Esquivo una zapatilla y después la otra. Mientras, Silvia busca otro objeto para tirarme a la cabeza. ¿Que como hemos llegado a esta situación? Bien, os lo contaré.
Cuando me hizo la pregunta, sí, esa pregunta que nadie debería hacerse, me di la vuelta. Tonta de mi que no llevaba puestas las lentillas y la peluca se me había movido de su sitio al dar tantas vueltas en la cama. Y claro, después de su pregunta dos más dos son cuatro. Se ha puesto hecha una furia y ha empezado a lanzarme objetos a diestro y siniestro mientras lloraba.
Y este ha sido mi resumen de por qué es posible que muera hoy. Agarra un estuche de encima del escritorio y me lo tira a la cabeza. Me agacho rápidamente y el estuche sale volando por la ventana.
— Te odio tanto - dice entre lágrimas mientras busca un objeto para lanzarme.
— Silvia, tranquilízate esto...
— ¿¡Que me tranquilice!? Esto no puede ser real - se pasa las manos por la cabeza.
— ¿Qué está pasando? - dice la cabeza del peligris asomándose por la puerta.
Se me queda mirando y después a Silvia. Sopla fuertemente y cierra la puerta tras de sí.
— ¿Cómo ha pasado? - dice Shawn mirándome.
Siento la mirada de Silvia en mi frente como si me quisiera asesinar.
— Creía que estabas teniendo cuidado.
— Espera - la chica se levanta de golpe - ¿Me estás diciendo que a este que no le conocías de nada le has dicho la verdad y a nosotros tus amigos de toda la vida no? ¡Pienso matarte! Lenta y dolorosamente.
Vale, está más cabreada. Eso es malo. Silvia es la típica niña buena que cuando se enfada Lucifer sale corriendo del miedo que da. Este es uno de esos casos, solo que Lucifer (yo) no puede ni correr del miedo que tiene.
— Todo tiene una explicación en serio...
De pronto la tengo encima de mí y las dos caemos al suelo. Siento como tira de mi pelo y yo me quejo intentandomela quitar de encima.
— ¡Ya basta! - dice Shawn.
Nos giramos a mirarle. Tengo todo un mechón de pelo en la cara y Silvia mi peluca en su mano.
— Levantaos las dos del suelo y sentaos en la cama.
Las dos obedecemos.
— Primera y última vez que me das órdenes guapo - digo por lo bajini.
— Te he oído Selius y hazme caso que no te gustaría que llamara a Paolo, cosa que debería de hacer.
Una imagen de Paolo con cuernos y tridente echándome la bronca y encarcelando a Silvia para que no diga nada cruza mi mente. Muy sexi, pero prefiero no experimentarlo.
— ¿Por qué...? - dice Silvia.
Me acomodo mejor en la cama y cojo su mano. No la aparta y eso ya es todo un avance.
— No morí en ese accidente. Bueno, cuando se hizo la llamada si, pero volví a la vida. Habían intentado matarme y eso significaba que alguien quería verme bajo tierra costara lo que costara. No desperté hasta dos días después del accidente. Decidieron seguir con la farsa de mi muerte y cambiarme de país, uno lo suficientemente alejado de los hilos del fútbol japonés. Me dieron una familia adoptiva e intentaron que todo volviera a la normalidad. Pero nada sería como antes. Y... Todo fue rodado. Las peleas, bandas... En un corto espacio de tiempo destrocé mi vida todavía más, hasta que llegó Paolo. El entrenador volvió a llamarme y bueno, ya conoces la historia.
Se queda callada y no dice nada. Me quito la peluca y me peino con los dedos.
— Que bien se siente sin esta cosa - digo levantándome y estirándome.
— Creíste que nos protegias... -dice en voz baja.
— ¿Eh?
— Creíste que nos protegias pero no, lo hiciste. ¿Quién nos protegió del dolor de tu perdida?
Shawn da un golpe a la encimera y mira a Silvia con los ojos entornados. Me quedo muda ante su reacción.
— Deja de pensar en lo mal que lo pasasteis vosotros y piensa un poco en como lo pasó ella. Un año entero sabiendo que estabais a la otra punta del mundo y sin poder hacer nada. Un año entero en el que la perdida la consumió. ¿Acaso has pensado en lo que debió de suponer perder todo en menos de un segundo?
Parpadeo varias veces sin saber que decir. No pensaba que Shawn fuera a hacer esto ni mucho menos. Parece que si que tengo a alguien aquí que se preocupa por mi. Pero...
— Necesito tiempo - dice Silvia saliendo por la puerta.
Veo al peligris dispuesto a seguirla.
— Shawn, tranquilo.
Me mira confuso y se acerca un poco a mi.
— Tiene razón, no me paré a pensar en lo que ellos sufrieron, a lo mejor podría...
— ¡Te tenían amenazada de muerte, por Dios Crístal! Les protegiste de la mejor manera que supiste, escondiéndoselo.
Miro por la ventana con una sonrisa triste.
— Lo sé, y lo volvería a hacer mil veces más, pero no soportaría ver sus lágrimas otra vez por mi culpa. Ni las de ella ni las de nadie.
— ¿Qué piensas hacer Crístal? - dice asustado al ver que cojo mi mochila y empiezo a meter cosas en ella.
— Algo que debería de haber hecho hace mucho tiempo.
***
Los chicos se fijan en Silvia saliendo consternada de la concentración. ¿Que habrá pasado allí arriba que la halla afectado tanto? Ella siempre había sido una chica calmada y comprensiva, asi que debía de haber sido algo grave.
Mark la sigue con la mirada hasta que la chica desaparece de su vista. Debería de ir tras ella o directamente subir a hablar con Shawn. Esta seguro que tiene algo que ver con Iría.
— ¡Mark, cuidado!
La voz de Axel le saca de su ensoñamiento y esquiva como puede el balón que le viene directo a la cara. El rubio se le acerca y pone una mano en su hombro.
— Yo también estoy preocupado, ya nos enteraremos ahora concéntrate hay que ganar el siguiente partido.
Mark asiente con la cabeza. Y coge el balón que se había enredado con la red. Lo mira con detenimiento y se lo pasa a Axel de nuevo.
— Chicos... - dice Jude atrapando su atención.
Los dos miran a su amigo que señala a una limusina negra de donde se baja un encapuchado. Entra en la concentración y cuando sale va acompañado de Iría quien carga una mochila. Shawn sale detrás de ellos protestando y oponiéndose completamente. Aún así la chica niega varias veces con la cabeza y se mete en el coche.
— Problemas, ¿Verdad? - dice Nathan viendo como el coche desaparece.
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Bueno siento el retraso. Sé que prometí que subiría ayer pero volví a tener el valor de volver a ver Fairy Tail. Lo había dejado en el final porque es la única serie que me hace tener unos altibajos de emociones de la ostia y ya me hacía una idea de lo que podía pasar y no quería hartarme a llorar. Por fin he terminado mi serie favorita por encima de todas y creo que es el día más triste desde hace mucho. Puede sonar raro pero siento como si parte de mi se hubiera ido con el capítulo final de esa serie. Me he hartado a llorar como supuse pero creo que el la primera vez que disfruto llorando. Adi que perdonarme y espero que os guste el capítulo. Besooood.
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Dejame decirte un último te quiero
Hayran Kurgu"Vivía en dos mundos totalmente distintos: en la realidad y en el que únicamente estábamos tu y yo" Segunda temporada de MSPC Créditos de la portada a @MarinaJelsatica #2 inazuma eleven 11/05/18 #1 inazuma eleven 21/09/18 #894 amor 2/12/2018 #892 a...