The Big Bang

Capitulo 51

Llegué a casa y deje la comida, saludé a Luke y le di también su platillo favorito. Después volví a salir de la casa.

“Matrimonio”

Esa palabra de nuevo…

¿Aguantaría estar toda mi vida al lado de __?

Se supone que si la amo, entonces nada debería verse como un problema ¿no es así? ¿acaso no la amo tanto? Pero es que… renunciar a toda mi libertad, la libertad es lo que siempre he estado buscando y la perdería al lado de ella toda una vida.

¡Qué estupideces dices Justin!

Por un momento me odie por estar pensando todas esas cosas. Amo a __ con todo mi corazón, y la libertad que yo he vivido desde hace mucho no se comparara jamas con todo lo que puedo tener al lado de __. Y que conste que no estoy refiriéndome a lo material ¡en lo absoluto! Me refiero a todos esos momentos que tanto anhelo, todas esas caricias, esos besos, cada palabra, cada mirada, toda mi vida con eso… es perfecta.

Me alegra traer mi tarjeta.

Quizá lo que haré sea una locura… el amor es de locos.

Me lancé a la joyería a comprar el anillo a __. Nunca me arrepentiré de esta decisión. Le pediré matrimonio esta noche.

-¿En que le puedo ayudar?- me pregunto la señorita de unos ojos verdosos y cabello recogido en un chongo.

-Quiero encontrar el anillo perfecto para la chica que amo.

La chica sonrió amablemente.

-Que romántico.

Me llevó a un mostrador donde había diversos anillos de todo tipo.

-¿Cuál me recomiendas?- le pregunté.

Ella rió.

-Usted tiene que escogerlo joven. Es usted el comprometido.

Soltó una risita nerviosa y asentí.

-Y como soy tan bueno escogiendo anillos de matrimonio…-agregué en tono de burla a mi mismo.

-Permítame decirle que debe ser muy afortunada la chica que se casará con usted- me dijo ella escondiendo su rostro.

Antes por supuesto que me hubiese ligado a la chica, le hubiese contestado de manera “Justin el conquistador” y ella habría caído rendida en mis brazos… sin embargo ahora me limite a sonreír amablemente y decir:

-El afortunado soy yo por casarme con una chica así.

La chica suspiró encantada por mis dotes de poeta cursi. Después de un rato más terminé escogiendo un anillo de oro con un hermoso diamante en forma de un corazón pequeño que atravesaba el anillo y alrededor tenía unos cuantos brillantes que emitían un hermoso color cuando los rayos del sol pegaban en ellos.

Estuvo algo caro quizá… no importa __ lo vale.

Salí de la joyería y me fui rumbo a mi casa de nuevo. Estaba irradiando felicidad. Ya tenía la idea perfecta para proponerle matrimonio de un modo original… nadie nos separará… nadie…

Y de pronto mientras me hundía en lo más profundo de mis pensamientos, crucé la calle sin siquiera darme cuenta cuando un auto venía cruzando, el auto alcanzó a frenar haciendo un terrible chirrido el motor, sin embargo venía otro auto en sentido inverso de la calle el cual ni siquiera se molestó en dar el frenon, o más bien ya no pudo hacer más.

Sentí el impacto en mi abdomen, un dolor que me cruzó todo el sistema nervioso llegando a provocar que soltara un grito de dolor. Creo que fui aventado por ese mismo impacto cayendo yo sobre el primer auto, porque escuché en mis propios oídos el sonido de mi cabeza contra el vidrio rompiéndolo, y mis piernas quedando atoradas entre quien sabe que metales rotos…

Y lo último que vi fue el hermoso sol haciéndose cada vez más pequeño hasta quedar todo totalmente oscuro…