Capitulo 60

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Amanda y yo nos dirigimos hacia el lugar en el que según ella se encontraba Liam.

Conduje aproximadamente 3 km. Y ya casi llegando a un entronque me dijo Amanda que me metiera al estacionamiento que estaba a mi izquierda....

Después Amanda y yo caminamos hasta introducirnos en un fraccionamiento que parecía de hecho nuevo.

-¿Por aquí vive?- pregunté.

-Algo así- contestó ella.

Amanda y yo llegamos a una casa no muy grande y tocó la puerta. Quizá aquí vive Liam ahora. Realmente nunca he sabido casi nada de su vida, nunca me interesó y además el no tendía a platicarme cosas. Siempre que hablaba sobre lo exitosa y maravillosa que era su vida yo me ponía mis audífonos o simplemente hacía un viaje exprés mental a la luna y ya no escuchaba sus halagos a sí mismo y los de mamá.

La puerta se abrió y apareció un señor alto de cabello negro y unas cuantas canas .

-¿En que les puedo ayudar?

-Venimos a buscar a Liam Bieber. Queremos hablar con él… es amigo nuestro.

Iba decir que era mi hermano pero supuse que si eso decía no me querría ni venir a ver.

-Esperen un momento.

Y se retiró el señor.

-Bien Justin, lo demás todo tuyo. Me tengo que ir.

-¿Por qué?- pregunté. Y no es que deseara que se quedara pero supuse que lo haría.

-Es tu problema, no el mío. Ya cumplí con lo que me tocaba- suspiró –Bueno, hasta luego Justin. Y ojalá ya no estemos molestos y que tu y tu hermano se arreglen- vaciló pero después se acercó y me dio un pequeño y corto beso en la mejilla, sonrió a medias y luego se fue caminando.

-Pero ¿y tu auto? – hice una pausa –Espera tantito. Yo te llevo.

Ella negó con una sonrisa.

-Puedo tomar un taxi. Pero gracias. ¡Bye!

Me crucé de brazos y dos minutos después regresó el señor.

-Pase por favor.

Asentí. Era una casa espaciosa, en realidad ni siquiera era una casa, era una oficina. “Así que aquí trabajas Liam…” pensé.

El señor este abrió una puerta y me dejó pasar. Ahí estaba Liam frente a un escritorio con varios papeles y una laptop.

Me miró. Sentí su mirada fría y molesta, llena de rencor.

-Justin… que sorpresa.

No dije nada. No sabía ni que.

-¿Qué quieres?- suspiró –Rápido que tengo cosas que hacer.

-¿Aquí trabajas?- pregunté.

Liam asintió.

-Liam… no quiero que sigamos peleados. ¿Podemos volver a ser la familia que éramos?

Liam soltó una carcajada.

-¿Familia? Justin, no estabas tu incluído en la idea- sonrió –Pero buscaré a mamá, ella no tiene que pagar por los platos rotos.

-Liam… Por favor, se que… las cosas estaban mal… pero ya déjalo atrás- le pedí.

-Es tan fácil decirlo para quien no le paso –hizo una pausa –Dime Justin, si esto te lo hubiese hecho a ti… ¿Si quiera reaccionarías como yo? Te conozco y se que puedes ser peor. – sonrió de nuevo incrédulo –No me subestimes pero, deberías agradecer que simplemente estoy molesto, más no pido venganza.

Vacilé. Al había dicho que se vengaría ¿no? O al menos que las cosas no se quedaban así.

-Escucha, prometo buscar a mamá y verla. Pero sobre tu y yo… evítame la pena de verte e ignorarte Justin. – se re acomodo en su silla –Ahora… te puedes retirar.

Tragué saliva molesto. Con coraje, y sí, también con decepción. Me encogí de hombros y caminé hacia la salida.

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