Miénteme © #4 Saga Matrimonios

Por otra parte...

El sabor del triunfo no duró como ella quiso.

Sus pasos se dirigieron a su piso que se hospedaba antes de que Ansel le pidiera que fuera con él.

Como su amante.

Ella no lo dudó porque se le aceleró el pulso nada más verlo. Además, no olvidaba que había dado su palabra  en seducirlo.

Mas esa tarde hubo una sorpresa que otra. Su doncella la avisó de la llegada de alguien cuando leyó el nombre de la visita. Su corazón dio un vuelco.

Lobrough.

Su viejo amigo.

- Hazle pasar, por favor.

Lobrough como caballero hizo el gesto del besamanos. Ella le señaló que podía sentarse mientras su doncella le hacía el favor de buscarle algún refrigerio para su visita y ella.

- ¿Estás bien? Me he enterado de la boda de lord Portier con la señorita Madison, ¿no se suponía que estabas con él?

- Veo por tu pregunta que no te lo explicó. Rompimos, eso es evidente. Sino, no habría boda. No me apetece hablar de ellos. Me produce dolor de cabeza - se acordó algo al mirarlo -. ¿Tu mujer sabe que está aquí?

Su silencio lo delató.

- Es mejor que te fueras - dijo con una mueca -. Bastante tengo conmigo misma que tener que lidiar con más problemas de otros.

- ¿Me quisiste Florence?

Su pregunta trajo para ella recuerdos dolorosos, de una vida que podía haber sido y no era. La reputación de una mujer era algo delicado. Tan delicado como el pétalo de una rosa. Carraspeó al notar el nudo en su garganta.

- ¿ A qué viene esa pregunta James? Estás casado y feliz. Parece que mi destino es estar ligado con personas casadas.

Soltó una risa tan hueca que a ella misma le pareció chirriante.

- Vuelve con tu esposa.

- Entonces, ¿por qué quisiste invitarme a cenar?

- Porque quería saber más de ti, del pueblo tan puritano y de mi familia. Eres lo único recuerdo que tengo desde que abandoné aquel lugar.

- Podía haberme responsabilizado, no haber sido un cobarde y haberte hecho mi esposa.

- ¡Tu familia no lo hubiera aceptado que te casaras con una mercancía usada!  - el recuerdo que le vino, tan amargo, lo despachó enseguida -.  Te habría dado la espalda. Tus amigos, también.

-¡Todo es culpa de mi hermano!

Sí, Balthazar Lobrough había sido el causante de sus desdichas. No dudó en propagar rumores falsos para que la gente la odiara y se viera obligada a marcharse y buscarse la vida en otra parte.

- Por su culpa, por su envidia que siempre me ha tenido, me alejó de mí la única mujer que quise.

Florence negó con la cabeza.

- ¿Y no es lo mejor? Vete, James -se puso en pie, cansada y hueca de sentimientos -. El pasado no va a venir de nuevo y cambiar nuestro futuro. Tu hermano hizo lo correcto.

- No lo hizo al condenarnos una vida llena de infelicidad.

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Este trozo lo tenía guardado. Para que conocierais un poco más a Florence. No dice mucho, la verdad. Sé que es un personaje odiado por sus acciones. Sólo pienso que es un peón más del destino y de sus emociones.

Aún sigo cavilando en las consecuencias

😘😘😘😘