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Poncho platicaba con su hermana a unos metros de donde nos encontrábamos Hanna y yo. Se veía claramente que discutían, ya sea por los gestos de la adolescente o la manera gélida tan conocida de Poncho.

—¿Crees que discuten? — Preguntó Hanna sentándose a mi lado. Ya estábamos cambiadas, solo quedaba esperar a que los hermanos terminasen de "hablar".

—Puede ser... o puede ser que Poncho le esté reclamando algo — Contesté mirando fijamente la escena.

—¿Algo como qué? ¿A que te refieres? — Volví la vista a mi amiga y negué, luego miré hacia el mar.

—No lo sé, algo — No le di importancia, quizás eran solo cosas de hermanos o los típicos celos de Alfonso que Samantha no soportaba.

—¿Cómo van las cosas entre ustedes? — Preguntó Hanna cambiando de tema.

—Muy bien. Puedes verlo — Sonreí de lado.

—Ya. No me refiero a esto, al viaje, sino a... su relación. Digo ¿Qué pasará una vez que regresemos?

—Lo que tiene que pasar — Aseguré —Me voy a divorciar y voy a estar con Alfonso. Ya. Me di cuenta que no me importa nada más ni nadie más que él. Me vale lo que vaya a pasar, me vale mi imagen, me vale todo. Si tengo que vivir señalada lo haré, pero lo haré feliz de tener a Alfonso a mi lado. Además... — Miré el mar —Quien sabe y aquí ya crezca tu sobrino — Sentí como Hanna abría la boca por el asombro.

—¡Me alegra que hagas lo que tu corazón sienta! — Me abrazó. —¿Y cómo es eso de que puede que aquí esté mi sobrino? — Preguntó tocando disimuladamente mi vientre plano.

—Quizás. Hubo un accidente — Comenté —Unas horas antes pensaba que mi vida estaría arruinada si quedaba embarazada, pero ahora no me importa. Sería la mujer más feliz del mundo, y mi felicidad sería completa — Confesé.

—Que sea lo que Dios quiera — Expresó mi amiga. —Entonces ¿decidido? ¿Adiós Manuelito? — Reí. Mi amiga no soportaba a Manuel.

—Adiós para siempre — Asentí. —Ya no siento nada por él, ni compasión luego de lo que sucedió. Y es increíble que en menos de un mes mi vida haya cambiado tanto — Suspiré con nostalgia.

—¿Sabes que te hacía falta este cambio? No eras tú, no eras esa Anahí que yo conocí. Con la llegada de Alfonso a tu vida, has cambiado por completo, has vuelto a ser aquella chica de antes. La señora fría y protocolar que estábamos viendo antes, no eras tú, eras lo que Manuel quería que fueras y que pintases en su mundo. Me alegra saber esto, que cambiarás nuevamente tu vida pero esta vez para bien. Me alegro mucho por ti, porque volverás a vivir sin límites ni planes... como antes. Y yo sé quiénes te lo agradecerán, pero más que nada quienes le agradecerán a aquel hombre — Señaló con una sonrisita.

—Mis fans — Mi sonrisa fue de felicidad, muy amplia. Mis fans, ellos fueron los que me quisieron abrir los ojos pero yo me negaba.

—Ellos — Afirmó mi amiga. Nos quedamos en silencio un poco de tiempo más hasta que Alfonso y Samantha volvieron. Alfonso estaba normal, la cambiada era Samantha, que ni siquiera nos miró y se adelantó en el camino hacia la camioneta.



Llegamos al hotel, nos prepararíamos para ir a cenar a algún lugar de Santorini, ya Alfonso nos sorprendería. Luego de bañarme, quitarme la arena y demás del cuerpo, me vestí y me apresuré a estar lista antes de que Alfonso saliera de la ducha. Necesitaba hablar con Samantha.

—Mi amor iré a ver a las chicas. Pasa por allí — Le pedí. Luego de que él asintiera salí hacia la habitación que estaba allí cerca. Toqué la puerta de la habitación y Sami abrió. Ella estaba totalmente cambiada, pero no había rastros de Hanna. —¿Hanna?

La Princesa Que No Es Lo Que Aparenta | Anahi y Alfonso Herrera | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora