creyó que debía dejar el celular a un costado, un mensaje de Lali apareció en la pantalla.

[4/5 20:45] Lali: Perdón que tarde

[4/5 20:45] Lali: Me agarraste de sorpresa con esa invitación

[4/5 20:46] Lali: Creo que estaría bien si nos vemos...

[4/5 20:47] Lali: Preferiría que a la primera no vaya Ortega sino no voy a poder jajaja

Hacía varios días que Juan Pedro no sonreía de aquella forma. Había aceptado e incluso le había gustado la propuesta laboral, que para él era demasiado importante. Quería ayudarla con lo que pudiera y además, si Sebastián la conocía iba a ver el potencial que tenía y tal vez, podía mover contactos y darle un trabajo acorde a lo que se merecía.

Releyó los mensajes una vez más para asegurarse de que la misma persona que días atrás lo había llamado cagón ahora estaba accediendo a verlo. No entendía demasiado que pasaba en la cabeza de Lali, pero dejaba ver que aún estaba completamente dolida. Por eso iba a tratar de remediarlo con la entrevista a Sebas.

Sabía que la herida que le había causado no tenía vuelta atrás, pero con esto podía equiparar lo negativo. Podía alivianar su culpa.

[4/5 20:49] JuanPe Lanzani: Jajaja dale

[4/5 20:49] JuanPe Lanzani: Ni idea cuando terminaremos pero el domingo estoy libre por ahora

[4/5 20:50] JuanPe Lanzani: Si no es muy pronto y te copa...

Mientras le respondía, se dio cuenta de que su ex novia le había puesto algo sobre una primera vez sin Ortega. Tal vez había sido un error de expresión, aunque Juan Pedro sabía que Lali siempre decía lo que quería decir.

Algo en él se removió nuevamente. Iban a conversar solos, otra vez. La idea lo entusiasmaba y a la vez le daba nauseas. Todo lo que sucedía era una locura, pero tal vez Juan Pedro quería volverse loco.

Faltaban unos cuantos días para el domingo y en el medio debía asistir a algunos programas de televisión; también hablar con Julieta. Habían quedado en almorzar al día siguiente así que antes de seguir hablando con Lali debía organizar su cabeza. 

Además, aún no se había respondido a sí mismo las preguntas que se había hecho mientras miraba la luna pensando en Lali. ¿Estaba dejando a Julieta por su ex novia? o... ¿realmente quería estar solo?

Decidió cocinarse algo para cenar y luego se sentaría frente a la play para hacer catarsis. Sin embargo, esta noche no iba a quedarse despierto hasta tan tarde porque quería descansar.

Hablar con Lali le había provocado un subidón de energía impresionante y poco a poco sus fuerzas comenzaban a desgastarse; seguía exhausto mentalmente de aquella reunión.

Sin embargo, una última pregunta se situó en el centro de su cabeza y allí se quedó.

Si quería estar solo ¿por qué deseaba ver a Lali con tantas ganas?

(***)

Aún tenía la toalla alrededor del cuerpo. Aquel baño que iba a darse había quedado completamente en otro plano. Estaba repleta de emociones que hacia tiempo no experimentaba.

Se sentía tan rara que no podía describirlo.Estaba contenta. Emocionada. Triste. Furiosa. Pensativa. Confundida. Entusiasmada. Ansiosa. Angustiada. Enamorada. Destruida.

Percibía que estaba dentro de una redundancia permanente. Sabía que sólo iba a entenderla alguien que tuviera el corazón roto y todavía siguiera amando a su ex con todo su ser, a pesar de que este la hubiera lastimado demasiado.

Literalmente era un sin fin de sentimientos dentro de un metro cincuenta. No sabía que iba a hacer consigo misma y menos el día que lo viera a Juan Pedro. Le quedaban muchas horas hasta aquel momento, trabajos de la facultad, dos días de trabajo y luego recién ese momento.

Como siempre, trató de olvidarse por un rato de los pensamientos que la atacaban como dardos y fue a bañarse. Necesitaba una larga ducha que la relajara al punto de quedarse dormida prácticamente.

Al día siguiente, organizaría un encuentro con sus amigas después de la facultad y liberaría todos sus sentimientos. Tenía miedo de lo que estas pudieran decir, porque ya había recibido comentarios ofensivos de algunas y aquello la angustiaba un poco. Pero sabía que Fátima no iba a juzgarla. Le pondría aquella cara de preocupación y luego la abrazaría.

Lali era consciente de lo que estaba haciendo con su corazón, pero comenzó a sumergirse en un mundo de fantasía en el que ella y Juan Pedro eran los protagonistas. Tal vez su ideal se volvería realidad o tal vez no. Quería descubrirlo mientras lo vivía... Si no se arriesgaba una vez más por amor ¿cuándo?


InsostenibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora