Cap.71

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Sus ojos se desvían de nuevo hacia atrás. Se para y los pasos de su espalda hacen lo mismo. Suspira profundamente intentando ignorarle y sigue andando. Las pasos vuelven a andar con él. Aprieta los puños y frunce el ceño visiblemente molesto. Lo que le faltaba ya.

— ¿Se puede saber que haces? - pregunta sin mirar atrás ni disminuir el paso.

Axel levanta una ceja aunque el chico no pueda verlo.

— Mmmm... ¿Seguirte? 

Paolo suspira cansado. ¿Acaso tiene cara de tonto? Lo único que quiere es que el peliblanco desaparezca de su vista antes de que le de por utilizarlo como saco de boxeo. Se voltea y se para cruzando los brazos debajo de su pecho. Paolo no es más alto que él, pero incluso así, le impone. El chico tiene muy buenos músculos, y aunque él no se queda atrás, esta seguro de que si se enzarzan en una pelea acabaría perdiendo. 

--- ¿Me estás vacilando? - levanta una ceja molesto. 

--- No, solo te he contestado a la pregunta que me has hecho - se encoge de hombros infantilmente - Y no creas que te sigo por gusto, no me agradas, para nada. 

--- Ya somos dos - susurra Paolo dándose la vuelta dispuesto a continuar su búsqueda - Hazme un favor y desaparece de mi vista. 

Axel deja salir una carcajada y sigue los pasos del moreno. ¿De verdad creía que iba a irse por que él se lo pidiera? Oh no, claro que no. Iba a seguirle, a encontrar a Crístal y a arreglar las cosas con ella. O por lo menos intentarlo, porque no estaba seguro de que pudiera perdonarle. 

¿Cómo iba a perdonarle algo así? Se siente avergonzado de lo que ha hecho. Él fue el que siempre juró que la protegería pasase lo que pasase, y ha sido él el que ha acabado haciéndola el mayor daño. La había perseguido como si de una criminal fuera. La había intentado destruir psicológicamente con tal de que saliera del equipo. ¿Y todo por qué? Porque no podía aceptar que otra persona que no fuera Crístal se provocara mariposas por el estómago. Ella era la única que tendría el derecho de provocarle esos sentimientos. A lo mejor fue por eso por lo que accedió a salir con Lucía durante todo ese tiempo, tener novia le daría la escusa perfecta de no conocer a nadie que le volviera a enamorar para luego desaparecer. Pero con lo que no había contado nunca era con la llegada de una italiana que se parecía más a Crístal que la propia Crístal.

Ahora que sabe la verdad, siente que se ha roto un poco más por dentro de lo que ya lo estaba. 

--- En serio Axel, vete a tocar las narices a otra parte - Paolo se da la vuelta con los brazos cruzados. 

El chico sale de sus pensamientos y frunce el ceño. Le estaba cabreando los humitos del italiano. 

--- Tú sabes dónde está Crístal y yo necesito hablar con ella. 

Paolo suelta una carcajada irónica. Ya le gustaría saber a él donde se había metido su amiga para variar, pero eso era imposible. Tenía la gran virtud de desaparecer cual ninja sin ser vista por nadie, ni incluso por su hermano que estaba con ella. Su hermano... Joder.

--- Maldito... - dice maldiciendo a su mejor amigo, los hermanos Beltrami acaban de engañarlo vilmente - ¿Acaso piensas que si supera dónde está te lo diría? ¿A ti? ¿La persona que más daño la ha hecho en este mundo? Ni loco, ni borracho te dejaría que te acercaras a ella y menos después de todo lo que ha pasado hoy. 

Axel se acerca a él y se miden los dos con la mirada. Tiene ganas de pelea, tiene ganas de desfogarse con alguien.

--- Tu no decides sobre su vida, maldito principito. ¿Te crees que esto ha sido fácil para todos nosotros? Tu no has tenido que vivir el infierno de ver como tu novia se va de tu lado. Así que no opines como si supieras lo que es vivir esto. 

Dejame decirte un último te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora