Iría se encuentra tumbada en el banco del vestuario. Ja tenido que quitar unas cuantas mochilas antes de poder tumbarse con tranquilidad. Ahora, con los ojos cerrados, intenta calmar los latidos desembocados de su pobre y enfermo corazón. Se había esforzado bastante en el campo, sobretodo se había dando cuenta de que su resistencia es mínima comparada con lo que era antes. Todo culpa del poco ejercicio que ha hecho desde que aquello ocurrió.
Y del tabaco.
Se pone el brazo en los ojos y deja escapar un suspiro profundo. A lo mejor debería de dejar que Paolo se deshiciera de las cajetillas que todavía guardaba en su habitacion. La puerta se abre y unos pasos retumba en las paredes de los vestuarios. Son fuertes, pero a la vez delicados y refinados, como los de un rey que juega a ser diablo con sus esclavos.
- No esperaba verte por aquí - dice sin destapar sus ojos,
- Yo tampoco esperaba verte en el campo - dice su voz un tanto enojada.
La chica quita su brazo y mira al semidios con los ojos entrecerrados. Su pelo está un poco alborotado, cosa rara en él, y tiene los ojos muy oscuros, como si de pronto fuera a lanzarse contra alguien y darle la paliza del siglo. Aunque le gusta verle de esa forma, en esos momentos no está para tonterías.
- Mira...
- Me ha enviado él.
Un frío helador se cuela en sus huesos haciendo que un escalofrío recorra su espina dorsal. Se esperaba de todo menos esa información.
-Pues dile que la próxima vez venga en persona - dice Iría apartando sus ojos del chico.
El chico chasca la lengua y se acerca a la rubia. Sabe que no le ha hecho gracia lo que le acaba de decir, pero no le queda otra, esto es importante.
- Quiero que me atiendas. Querías saber ¿no? - consigue captar su atención de nuevo y sonríe delicadamente - ha llegado el momento.
Mark recorre las instalaciones. Quiere encontrar a Iría y aclarar ciertas cosas, por no decir toda su existencia. Si sus sospechas son ciertas... No, no sabría como reaccionaria. Se pinza el tabique de la nariz estresado. ¿Y si es mejor no saber la verdad? Se para en seco al ver a sus dos mejores amigos espiando por la puerta del vestuario.
- ¿Se puede saber que hacéis?
Los dos chicos se sobresaltan y se dan la vuelta rápidamente. Jude se pone la mano en el pecho al ver que es Mark quien les ha descubierto y no otro.
- Calla y escucha - Axel tira de su amigo y le pone en frente de la rendija que han dejado abierta.
Abre los ojos desmesuradamente al ver a Byron y a la chica que buscaba hablar íntimamente, aunque se nota que ella está un tanto molesta con la situación.
- No me tomes el pelo - dice Iría levantándose e intentando plantarle cara. Su mirada se levanta y tiene que ponerse de puntillas para llegar aunque sea a su boca - estoy arta de todo esto, por favor, no quiero seguir así.
El rubio la rodea con sus brazos y un suspiro sale de los labios de Iría. No quiere seguir más con esta farsa, ella solo quiere ser libre. Todos los días se levanta con una angustia en el pecho pensando que ese día podria morir y hacer sufrir a Paolo, o que alguno de sus amigos pudiera llegar a desaparecer. Tenía miedo, tanto, que muchas veces se había pensado en irse por su cuenta y no volver más. Pero la tenían tan vigilada que era imposible dar un paso sin saber su posición exacta. Se esconde en el cuello de Byron y el chico besa su cabeza.
- Te juro que acabará pronto, te lo prometo - susurra sobre su cabeza.
- ¿Y cuando acabe me llevaras a tomar un helado?
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Dejame decirte un último te quiero
Fanfic"Vivía en dos mundos totalmente distintos: en la realidad y en el que únicamente estábamos tu y yo" Segunda temporada de MSPC Créditos de la portada a @MarinaJelsatica #2 inazuma eleven 11/05/18 #1 inazuma eleven 21/09/18 #894 amor 2/12/2018 #892 a...