Si a los señores Madison se sorprendieron con la intención de lord Portier; con el resto de Londres fue aún más grande el escepticismo. No les extrañó para la familia de la novia que su casa se llenara de invitaciones o visitas inesperadas de repente. Como si de pronto, se convirtieran en el centro de diana de muchos chismes. Rechazó más de una visita. No estaba preparada para recibir gente desconocida que solo le interesaba saber los pormenores del enlace y los antecedentes de ello.
Anne no tardó en visitar a su amiga:
- ¿Es cierto tu boda? - había corrido nada más enterarse de ello por el anuncio del periódico -. ¿Cuándo tenías pensado en decírmelo?
Se habían publicado las amonestaciones en ese día. Bry no pudo evitar sonrojarse y se disculpó.
- Lo siento. Será porque todavía no me lo creo - musitó -. Todavía hay que preparar tantas cosas y no hay mucho tiempo.
- Ay, amiga. ¡Te vas a casar! ¿Te das cuenta de la ironías de la vida? Era la menos que hablaba de casarse y mira... con lord Portier. ¡Es increíble!
- ¿No piensas que es precipitado? - se mordió el labio sintiendo de nuevo las garras del miedo adentrándose en su cuerpo.
- ¿No estarás encinta?
- ¡Nooo! - su sonrojo se profundizó -. Aún no hemos intimado.
- Entonces, ¿cómo ha sido? Cuéntame.
Bry empezó a relatarle cómo ocurrió todo. Ahora que se lo iba contando, era bastante inverosímil lo que le estaba pasando. Aun así, inexplicablemente, confiaba en él. ¿Cómo? No lo podía razonar con lógica, sino que lo sentía con el corazón.
- Vaya, no me lo esperaba. Es decir, que fue de imprevisto, y va y te pide que te cases con él.
- Lo sé. Es una locura.
- Aun así, no te veo dudosa. ¿Quieres a lord Portier?
- Sí, lo quiero - le confesó -, y eso que te había dicho que no me gustaba.
- A veces, el odio camufla el verdadero amor. ¿Y él? ¿Sabes que te quiere?
- Me ha dicho que le importo, que me quiere como la única mujer que querría en su vida - su voz fue empañada -, pero no me ha dicho que me quiere con el sentimiento del amor. No sé si me amará en el futuro.
- Oh, no te desanimes, Bry. Muy poco se ha dicho con quién estaba o estaría. No se le ha relacionado mucho con damas. Bueno, estuvo con la señora Florence, pero ves, ha sido pasajero. No ha sido importante, y el paso que ha dado ahora quiere decir mucho de él y de su intención contigo.
Contuvo un suspiro.
- Bry, te querrá - le dio un apretón con la mano -. Eres buena, generosa, amable y risueña. Quien no te quiera, es ciego y tonto.
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¡Sí o sí me despido por esta noche!
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Besitos!!
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Miénteme © #4 Saga Matrimonios
Historical FictionLa historia de lady Samantha hubiera sido la continuación de me odiarás, pero esta la ha guardado en un cajón debido a la poca inspiración que iba teniendo. No la dejaré por mucho tiempo guardada ya que he pensado que será la última de la saga. Sí...