Cap.17

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Camino con la cabeza gacha hasta el banquillo. No me quito de la cabeza nuestra conversación, y se que no es momento de estar en las nubes. Vamos perdiendo y como sigamos así no vamos a llegar al mundial.

— ¡Axel que te pasa! - grita Austin - los tiros van descordinados, y esta vez no es mi culpa.

El pelo pincho mira furioso al suelo y da la espalda al chiquillo. Enaeco una ceja mientras Austin pide perdón a su amigo. Los nervios estan a flor de piel. Pero tiene razón, Axel no está en el partido y eso nunca había pasado, a no ser que algo le preocupara. Miro a la grada, pero... ¿que es eso que le trae de cabeza? Y es entonces cuando le veo, a él, al hombre que una vez curo mis heridas. Su padre.

Respiro hondo. Hacia mucho tiempo que su padre no Iba a ningún partido, que este aquí en estos momentos es malo. ¿Querra decir que este es su ultimo partido? Alarmada vuelvo a mirar a Axel que mira perdido el balón.

Creo que somos adivinas.

Se disponen a salir al campo. Corro hacia el y le paro.

— Axel...

Su mirada choca con la mía.

— Llevales a lo mas alto, ya les alcanzaras cuando se pueda.

No deja de hacer contacto conmigo y sin mediar palabra se va. Me quedo un poco descolocada por su reacción. En el fondo me ha molestado que no se haya dignado a decirme nada, que se haya ido sin si quiera mostrar una sonrisa. Miro al suelo y me dirijo al banquillo.

— Eh rubia - dice su voz a mi espalda.

Al principio no me doy por aludida, nunca me acuerdo de que ahora soy rubia y no morena. Me toca el hombro y yo me doy la vuelta cual resorte.

— Gracias - dice mostrando una pequeña sonrisa. Una tímida y a la vez atrevida, de esas que te descolocan durante un buen rato.

Se va corriendo al campo, esta vez con otros ánimos, aunque no es solo él el que me preocupa. Miro a Mark que esta pensativo. ¿Por qué me da que hoy me toca hacer de psicóloga?

***

Miro el marcador orgullosa e intermitentemente veo con una como Axel y su padre arreglan sus diferencias. Contra todo pronóstico, el equipo de peor nivel del área asiática se ha clasificado para el mundial.

— Creo que eres un amuleto para ellos - dice Byron a mi lado - siempre que estas tu ganan.

Suelto una carcajada.

— ¿No será que son mas buenos su vosotros?

— Nop - dice infantilmente.

Pasa su brazo por encima de mi hombro y m atrae hacia él.

— Las cosas se van a poner feas en el mundial, lo sabes ¿verdad?

Le miro seria. No se refiere al fútbol no, se refiere a todo mi asunto de película ficción que ni el mejor escritor del mundo podría llegar a imaginar.
Asiento con la cabeza sin poder decir una palabra si quiera.

— Bien, pues ten cuidado ¿si?

— Por Dios si yo soy siempre... - digo intentando bromear para quitarle hierro al asunto.

Levanta una ceja y yo me callo.

— Lo tendré tranquilo - digo intentando convencerle y convencerme a mi misma.

— No sé como lo haces, pero siempre que estoy a tu lado tengo a unos cuantos asesinos en serie matándome con la mirada - suelta una pequeña carcajada - Hasta otra mi diosa - dice antes de desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.

Dejame decirte un último te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora