11

723 26 1
                                    

Me salí del jacuzzi ante la atenta mirada de Poncho, tomé una toalla y la enrosqué alrededor de mi cuerpo. Recogí mi cabello que apenas se había mojado las puntas y me miré al espejo. No respondí, no quería hacerlo... de hecho no tenía por qué hablar de mi matrimonio con él. Posé mi mano en el pomo de la puerta para abrirla...

—¿A dónde vas? — Preguntó con tranquilidad.

—Me voy a mi casa — Respondí sin mirarlo.

—¿Siempre le huyes a la verdad? — Preguntó con recelo. Cerré mis ojos con fuerzas y abrí la puerta —¿Te vas a ir así, sin más? — Sentí el ruido del agua a mis espaldas, estaba saliendo del jacuzzi al parecer. Abrí más la puerta y salí de allí a la habitación... y cuando estaba por salir hacia la sala en busca de mi ropa, me tomó de la muñeca frenándome. —¿Por qué te vas? ¿Por qué no me contestas?

—¡No tengo nada que hablar contigo! — Dije zafándome de su agarre. Me volteé y lo miré con furia —¡Tú no sabes nada de mi matrimonio! Así que te pido por favor que no vuelvas a hablarme de ello — Pedí enojada. Volví hacia la puerta pero nuevamente me frenó.

—Se que no eres feliz — Dijo. ¡Era un imbécil! ¡¿Qué sabía de mi matrimonio?! ¡Nada! Volví a mirarlo con furia, quise darle una tremenda bofetada y dejarle marcada su perfecta cara, pero me contuve. Me acorraló contra la puerta y su cuerpo. —No te vas a ir — Dijo con una seguridad que me ponía histérica.

—¿Me lo vas a impedir? — Pregunté enfrentándolo. Sonrió y juro que quise darle una patada en los huevos. ¡Agh! Me ponía histérica que fuera tan cínico.

—Claro que no. Si quieres puedes irte pero... ¿De verdad te quieres ir? — Forcejeé con él en vano, era muy fuerte.

—Si — Respondí con firmeza. Entonces movió la cabeza asintiendo y me soltó. Abrí la puerta y estaba por salir cuando su voz me frenó.

—Si sales por esa puerta, Anahí, no vuelvas a buscarme. No soporto los caprichitos, en ninguna mujer los soporto... Y te estás comportando peor que mi hermana, huyendo por no saber que responder — Sin salir cerré la puerta y le di una patada a ésta enojada ¡¿Por qué tenía tanto poder sobre mí?! ¡¿Por qué no podía irme sin sentir culpa de no volver a verlo?! Lloré con bronca.

—Te odio — Se lo largué con toda mi furia, apretando mis dientes para no gritar. —Te odio por tener ese poder sobre mí sin que yo te lo haya permitido. Te odio por querer hacerme dudar. Te odio Alfonso. Te odio — Se acercó seriamente a mí y me tomó de los brazos.

—Entonces si me odias vete. Vete y no regreses más, no voy a obligarte a nada — Quité mi mirada de la suya y él se alejó, buscó ropa y se la colocó mientras yo lo miraba sin dejar de llorar.

—¡No me voy a ir! — Grité escandalizada —¡Maldita sea! — Me apoyé en la puerta, abatida. Se colocó la camiseta y me miró frio. —Te odio tanto... tanto — Chillé. Ese hombre se había convertido en mi admiración y a la vez en mi tormento... pero no podía dejarlo. No quería salir por esa puerta porque sabía que él no iba a permitir que me volviera a acercar... y yo lo necesitaba. Muy a mi pesar lo necesitaba. Me miró con su constante frialdad y eso me hacía sentir pequeña, desprotegida, odiada por él. Se tomó la cabeza con las manos, pasando sus dedos por sus sedosos cabellos y lo vi hacer un mohín, fue suficiente para correr a sus brazos y besarlo, con furia, énfasis y firmeza. Me tomó de la cintura con violencia y me apretó contra su cuerpo. No sé por qué, pero en el fondo me encantaba esa pizca de dominación y furia que tenía conmigo. Daba por seguro que sus marcas me iban a quedar en mi frágil cuerpo; sus manos tomándome con fuerzas la cintura, sus besos en mi boca y luego en mi cuello.

—Eres una caprichosa — Dijo tomándome del pelo. —Tendré que castigarte— Me volvió a besar con furia y yo le respondí del mismo modo, pero no me dejó seguir por mucho tiempo cuando se separó y me miró con frialdad. —¿Estás consciente de que eres una caprichosa? — No dije nada, solo lo miré. —Contéstame — Pidió con firmeza —¿Lo sabes?

La Princesa Que No Es Lo Que Aparenta | Anahi y Alfonso Herrera | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora