Capítulo 3

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Dos días habían transcurrido desde que las iniciales JPL le habían hecho un agujero en la mente. Pero era lunes y eso significaba una cosa: debía ir a la facultad y aquel era un motivo más que suficiente para tener una distracción.

Mariana amaba su carrera. La comunicación era algo que muchas veces no la dejaba dormir, porque si se ponía a pensar en que todo acto comunica, incluso el silencio, se volvía loca. Disfrutaba de aprender y siempre quería comprender el por qué de todo. No se sentaba primera, pero era la típica alumna con promedio nueve a la que todos le pedían apuntes. 

Era feliz adquiriendo nuevos conocimientos y teorías, porque consideraba que tener información era tener poder.

Podía pasar horas analizando la gramática de una palabra o razonando por qué  una mesa se llamaba así y no silla. Nunca encontraba una respuesta que la dejara conforme y la necesidad de más era lo que la impulsaba a ser mejor. Quería destacarse, siempre.

Luego de pegarse un baño, tomar el café diario y acomodar los libros, se colocó los auriculares y partió a la universidad.

Era un edificio inmenso, pero a pesar de eso lo sentía como su casa. Había pasado los últimos tres años de su vida en las aulas de aquel lugar y allí había conocido a las mejores personas. La facultad le había permitido conocer a seres tan curiosos como ella, apasionados por el fenómeno de la comunicación y la producción de contenido.

Sin embargo, a pesar de las ganas que tenía de olvidarse de él, no lo logró. Llevaba dos horas sentada en el banco escuchando a la profesora hablar sobre la comunicación cibernética. La había propuesto un matemático norteamericano llamado Wiener y a Mariana no le importaba en lo más mínimo.

Su mente estaba con Juan Pedro. Recorría en su cabeza cada letra, cada sílaba, cada recuerdo. Estaba inmersa en su mundo y aunque quisiera, no podía salir. Llevaba dos días intentando olvidarse de él, pero más esfuerzos hacía, más presente lo tenía.

-Dale boluda, presta atención que después nos van a culiar en el final. Si vos no lo entendés ¿quién me lo va a explicar? - le dijo muy bajo su mejor amiga Fátima.

-No puedo dejar de pensar en este forro desde el sábado y ¿vos me pedís que preste atención? - respondió Mariana con una pequeña sonrisa.

Durante el sábado había llamado a Fátima para ponerla al tanto de la situación y cómo sabía perfectamente que hasta verla bien no iba a parar, decidió poner la mente en blanco y al menos simular que escuchaba a la profesora.

Transcurrieron cuatro horas más hasta que finalmente el horario de clases terminó. Había asistido con ganas de aprender y motivada, pero ahora tenía menos energía que antes. Sus amigas le insistieron en que salga con ellas a tomar una cerveza, pero el mal humor se hacía presente y decidió dirigirse a su casa. Odiaba que Juan Pedro le arruinara momentos sin ni si quiera estar en su vida.

Sin embargo, no le pareció una mala idea tomar cerveza. Antes de ingresar a su departamento, compró cuatro latas en el supermercado y luego un paquete de cigarrillos en el kiosco. Había dejado de fumar hacía mucho, pero la ansiedad que cargaba solo iba a poder eliminarla de esa manera.

Luego de meter las cervezas en la heladera, tomó un baño.  Mientras la banda sonora de Friends indicaba que un nuevo capítulo empezaba, Mariana abrió una cerveza y se dispuso a finalizar el día. Su misión era embriagarse para olvidarse de él.

(***)

Julieta había pasado todo el fin de semana en la casa de Juan Pedro, por eso él no veía la hora de que llegara el lunes para que pudieran separarse. La quería y mucho, pero desde que su ex se había instalado en su mente necesitaba estar solo.

Aquel fin de semana era uno de los primeros que tenía libre desde que había finalizado el rodaje. Sin embargo, estaba pendiente de la televisión porque la serie en la que trabajaba estaba en el centro del escándalo.

No le interesaba aparecer en las noticias, ni tampoco que su cara sea conocida. Quería que el público lo reconociera por sus ideas o estilos, por ende sólo se había limitado a twittear dos veces sobre el acontecimiento. De igual manera, estaba atento.

Cuando su pareja se fue, pasó un buen rato acomodando la casa. Había platos de comida sucios en la habitación y mucha ropa para lavar. Aquel lunes no tenía nada que hacer más que sentarse a hablar consigo mismo.

Odiaba tener momentos a solas, pero en este caso lo necesitaba.

Salió al balcón y se quedó contemplando el cielo. Podía ver la luna aunque todavía fuera de día y aquello lo llenó de admiración. Amaba los astros, tanto que tenía una medialuna tatuada en las costillas.

Mientras se sentía diminuto ante tanta inmensidad, tomó una decisión.

Iba a hablarle a Mariana. Quería saber cómo estaba y compartir, si ella se lo permitía, una conversación en términos profesionales. O al menos quería que le clave el visto. Algo que le hiciera saber que aún estaba del otro lado.

Tomó su celular y buscó el contacto. "Lali". Así le decía él. Luego de unos cuantos borrones, terminó de escribir el mensaje en el block de notas.

"Hola La, soy yo, JuanPe. Perdón por escribirte, pero estos días estuve pensando en vos, nosé por qué. ¿Cómo estas? Espero que no te moleste esto. Podes no responder."

(***)

Estaba completamente ebria. Había visto cuatro capítulos de Friends y se había fumado dos cigarrillos. Aún le quedaba una cerveza, pero si la tomaba terminaría mal.

Con las mejillas calientes -producto del alcohol-  se levantó a buscar su celular. Lo había arrojado lejos para que nadie la moleste, pero había pasado suficiente tiempo sola. Ya no pensaba en Juan Pedro... o eso creía.

Los impulsos eran más fuertes que ella y aunque quisiera continuar escuchando los chistes de Chandler, necesitaba descargarse. Necesitaba decirle todo lo que sentía. Quería que él supiera cuanto mal le había hecho incluso sin quererlo.

Rápidamente se dirigió a la lista de contactos y agregó aquel número que ni si quiera borracha iba a olvidar. Lo agendó como "el innombrable" o al menos aquello quiso escribir. Abrió el chat y sin dudarlo un segundo, comenzó a redactar.

Lo que nunca imaginó fue que el "Última conexión a las 23:24" iba a transformarse en "escribiendo..."


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