Capítulo VII

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Thomas L.

Eran la dos de la tarde y Thomas de chófer conducía por la carretera rural vía al interior, hacia las montañas. Su destino era un pequeño chalet privado que alquilaban a parejas y desde donde estaba se podía ver toda la ciudad abajo completa y la costa. El sitio ofrecía además estar cerca de un parque forestal donde se podían realizar caminatas, hacer excursiones, incluso habían establos para cabalgar, iba a ser de lo mejor; al menos eso rogaba Thomas.

Pese a todo el ajetreo de la noche anterior, debía reconocer que la boda había resultado genial, y después del beso tras firmar el libro, la cosa pareció fluir con naturalidad. Ese había sido su primer beso, el de ambos. Y pese al miedo que tenía, tocar aquellos labios con los suyos había sido..., bueno para recordar. El primer baile juntos había resultado; Tomás se había dejado llevar, y luego Neal y Adán los siguieron. Media hora después casi todos los invitados bailaban los distintos ritmos que aquella orquesta tocaba. Helena estuvo primero con el marido y luego con el hijastro. Él no dudaba que era como había sugerido Vivian, que se estaba acostando con los dos; su única duda era si los tres compartían la cama al mismo tiempo.

El tío Manuel desapareció temprano, ni siquiera esperó la torta. Y el único que no bailó en aquella fiesta había sido Federico y su señora.¿A qué había vuelto el hombre? La última vez que dejó la capital para venir a San Alba, Eva todavía vivía, y él era su último juguete. En ese entonces había dicho de las dos ciudades, San Alba y Santa Helena, que era Sodoma y Gomorra.

Por esas fechas los grupos homosexuales habían logrado la promulgación de la Ley del Matrimonio Igualitario. Pero lo que se pensó que había sido un gran logro, pronto encendió a los grupos de puritanos, y en las elecciones para diputados y senadores de ese año, los partidos conservadores, y los grupos evangélicos aumentaron su representación en el Congreso Nacional. Entre ellos estaba el partido del Senador Fernando Lyon.

El resultado era que estos grupos habían logrado trancar todas las propuestas para la Ley de Aborto y la Ley contra el Feminicidio; así como el hacer una revisión a la Ley de Protección del Menor. No se diga nada de los permisos para el cambio de sexo, una nueva Ley del Trabajo, y pare de contar. Los últimos siete años en el congreso habían sido literalmente perdidos en avances sociales.

—Vas serio, —dijo Tomás a su lado.

—Pensaba.

—¿En la boda?

—No, en mi primo Fernando.

—El estirado.

—Ese mismo.

—No le agrade, eso fue evidente.

—No le agrado yo, fui el último amante de turno de su hermana; no te cuento lo que decía de mi en esos años. No quiero pensar que estará diciendo ahora que me case con un chico.

—¿Es homofobico?

—Homofobico, misogino, anti-aborto, aporofobico, xenofobico, racista y puedo seguir; es senador en el Congreso Nacional.

—¿Y por qué vino a tu boda, no sería mala publicidad?

—Esa es la gran pregunta que me estoy haciendo.

—Hay elecciones el próximo año, ¿cuál es su circuito electoral?

—Es senador por San Alba.

—Ahí esta, vino a hacer campaña electoral.

—Bueno, que no intente usarnos como ejemplo de lo que hay que eliminar, porque habrá una rata menos en este mundo.

Pronto cambiaron de temas y empezaron a hablar de la fiesta, el pastel, los invitados y así. Trataba Thomas de recordar el resto de la noche, pero sus imágenes iban a cuando subieron a la habitación. Como en broma Thomas cargo al otro entre sus brazos y lo puso en la cama. Se cambiaron, se acostaron, vieron el App que su hermano había hecho de la quiniela que el padre estaba llevando y luego vino el beso de las buenas noches.

Thomas & Tomás - Serie: Agencia Matrimonial - 03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora