Dejame decirte un último te quiero

Cap.12

Los chicos miran como el pecho de la joven sube y baja tranquilamente. Es como si durmieran, aunque todos sepan que no es así. Mark se sienta en la silla de al lado de la camilla y suspira. ¿Por qué siempre le pasan estas cosas?

--- No pasa nada chicos, esta bien - dice el entrenador Percival.

--- ¿Por qué le ha pasado esto?

--- Es una historia muy larga cómo para contarla ahora. Además, es ella la que debe hacerlo - dice Nelly.

--- ¿De verdad piensas que la va a contar? - dice Jude que tiene muy bien calada a la chica.

--- No, no confía en vosotros y menos después de permitir libremente que hiciera las maletas para irse del país - dice reacia la chica ante sus compañeros.

--- Los que no deberíamos de confiar en ella seríamos nosotros después de haber robado mi colgante y de intentar hablar con el rival sobre nosotros - dice Crístal.

--- Lo dice la que la ha llevado directa al hospital - dice Silvia entre dientes.

El clon la mira con cara de pocos amigos.

--- Ya esta bien, no podemos ahora echarnos las culpas de nada lo hecho, hecho está - dice Mark perdiendo los nervios - Nos equivocamos al no salir a defenderla desde el primer momento, vale no la conocemos, pero no es la primera vez que nos pasa y creo que ya deberíamos de haber aprendido.

Axel sonríe levemente recordando cuando tuvo que ir corriendo a casa de su chica después de que la echaran del equipo sin saber la verdad del por qué estaba en el Raimon. Mark tiene razón, deberían de haber aprendido y no lo han hecho.

--- Tendríamos que haberlo hecho mejor - dice Jack frotándose la nuca.

--- Pero hay que comprender que no la conocíamos de antes - dice Xavier.

--- No me vengas con rollos porque tampoco conocíais a Lucía y la creísteis igual - dice Celia de brazos cruzados.

--- Soy Crístal - dice Lucía entre dientes.

Comienza una discursión sobre quien tiene y no razón. Mark deja caer la cabeza sobre la camilla. No, no está el para estas cosas.

--- No... no... - dice la voz casi inaudible de la chica.

Mark levanta la cabeza atento. Los médicos habían dicho que no se despertaría hasta mañana. ¿Estará soñando?

--- No te vayas... - dice la chica.

En un acto reflejo su mano va directa a la de Mark quien se queda perplejo. LA maquina empieza a hacer un ruido espantoso y la discusión cesa. Los médicos entran y el tiempo se congela.

--- No nos vamos a ir Iría - dice Jude que había estado pendiente de la chica todo el rato.

El pitido cesa y todo el mundo suspira, incluso los médicos.

--- Gracias chico, le has salvado la vida - dice un médico extranjero.

Jude mira a su alrededor sin entender. Nadie sabía que de verdad tenían esas palabras, porque unos segundos más y el corazón de la chica se hubiera vuelto a parar para siempre rememorando la vez que lo hizo de verdad.

***

Las nubes cruzan el cielo haciendo carreras entre ellas, y yo me dedico a observarlas y a hacer de juez. Llevo dos días en el hospital y encima me estoy perdiendo el partido contra los leones del desierto. ¿Puede haber algo peor? Sí, claro que puede. Estoy vigilada las 24 horas del día por un policía creo que ha dormido en la sala de espera. Hecho un vistazo al policía que descansa sobre una de las sillas. Está completamente dormido. Doy saltitos de alegría. Cojo la ropa que s encuentra en una de las sillas y me visto a la velocidad del rayo. Todavía no he tenido la oportunidad de ver a los chicos. El día de ayer me lo pasé durmiendo la mona.

Bueno, dormir es voluntario, lo nuestro a sido una masacre y eso nos ha dejado fritas.

Me encojo de hombros mientras me quito con cuidado la aguja del brazo. Menos mal que lo hicieron cuando estaba inconsciente. Con sumo cuidado abro la puerta y me cerciono de que no hay nadie al rededor. Ando con intranquilidad hasta el ascensor. Cuando se abre me meto las manos en los bolsillos y me hago la loca. Yo no soy paciente y no acabo de salir de una habitación protegida por la policía, ya que la última vez que me fugué de un hospital entré al día siguiente peor de lo que estaba. No hace falta nombrar la vez que... bueno eso pasó en Italia, y lo que pasa en Italia se queda entre la policía italiana y yo. Sí creo que va a ser lo mejor. ¿Qué problema tendré yo con los pobres hospitales? Me bajo del ascensor y salgo con prisa de ese edificio. Camino buscando un autobús que pueda mínimamente llevarme a los alrededores. Una moto se para a mi lado y yo miro a su conductor con curiosidad.

***

--- Que a ¿qué? - dice Nelly con voz de pito.

Los chicos que se encuentran en las últimas después de esta primera parte miran a la chica con el ceño fruncido.

--- Me da igual que sea una genia para escaparse de los sitios.... No, dejamos al policía para que la vigilara... ¿Dónde está?

Los chicos entienden por señas de Silvia, que esta pegando el oído al teléfono, que Iría se ha escapado. Los chicos abren la boca sin saber si quiera que decir. El entrenador Hilman marca el número del inspector Smith. Jude niega con la cabeza mientras mira sonriente a las gradas. Axel se da cuenta y vuelve su mirada. Allí está la chica, dejándose caer desde una altura considerable para caer de pie, quitarse el inexsistente polvo de la ropa y caminar con unas veinte gorras en la mano hacia ellos.

--- Esta como una cabra - dice Jude.

Axel asiente mientras mira embobado a la chica. Por Dios, le recuerda tanto a ella.

--- Estoy aquí guapetona - dice lanzándole una de las gorras a la cara.

Nelly la coge al vuelo llena de rabia.

--- ¿Cuántas malditas veces más tienes que escaparte de un hospital?

--- No sé cuando llegue a la quinta te digo - dice tranquilamente - ahora poneos esto y echaros agua, como sigáis así no creo que lleguéis al final del partido.

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Bueno, llevo unas cuantas semanas sin escribir, pero por fin actualizo. Bastantes me habéis pedido que actualice pero con tantos exámenes no tengo tiempo, comprenderme. Espero que os guste el capítulo, besoos. (Gracias a cocacolavips por responder a mi mensaje y darme ánimos, i love you)