Dejame decirte un último te quiero

Cap.34

Cojo la botella y doy un largo trago. Una mano me rodea la cintura y apoyo mi cabeza en su pecho.

— Te he echado de menos - dice dándome un beso en la mejilla.

Sonrío como una tonta y dejo que juegue con mi pelo.

— Solo nos hemos separado treinta minutos.

— Pero para mi es como si hubiera pasado un año.

Me río a carcajadas.

— Lo has tenido que pasar muy mal - digo acercándome a sus labios.

— Mucho - separa la distancia que había entre nosotros.

Me despierto atolondrada. Casi ni si quiera recuerdo lo que he soñdo. La puerta se abre. Me restriego los ojos y ladeo la cabeza.

— Bueno días, ¿Ocurre algo? 

Silvia se me queda mirando sin decir nada.

— No, esto... Quería hacerte una pregunta, pero como siempre están los chicos por medio...

— Claro, pasa.

Me levanto a correr las cortinas y a abrir las ventanas. La habitación esta a oscuras y solo la luz de afuera alumbra la habitación.

— ¿Eres ella verdad?

Me quedo a media persiana por levantar. Poco a poco me doy la vuelta y miro a mi amiga más blanca que la harina. No se ha podido dar cuenta. He cuidado mucho lo que decía y hacia delante de ellas. Cualquier cosa que solo supiéramos las cuatro de siempre hubiera sido el detonante de la bomba. Entonces... ¿Qué había pasado? ¿Había sido Mark con sus paranoias que la había terminando convenciendo?

Bueno a ver, de paranoias nada.

Cállate estamos en un asunto de vida o muerte.

Necesitamos a alguien dentro ahora que no está Nelly.

— Yo...

***

Axel mira a su novia. Esta callada, sentada delante de él, como siempre. Si se fija bien se nota las raíces de su verdadero pelo, un tono más oscuro al de Crístal, su Crístal. Lleva lentillas de color. Sabe que sus verdaderos ojos son azules, y que la combinación con el verde es explosiva, pero ni por asomo se llegan a parecer a los de ella. A medida que pasa el tiempo se está fijando en detalles que hasta ahora le habían sido insignificantes. Y todo por la llegada de esa mocosa.

Antes ni se había parado a pensar en si estar con ella es un error. Cuando había llegado y la había visto, tan parecida, tan idéntica lo único que había echo fue correr hacia ella para abrazarla pensado que era su Crístal. Cuando se dio cuenta de que no era así calló en un hoyo más profundo. Al principio la evitaba por los pasillos de la escuela, después sus amigos empezaron a tratarla como si ella fuera la verdadera, más tarde acabo aceptandola y pensando que el dolor cesaría. Pasaron los meses y todo se dejó atrás. Nadie hablaba de ella, ni si quiera se pronunciaba nada del pasado. No querían volver a atrás y portar el dolor que llevaba consigo. Lo único que deseaban es que esa chica nueva ocupara el hueco que había dejado. Por un momento pensó que lo había conseguido. Que Crístal estaba en esa chica, aunque no es su totalidad. Con eso le bastaba, hasta hace un mes.

Cuando la vió con las hojas en la mano y el boli en los labios algo salto en su interior. Ese gesto era propio de ella cuando se ponía pensativa y a él le encantaba. Poco después cuando se enteró de su historia con Crístal y la vió como algo valioso. Ella tendría recuerdos que él no tenía y él lo quería todo de ella. Pero empezaron a torcerse las cosas, no supieron reaccionar ante tan huracán como lo era Iría y ni si quiera le ha dado tiempo a pteguntarle sobre ella.

— ¿Pasa algo cariño? - dice Lucía sacándole de sus pensamientos.

Axel niega con la cabeza y vuelve a sus careales.

— Oye, ¿Por que aceptaste ser Crístal?

Los pocos que desayunaban se quedan en shock, entre ellos Mark. Nunca se había parado a pensar en ello​ y ahora que el rubio lo había preguntado le había entrado la curiosidad.

— ¿A qué te refieres Axel? - dice frunciendo el ceño.

— Que por qué intentas ser como ella.

— Porque es lo que mi tío quería.

El chico aprieta los dientes. No es lo que quería oír. Le hubiera gustado escuchar que todo había sido obra de un engaño por parte de la policía para mantener a salvo a su chica hasta que dieran con quién quería hacerle daño o alguna paranoia de esas que salen en las películas de ficción.

— Pero...

— No sé que tiene de importante eso ahora Axel, deja estar las cosas. ¿Están bien no? Pues ya esta - la chicos se levanta y sale por la puerta.

Los chicos se quedan callados. No se oye ni quería el sonido de un cubierto.

— ¿A qué ha venido eso? - dice Jude sentándose a su lado.

— Ni yo mismo lo sé.

— Hay que pensar antes de hablar colega, ya lo sabes - le da una palmadita en la espalda - pero ahora que lo dices yo también tengo curiosidad por saberlo.

Mark se levanta y se dirige a la mesa de sus amigos. Pero un ruido arriba le hace pararse en seco. Se siente como si alguien se hubiera caído.

— ¡Pienso matarte! - dice la voz de una chica - lenta y dolorosamente.

— Esa no es... - musita Mark.

— ¡Ya basta! - dice la voz de Shawn.

Los chicos se miran entre si sin saber que hacer. Subir o quedarse. Morir o vivir. No sé mueven. Prefieren que el peligris salga herido a qué acaben todos en la sala de espera del hospital. Pero... ¿Que habrá pasado?

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Volviiii. Es cortito lo sé pero son las 1:56 de la mañana, tengo sueño y necesito dormir. Espero que os guste y besitoooooos.